El blog de Roberto Herrera Internacionales

Alerta: el chavismo embellece a Trump

Alerta: el chavismo embellece a Trump.

Alerta: el chavismo embellece a Trump

Una macabra historia de embellecimiento

Una de las tradiciones más macabras del estalinismo fue la falsificación y el embellecimiento de las peores dictadura con tal de justificar la política interior y exterior de la privilegiada casta gobernante de la URSS.

Así por ejemplo el 23 de agosto de 1939 se firma entre la Rusia estalinista y la Alemania Nazi el Pacto Ribbentrop-Mólotov, el pacto incluía aspectos de ayuda mutua, preferencias y acuerdos comerciales y sobretodo el reconocimiento de áreas de influencia, lo que permitió el reparto de Polonia y la anexión estalinista de las repúblicas bálticas.

En el Tomo I de libro “Troskismo obrero e internacionalista en la Argentina”, de Ernesto González, se recupera la siguiente expresiva anécdota de Nahuel Moreno, de cómo los estalinistas hacían las más macabras y retorcidas maniobras para justificar la política de la casta soviética dirigente, veamos la anécdota:

“A fines de agosto de 1939 la URSS firmó el pacto Molotov-Ribbentrop con los alemanes. Este hecho  repercutió sobre todos los grupos de izquierda. Hugo [Nahuel Moreno] recordaba que desde hacía tiempo en las reuniones del Teatro del Pueblo “el gran tema de discusión era casi siempre la lucha contra el nazismo. Cualquiera que denunciara los campos de concentración, la persecución de los judíos, etcétera, era aplaudido por toda la concurrencia, fuese anarquista, trotskista, socialista, lo que fuera. Había muchos obreros e intelectuales judíos en el PC y la izquierda en general. Incluso eran mayoritarios en algunos gremios, como en el vestido y la madera (…) Una noche, siendo las ocho o nueve, nos llegó la noticia, traída por nuestros amigos del diario El Mundo,  de que se acababa de firmar el pacto Hitler-Stalin. Yo tomé la palabra inmediatamente para denunciar el hecho y Satanovsky (dirigente de  los intelectuales del PC)… se retiró.

 

El resto de los stalinistas se quedaron, escuchándome en silencio. Eran  la mitad de la concurrencia, y  a su vez eran en su mayoría judíos. Alrededor de las doce de la noche volvió Satanovsky, que evidentemente había ido a consultar con el Comité Central del partido si la noticia era cierta. Y entonces sucedió algo que me provocó un impacto tremendo… (Satanovskv) tomó la palabra v dijo más o menos lo siguiente: ‘¡Repudiemos a la canalla imperialista que se disfraza de democrática para atacar al pueblo alemán y a su gran gobierno! ¡Es mentira que Hitler persigue a los judíos, es mentira que persigue al PC, no hay campos de concentración en Alemania! Son todas mentiras del imperialismo’. Y a continuación… ¡lo aplaudieron todos los stalinistas! ¡No pudimos ganar a un solo judío del PC para nuestras posiciones! ¡Ni uno! Todos lo aplaudieron. Bueno, quedé anonadado, y la impresión me dura hasta la fecha. Ahí quedé convencido de que el Stalinismo es como una iglesia medieval, nadie duda de nada, todos aceptan lo que dice la dirección. Yo no podía creer lo que veía, aunque los compañeros anarquistas ya me habían prevenido.”

 

Lo peor del estalinismo redivivo: Siria.

El estalinismo fue herido de muerte por las revoluciones democráticas que tumbaron los regímenes de partido único, esa tradición entró en una profunda crisis (que sigue hasta nuestros días) pero han logrado re articularse bajo la dirección política del Partido Comunista de Cuba y el Partido Socialista Unido de Venezuela, y así han regresado las falsificaciones.

Los últimos cuatro años hemos visto una asquerosa falsificación y manipulación del castro chavismo en relación con la revolución siria, los intereses de negocios y diplomáticos del castrochavismo con la Rusia oligárquica de Putin, los ha llevado a una sistemática denuncia de las revoluciones árabes y especialmente de la revolución siria como una “conspiración de la CIA, los sionistas y las monarquías del golfo y de las empresas de comunicación”.

Como ha señalado Santiago Alba Rico: “Nunca la izquierda [la izquierda estalinista, valdría la pena aclarar], frente a una revolución popular, se ha comportado de un modo tan innoble: no sólo no se ha solidarizado con ella ni —una vez derrotada— ha honrado a sus héroes y lamentado el desenlace, sino que les ha escupido en la cara y ha celebrado su muerte y su derrota. Coherentes con este negacionismo típicamente imperialista (o estalinista) se ha situado al lado de la extrema derecha europea y ha reprimido además las movilizaciones en nuestras ciudades, criminalizando para colmo a la izquierda sensata que, al lado de la gente normal y decente, ha denunciado los crímenes de Asad y sus aliados sin dejar de denunciar asimismo los de Arabia Saudí, Turquía y EEUU ni –por supuesto— el fascismo intolerable, en todo equivalente al del régimen, del ISIS o del Frente-al-Nusra.”. (Rebelión. 23/12/2016).

Pero creemos que con el ascenso de Trump, podríamos estar frente a un comportamiento igual de innoble, que el que ha presentado el estalinismo en Siria.

¿Ola conservadora?

El 20 de enero asume Donald Trump el ejecutivo de Estados Unidos, desde que ganó las elecciones en diciembre el movimiento popular (jóvenes, mujeres, negros, migrantes, musulmanes, un sector de base del sindicalismo) no ha dejado de movilizarse.

El 20 y el 21 de enero centenares de miles se movilizaron, el 20-21 de enero vimos las mayores movilizaciones coordinadas en el planeta desde el 15 de Marzo de 2003, cuando los pueblos se movilizaron contra la guerra de Irak, se calcula que pudieron haber movilizaciones en 600 ciudades y puntos del mundo, incluyendo la Antártida.

El 21 de enero se movilizaron millones en la Marcha Mundial de las Mujeres, algunos calculan cerca de tres millones de personas, lo que probablemente sería la movilización unitaria más grande de la historia de los Estados Unidos.

La movilización fue claramente anti Trump y con una agenda de defensa de los derechos democráticos de las mujeres, derechos que piensan ser recortados por la administración Trump, de hecho uno de los primeros actos del gobierno de Trump, el lunes 23 de enero  fue reinstalar: “un decreto que prohíbe la concesión de ayuda estadounidense a organizaciones no gubernamentales y proveedores sanitarios en el extranjero que asesoren sobre el aborto como una opción de planificación familiar.” (BBC. 25/01/2017).

Lo vigoroso de estas movilizaciones en el corazón del imperialismo empiezan a zanjar una discusión que se venía realizando en el seno de la izquierda: ¿Hay una ola conservadora en curso?, así por ejemplo Emir Sader, uno de los ideólogos del gobierno del PT de Lula y Dilma había señalado: “en las últimas décadas, hemos visto como el conjunto del sistema político norteamericano se volvía más conservador.

El mismo Partido Republicano, pasó por el Tea Party, hasta llegar a la avalancha de Donald Trump [el cuál] empujará el centro político más hacia la derecha.

Pero no es solo un fenómeno norteamericano. En Europa (…) las corrientes que más crecen y se fortalecen son las de extrema derecha (…) Al igual que con el discurso de Trump, el tema de los inmigrantes es central en todas esas corrientes (…) Blancos, religiosos, violentos, van construyendo una nueva derecha, todavía más conservadora, de mayor exclusión social, étnica y cultural. (…) En América Latina, las sucesivas derrotas de la derecha en los países con gobiernos contrarios al neoliberalismo han conducido a procesos de radicalización de la derecha: desconocimiento de los resultados electorales, intentos de desestabilización política mediante campañas de los medios de comunicación con denuncias reiteradas, terrorismo económico, búsqueda de la descalificación personal de los líderes populares, acciones violentas de grupos terroristas, que han traído entre otras  consecuencias la radicalización de sectores más o menos amplios de la clase media. Buscan reinstaurar climas ideológicos de la guerra fría, con la intolerancia, la discriminación.” (Publico. 24/03/2016).

Creemos que esta posición es completamente equivocada, una sofisticación intelectual para continuar el embellecimiento y capitulación a los gobiernos y partidos del Foro de Sao Paolo (el PT, el PSUV, el FMLN, etc.)

Tenemos acuerdo con la opinión de nuestro compañero Eduardo Almeida, uno de los dirigentes de la Liga Internacional de los Trabajadores, quien señala: “Las gigantescas movilizaciones de mujeres contra Trump (las mayores de  la historia) así como las movilizaciones en el mundo del dia 20, indican una nuevo momento de la lucha contra imperialismo. Es posible ampliar la lucha contra el imperialismo movilizando contra su verdadera cara, que es la de Trump.

Esos hechos en el corazón del imperialismo, también desmienten una vez más la farsa de la “ola reaccionaria”. Trump venció como consecuencia del desgaste de los demócratas, después de la frustración de las expectativas con Obama.

Siendo procesos distintos, existe una semejanza, con la crisis de los gobiernos de Dilma y Kirchner en Brasil y Argentina.

Los cambios “a la derecha” en la súper estructura política, no significa necesariamente un cambio en la relaciones de fuerza en la sociedad. Trump es un gobierno de ultraderecha que va a intentar aplicar su plan. Pero, desde ya está chocando con una reacción inédita del movimiento de masas.

En México, la brutal crisis del gobierno de Peña Nieto (de derecha) esta enfrentando una movilización creciente, ya con elementos trump 2iniciales de doble poder, es otra demostración de lo equivocado de [la idea] de una “ola reaccionaria”.

Lo que se esta generando en el mundo es una polarización cada vez mayor de la realidad, con una inestabilidad política cresciente y una enorme crisis de los aparatos reformistas como el PT”

A las puertas de un embellecimiento de Trump.

Para el activismo social y la izquierda estamos pues entrando en un momento -claro está- difícil, pero con grandes posibilidades, el rechazo contra Trump y sus políticas es global y ha iniciado desde el día uno de su mandato (de hecho desde el día uno de su elección) una fuerte movilización.

Así que cualquier organización y activista de izquierda debería estarse preparando para las luchas obreras, antimperialistas y democráticas por venir. Pero curiosamente hay un sector de la izquierda que estaba guardando un sospechoso silencio y que ahora empieza a balbucear algunos argumentos… para  embellecer a Trump.

El banderazo de salida lo da Nicolás Maduro, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, que el 16 de enero de 2017, en Conferencia de Prensa dice: “Hay que esperar. Sobre el presidente Donald Trump los grandes medios internacionales han especulado mucho y nos sorprende la campaña de odio que hay contra él, brutal, en el mundo occidental y en EEUU” (…) “Yo digo: esperemos para ver qué sucede tanto en las políticas internas de EEUU como en las internacionales. No nos adelantemos a los sucesos. En ese sentido quiero ser prudente y decir: esperemos” (…) “¡Peor que Obama no será. Es lo único que me atrevo a decir!” (1) (2).

No hay advertencia, ni llamado a la lucha, ni menciones a “Mister Danger” o al “azufre”, sino un llamado a la calma y un claro embellecimiento, el razonamiento de Maduro es: “si los medios de comunicación, como CNN y el New York Times apoyaron a Hillary Clinton y atacan a Putin, a Assad y a mí mismo y ahora atacan a Trump… por algo será … algo de progresivo tendrá Trump”.

Con ese banderazo de salida, se ha desatado una carrera para que los más descabellados conspiracionistas y los más desvergonzados embellecedores de los estalinistas salgan a la luz pública.

Así el 19 de enero de 2017, Miguel Angel Ferrer, bloguero de Telesur, dice: “Hasta ahora Trump no ha planteado la posibilidad de una intervención militar de un país extranjero. Y tampoco ha insinuado que buscará derrocar mediante cualquier metodología a gobiernos de terceros países. Ni ha esbozado que procurará desestabilizar a otros estados. ¿Por qué, entonces, la histeria antitrump, visible en los medios de comunicación dominantes? (…) Ya veremos qué hace Trump. Pero por ahora su satanización en los medios dominantes carece de fundamentos objetivos. Y huele simplemente a una campaña obstaculizadora y saboteadora de su gobierno(3).

El 22 de enero de 2017, el webside semi oficial del chavismo,  ALBA movimientos reproduce el artículo “¿Quién financió la marcha de mujeres contra Trump?” (4), firmado por ALBA movimientos, donde se asegura:

Según un artículo de la periodista Asra Nomani, publicado por The New York Times, George Soros financia al menos 56 movimientos feministas y pro derechos humanos que participaron en la Women’s March. (….) “El nombre de George Soros es mundialmente conocido no sólo por su poder económico y vinculaciones con la política gringa, sino también por financiar -mediante sus ONGs- las revueltas violentas en Ucrania en 2014 que desembocaron en un golpe de Estado. Precisamente por esta razón, y por las vinculaciones de George Soros con el Partido Demócrata, es que el presidente Vladimir Putin alertó a Trump de que le estaría preparando un golpe de Estado al estilo ucraniano. Por su parte Hillary Clinton capitalizó políticamente el evento a través de un tuit, dejando entrever que George Soros y la élite política y financiera que adversa a Trump apuesta por todas las iniciativas que vayan socavando, desde distintos frentes, su presidencia”. La nota fue  removida 4 días después sin ninguna explicación.

Finalmente el 24 de enero de 2017, en el webside Rebelión, Atilio Borón, uno de los más sofisticados ideólogos del castro chavismo, con un poco más de pudor y elaboración dirá: “Quisiera ver qué dirán en ese momento los secuaces de Washington y sus paniaguados en los medios cuando escuchen a Trump pronunciar un discurso muy semejante al de Cristina [Kirchner], porque los desastres que el Consenso de Washington hizo en todo el mundo no exceptuaron a Estados Unidos. ¿Qué van a decir? Trump, para nada santo de mi devoción (como cualquier otro presidente de los Estados Unidos) comprendió que para reconstruir a su país tenía que arrojar por la borda las ideas que habían presidido las políticas económicas de la Casa Blanca desde comienzos de los ochenta. En su iconoclástico discurso inaugural proclamó el regreso al proteccionismo de los padres fundadores de la sociedad norteamericana (Alexander Hamilton, primer Secretario del Tesoro fue un contumaz proteccionista), denunció a la clase política tradicional –apañada y financiada por los agentes empresariales del neoliberalismo– de enriquecerse mientras la gran mayoría del país se empobrecía y las empresas y los empleos emigraban a otras latitudes y el “Sueño Americano” se convertía en una intolerable pesadilla.

Trump pretende dispararle el tiro de gracia al neoliberalismo porque su virus (…) contagió a la potencia integradora del sistema imperialista y sus efectos son letales. Habrá que ver si lo que en una nota anterior llamábamos “estado profundo”, o el “gobierno invisible” de EEUU. le permite concretar su propósito.” (5)   

Entonces ya tenemos el libreto de este nuevo “razonamiento” castro chavista, una mezcla pestilente de verdades a medias, amalgamas y falsificaciones: 1) Obama y Clinton, son demócratas y estuvieron apoyados por el capital financiero y por George Soros. 2) Obama y Clinton estuvieron detrás de las primaveras árabes y de los “golpes de estado” en Honduras, Paraguay y Brasil (“golpes blandos”, le dicen los estalinistas). 3) Putin se enfrentó a la revolución siria, por lo tanto venció a Obama y Clinton, ergo Putin es progresivo frente a Estados Unidos. 4) Trump admira a Putin y viceversa, por lo tanto algo tienen de parecidos. 5) Trump hace declaraciones antiglobalización y proteccionistas (es el nuevo Hamilton), Putin es antiglobalización y proteccionista, nosotros [los chavistas] somos proteccionistas y antiglobalización, por lo tanto tenemos intereses comunes. 6) CNN y el New York Times apoyaron a Clinton y atacan a Putin, Assad y Maduro, así también a Trump por lo tanto, algo de bueno tendrá Trump. 7) Hay movilizaciones de masas que enfrentan a Putin, Assad y Maduro, la derecha interviene en estas movilizaciones, por lo tanto son conspiraciones financiadas por George Soros, el capital financiero y CNN. 8) Las movilizaciones contra Trump son prematuras y reaccionarias, probablemente financiadas por Soros o una reacción del “estado profundo”, es mejor estar con Trump… por el momento.

Y así, hemos llegado a el que puede ser uno de los embellecimientos más escandalosos y reaccionarios que haya hecho el estalinismo en muchas décadas.

La verdad sobre Trump.

Así que de repente tenemos con el castro chavismo un debate que no esperábamos tener: demostrar que el “trumpismo” es una fuerza reaccionaria e imperialista hasta la médula.  Recordaremos algunos argumentos.

Parece necesario recordar que Trump reiteró esta misma semana que deberían de haberse «llevado» el petróleo de Iraq (es decir radicalizar los crímenes de guerra), ha aceptado que se deberia de utilizar tortura  y el asesinato de familiares como una forma de combate contra «los terroristas». El 25 de enero, se espera que anuncie el inicio de la construcción del Muro en la frontera de México, un día antes anunció el re inicio de dos polémicos oleoductos ampliamente rechazados por los pueblos originarios y la población en general.

Además su gabinete es el gabinete de los ricos más ricos, en la historia de Estados Unidos, por lo tanto de la historia de la Humanidad.

Señala correctamente Roberto Laxe: “Donald Trump es el nuevo jefe del imperialismo norteamericano, como hasta ahora fue Obama, lo fue Bush, Clinton, etc. etc. El capital yanqui, a través del mecanismo democrático del voto, ha cambiado de jefe porque un sector de la burguesia, con Fox News a la cabeza (que Trump se deje de gritar contra los medios, porque los medios, lo pusieron ahí, que solo engaña a incautos pegados al twitter), ha visto que para luchar contra su crisis y decadencia hay que enfrentar el enemigo interno, los derechos laborales y sociales de la poblacion trabajadora yanki, antes de lanzarse a más aventuras que solo traen derrotas. El aislacionismo de Trump no viene a que renuncie al papel imperialista yanki, sino por una consideración táctica: los EE UU no tienen capacidad financiera para seguir siendo los gendarmes del mundo. Es un «paso atrás», para, si consiguen sus objetivos, volver con más fuerza si cabe.”

Por otro lado Michael Roberts ya nos había advertido, que el Trumpismo económico, no es ningún proteccionismo, ni ningún regreso a Hamilton, sino que en realidad es: “una combinación de keynesianismo y neoliberalismo.  Los nuevos recortes de gastos e impuestos deben ser pagados, al parecer, con una mayor desregulación de los mercados y las condiciones de trabajo para aumentar las ganancias. Esto se supone que aumentaría la tasa de crecimiento en un «modelo dinámico», o lo que antes se llamaba ‘economía de goteo’, donde se recortan impuestos a los ricos y estos lo gastan en bienes y servicios, de manera que el resto de nosotros conseguimos algo más de ingresos y puestos de trabajo. El principal incentivo, según el propio experto económico de Trump, no son las reducciones en la tasa de impuestos personal o corporativos, sino permitir a las empresas amortizar sus inversiones de inmediato, en lugar de a través del tiempo.” (6)

En otro artículo Michael Roberts plantea con sensatez, que la política económica de Trump favorecerá especialmente a las grandes corporaciones, al capital financiero y a sus CEO:

“Parte del plan de Trump (de nuevo me apresuro a añadir si lo aplica) es reducir la tasa fiscal para las empresas que tienen enormes reservas de efectivo en el extranjero si repatrían estos fondos para invertir en EE UU. A diferencia de otros países desarrollados, EE.UU. grava a las empresas a nivel mundial, pero permite que las empresas difieran el pago de impuestos sobre las ganancias en el exterior hasta que repatrían esos ingresos. Como resultado, las empresas estadounidenses han evadido impuestos en Estados Unidos escondiendo aproximadamente unos $ 2.6 billones fuera del país, una cifra calculada por el Comité Conjunto del Congreso sobre Impuestos. Los cinco corporaciones más importantes en relación con su tenencia de efectivo en el extranjero al 30 de septiembre de 2016, son Apple ($ 216 mil millones), Microsoft ($ 111 mil millones), Cisco (60 mil millones de dólares), Oracle Corp. (51 mil millones) y Alphabet Inc. (48 mil millones de dólares).

 

Ya se intentó algo así en 2004 con George Bush. Pero el resultado no fue un incremento de la inversión productiva, sino una nueva ola de especulación financiera. Las empresas consiguieron una «amnistía fiscal», pero utilizaron el dinero que repatriaron en la compra de sus propias acciones o el pago de dividendos a los accionistas, lo que elevó el precio de las acciones y pidieron crédito, con tasas muy bajas, utilizando como colateral el mejorado ‘valor de mercado’ de las compañías. En 2004, cuando las empresas estadounidenses repatriaron $ 300 mil millones en efectivo, las recompras de acciones en S & P 500 aumentaron un 84%.

Los economistas de Goldman Sachs (GS) consideran que volverá a suceder con el plan de Trump. De hecho GS estima que el próximo año la recompra de acciones será el destino final de la mayor parte de las ganancias de las compañías, en una proporción que será la más alta de los últimos 20 años. Estiman que 150 mil millones de dólares (o el 20% de la recompra del total) serán dinero en efectivo en el extranjero repatriado. GS predice que la recompra de acciones será un 30% mayor que la del año pasado, en comparación con sólo un 5% más sin el impacto de la repatriación de capitales, mientras que su aportación a la inversión productiva cambiará poco.

Cuando se le preguntó qué haría con el dinero repatriado en caso de aplicarse el plan Trump de exenciones fiscales sobre los beneficios en el extranjeros, el CEO de Cisco Systems Inc. , Chuck Robbins afirmó: «Tenemos varios escenarios en relación con lo que nos gustaría hacer, pero puede suponer que nos centraremos en los obvios: recompras de acciones, dividendos y actividades de M & A«.” (7).

Esperamos que este articulo ayude a los simpatizantes honestos del chavismo a pensar en la brutal falsificación y embellecimiento que está montando la cúpula chavista, por otra parte hacemos desde ya la advertencia a todos los activistas que se preparan para luchar contra Trump alrededor del mundo, que probablemente encuentre en el castro chavismo un obstáculo y no un punto de apoyo a su lucha.