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Elecciones municipales muestran crisis del régimen político

Las pasadas elecciones municipales mostraron la crisis del régimen donde los partidos de los empresarios disputan quién administra para su beneficio las 82 alcaldías del país, mientras las necesidades del pueblo trabajador siguen en el olvido.


Esta campaña profundamente antidemocrática estuvo rodeada de clientelismo y decadencia: desde candidatos a alcaldes participando en corridas de toros, hasta las tradicionales entregas de diarios o promesas vacías. A esto hay que sumarle los escándalos de corrupción que salpican a alcaldes y regidores, así como la reelección de muchos de ellos (Johnny Araya dirigirá por quinta vez la municipalidad de San José).

Por esto vimos un altísimo 63,6% de abstencionismo como una manifestación del descontento contra un régimen político que solo beneficia a unos pocos.

Vemos también una crisis del progresismo del PAC-FA, que se presentaron en coalición en varias zonas del país. El PAC quedó solo con 4 cuatro alcaldías y ni siquiera pudo inscribirse en 37 cantones, mientras que el FA perdió la única que tenía. Esta crisis se debe al malestar de la población contra un gobierno empeñado en atacar al pueblo.

El PLN es mayoría con 41 municipios, aunque perdiera 9 si lo comparamos con la última elección; de conjunto hubo un repunte del bipartidismo ante la debacle del PAC, ya que el PUSC pasó de 14 a 16 en 2020.

Desde el Partido de los Trabajadores llamamos a votar nulo porque ninguna opción representaba a la clase trabajadora. Todos los partidos estaban por mantener los privilegios de los empresarios de las plantaciones, construcciones y zonas francas, por seguir atacando los derechos de las y los trabajadores municipales y por el festín de concesiones a empresas privadas.

Creemos que la tarea principal de la clase trabajadora es organizarse para luchar contra los efectos de la crisis, por defender el derecho a huelga o contra los ataques al salario y los tarifazos que siguen a la orden del día.