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Es necesario un aumento salarial de emergencia del 10%, un nuevo salario mínimo y canasta básica

Fotografía tomada el 21 de julio de 2004 del sector conocido como las "Cuencas de Guararí", en la zona sur de la provincia de Heredia (norte), terrenos estatales en los cuales corren muchas de las aguas negras de las localidades aledañas y donde se han asentado unas 45.000 personas, el 80% de origen nicaragüense. Los gobiernos de Costa Rica y Nicaragua impulsan conjuntamente un plan piloto que pretende solucionar el problema de vivienda a miles de habitantes de este precario levantado a lo largo de malolientes riachuelos y en condiciones insalubres. AFP PHOTO/Mayela LOPEZ

San José, ene (Socialismo Hoy) – Durante los últimos diez años diferentes medios de comunicación han dado noticias de la reducción de la pobreza en nuestro país. Pero cada vez nos resulta más difícil llegar a fin de mes y además siguen aumentando las tarifas de la luz, hemos tenido varios aumentos en las tarifas de autobuses y de los peajes. Casi resulta imposible poder comprar una casa o pagar una carrera universitaria, por lo que las personas cada día se endeudan más y nos resulta aún más difícil poder cubrir los gastos cada mes.

Según los datos del INEC, el costo de vida se incrementó durante el 2017. En promedio, los bienes y servicios de la canasta de consumo aumentaron ¢1.010 por cada ¢100 mil y más de la mitad de productos de la canasta aumentaron de precio. Igualmente durante los últimos años el aumento salarial ha rondado el 0% y sigue creciendo la tasa de desempleo, que en el tercer trimestre del 2017 es de 9,4%.

Pero el gobierno del Luis Guillermo Solís ha salido a celebrar con bombos y platillos la reducción de la pobreza en nuestro país porque la última Encuesta Nacional de Hogares determinó que 10.400 familias salieron de la pobreza extrema por las ayudas estatales.

¿Realmente se ha reducido la pobreza en Costa Rica?

Primero, debemos decir que no es digno de celebrar los números de la pobreza en nuestro país cuando según el Estado de la Nación se estima que todavía 11% de los hogares son pobres porque no tienen dinero suficiente para comprar la canasta básica y otro 11% está en esa condición por carencias en educación, vivienda, salud, trabajo o protección social.

Además estos números deben de ser mayores, ya que la canasta básica realmente no determina los productos que la clase trabajadora consume para tener una vida digna y los criterios que se utilizan para determinar la condición de pobreza son completamente lejanos a la realidad de las familias trabajadoras. Por ejemplo, según el INEC la canasta básica para noviembre de este año estaba en ¢46.986,17; con eso nos quieren decir que es lo que necesita una familia para sobrevivir un mes lo cual es claramente falso.

Pero además del cinismo de establecer una canasta básica tan lejana a la realidad es que si una familia tiene esa cantidad de dinero para comprar la comida ya no se considera pobre, y si tiene ¢10.000 más sobre el costo de la canasta, entonces se suma a las familias vulnerables.

Es necesario declarar un aumento salarial de emergencia nacional

Según el Estado de la Nación, en promedio, el 80% de los ingresos de las familias proviene del trabajo. Además, en el país existen 219.444 hogares que no son pobres, pero por el nivel de sus ingresos están en zona de vulnerabilidad de caer en esa condición.

Mientras que la vida cotidiana cada día es más cara, los gobiernos solamente han seguido aumentando los impuestos a la clase trabajadora y los salarios llevan años estancados. Por eso es que desde el Partido de los Trabajadores proponemos luchar por un aumento salarial de emergencia de 10% para todos los trabajadores. Eso permitiría que el valor adquisitivo de nuestro salario recupere algo del terreno que ha perdido en estos últimos años.

Además, el actual salario mínimo se basa en una canasta básica que no tiene nada que ver con lo que realmente gastamos las familias trabajadoras. No hay forma de llegar a fin de mes con un salario basado en la actual canasta, a la que además le han ido quitando cada vez más productos. Por eso, proponemos una redefinición del salario mínimo, basado en una canasta básica discutida por los trabajadores y comunidades, que parta de las verdaderas condiciones que enfrentamos.

La única forma de acabar con la pobreza es con un gobierno de los trabajadores

Los partidos de los empresarios proponen simples parches para combatir la pobreza, pero ninguno de ellos se propone aumentar los salarios. Esto se debe a que estos partidos defienden los intereses de los empresarios, que tienen la política opuesta: rebajar el valor de nuestro salario y “reducir costos” que terminan afectando a nuestras familias.

Solamente con un gobierno de los trabajadores, que no tenga vínculos con los empresarios, se puede combatir la pobreza partiendo del problema salarial, del empleo y de la necesidad de luchar para que aquellos que vivimos de nuestro salario tengamos una vida digna.

¡Luchemos por un aumento salarial del 10% de emergencia

¡Por una nueva canasta básica y un nuevo salario mínimo

¡Por un gobierno de los trabajadores para combatir la pobreza y el desempleo!