Luego de 4 años del gobierno del PAC, la mayoría de la población se sintió defraudada por aquella promesa de cambio que nunca llegó. De cara a la segunda ronda, el principal debate parece ser el tema de los derechos de las mujeres y la población LGBTI como si hubiera un partido que los apoya y otro que los ataca. Pero en realidad, cada uno de los dos partidos políticos en esta segunda ronda, traen consigo una agenda cargada de ataques.
Los datos de las provincias en las que ganó el PRN son muy ilustrativos de la situación del país. Zonas costeras, empobrecidas, víctimas de la desatención estatal, que anteriormente eran copadas por los aparatos electorales del PLN y PUSC, pero que en estas elecciones se inclinaron por apoyar a un partido hasta ahora minoritario.
Llama la atención el voto de las mujeres más pobres en esta elección, considerando que las declaraciones de Fabricio Alvarado representan un retroceso en sus derechos. Fueron muchas mujeres trabajadoras y empobrecidas las que apoyaron a Restauración Nacional no solo con el voto sino con la organización de su campaña. Según las últimas encuestas, de cara a la segunda ronda, sigue contando con un apoyo mayoritario, donde un 58% de las mujeres decididas a votar manifiesta su apoyo al PRN.
Siendo este un país donde el 61% de las mujeres que viven en pareja dependen del salario de estas, atadas a las tareas domésticas y de cuido, hay que explicarse por qué muchas de ellas vieron en el PRN una salida a sus frustraciones. Por eso la victoria de Restauración entre las mujeres trabajadoras y pobres, debe ser analizada a la luz del fracaso de las políticas del gobierno del PAC, que no logró corregir la profunda inequidad económica, los altos índices de violencia machista y la pesada carga que implica la doble jornada laboral de las mujeres trabajadoras.
La paradoja del PAC:
A pesar de presentarse como el campeón de los derechos democráticos, el Partido Acción Ciudadana fue derrotado en estas elecciones entre las mujeres más pobres. Los sectores más oprimidos lo identifican con un mal balance en su política de ser el gobierno del cambio.
Es preciso recordar que el candidato presidencial, Carlos Alvarado, estuvo al frente de dos importantes Ministerios. Como Ministro de Desarrollo Humano e Inclusión Social, fue promovido como una figura joven e innovadora, que mediante una gestión técnica agilizaría los recursos del Estado para atender la pobreza.
Bajo su gestión se implementó el Programa Puente al Desarrollo, que brinda ayudas sociales para la atención de familias en pobreza, y vinculado a este, surgió el Programa de Ideas Productivas, al que se le destinó en el 2016 más ¢1.900 millones para fortalecer pequeños emprendimientos. Estos proyectos de emprendimientos en su mayoría son encabezados por mujeres y han sido parte de las principales políticas del gobierno del PAC, quienes los han promovido a través del INAMU y el IMAS como una opción para que las mujeres salgan de la pobreza, a pesar de que el 90% de estos fracasan en los primeros dos años.
Las mujeres dejaron de ser mano de obra explotada con los programas del PLN como Manos a la Obra, donde realizaban trabajo sin garantías laborales, a ser nuevamente condenadas a la precariedad mediante los proyectos de ideas productivas impulsados por el gobierno del PAC, bajo el argumento de que deben esforzarse lo suficiente para que su pequeño proyecto de emprendimiento sea exitoso en un contexto totalmente adverso para salir de la pobreza.
En el 2017, el gobierno salió a anunciar con bombos y platillos la reducción de la pobreza, un logro que en plena campaña política se podría atribuir a la labor del ahora candidato presidencial. Sin embargo, el Estado de la Nación señalaba que el 61% de la reducción de la pobreza se debió a los subsidios estatales y no a la mejora en los ingresos de las familias trabajadoras. Eso es bien sabido por esas familias pobres, que aunque reciben aportes económicos momentáneos para estabilizar su situación, no ven una mejora permanente cuando siguen recibiendo salarios de miseria.
Posteriormente como Ministro de Trabajo, Carlos Alvarado asumió el compromiso de dar continuidad a los recortes impulsado por su predecesor. La Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), había solicitado el nombramiento de un nuevo titular que continuara con la renegociación de convenciones colectivas y el freno a los “privilegios sindicales” que inició Víctor Morales; a lo cual el presidente Luis Guillermo Solís dio garantía colocando a Alvarado.
Como parte de las renegociaciones que se dieron durante su gestión, estuvo la de Recope, una convención muy cuestionada en los medios de comunicación, por los supuestos privilegios que se otorgaban a los trabajadores. Esos supuestos privilegios en realidad son temas por los que hoy estamos luchando.
Parte de los recortes que se dieron a esa Convención Colectiva incluían aspectos fundamentales para las familias, y que afectan sobre todo a las mujeres. Se recortaron los aportes económicos que se daban a los trabajadores por el nacimiento de sus hijos. También se eliminó la facilidad del transporte dado a los funcionarios para atender emergencias familiares o citas médicas; lo que implica desalentar la participación masculina para atender emergencias familiares, tradicionalmente recargadas a las mujeres. También se eliminaron las becas a los hijos de los trabajadores. Se eliminó además el pago de ayudas económicas para la atención de los hijos de los empleados en guarderías, lo cual es una medida nefasta, ya que cuando los altos costos de las guarderías deben ser asumidas por las familias, muchas de ellas optan porque la mujer deje de trabajar remuneradamente fuera de casa y vuelva a su hogar a hacerse cargo del cuido de sus hijos.
Este gobierno carga además con un historial de represión a las comunidades en lucha como Sardinal y Paquera, contra migrantes y sindicalistas por la defensa de sus derechos laborales.
La noche del 4 de febrero, luego de reconocer los resultados, en su discurso Alvarado prometió continuar con los recortes a las Convenciones Colectivas, en lo que parecía ser un llamado a la calma a los sectores empresariales. Y es que este ha sido su compromiso y el del PAC, un gobierno que promueve la buena imagen en políticas de equidad de las empresas como lo hace con el proyecto de Sello de Equidad de Género del INAMU, mientras éstas despiden a las trabajadoras que ejercen su derecho a sindicalizarse[1] Por todo esto, es comprensible que las mujeres trabajadoras vean con desconfianza la candidatura de Carlos Alvarado, siendo este la continuidad de un gobierno que en los últimos dos años redujo los salarios de la industria manufacturera (conformada en buena parte por mujeres) en un 8% y donde solo un 36% de las trabajadoras reciben todas las garantías laborales.
Pero además, el PAC, que se presenta como defensor de los sectores oprimidos y del Estado Laico, ha sido responsable de impulsar en las mismas comunidades la presencia y legitimidad de las organizaciones religiosas. En marzo del 2017 inauguraron el 7mo centro infantil en coordinación con la Asociación Roblealto en Los Guido de Desamparados[2], que es “una organización cristiana, de bien público, sin fines de lucro” según su propio perfil en la web y cuya misión es “atender a los niños, niñas y adolescentes de la sociedad costarricense que se encuentran en riesgo social; motivo por el cual requieren de una atención especializada en un momento de sus vidas; para tener mayores opciones de llegar a ser hombres y mujeres de bien”. Es decir, los recursos del Estado para la Red de Cuido los están poniendo en manos de estas organizaciones cristianas, entregándoles así mismo a ellas la educación de las y los niños en su primera infancia, y por tanto relegitimando así la ideología de las iglesias en las familias y sobre todo de las mujeres, quienes sienten aliviada la carga del trabajo doméstico y muchas veces también ven en estas organizaciones la ayuda que les garantiza alimentación y cuido de sus hijas e hijos. Por eso es que el PAC no solamente ha sido responsable por dejar espacios vacíos en las comunidades más pobres donde la iglesia ha llegado, el PAC es responsable de abrirle directamente estos espacios a la Iglesia.
El PAC además llegará en mayo a la Asamblea Legislativa con una representación profundamente fragmentada, que se ha manifestado en contra del matrimonio igualitario o de avances en el tema del aborto, como es el caso de Welmer Ramos.
Fabricio Alvarado: divide y vencerás
Por su parte, el candidato del PRN se ha presentado como el representante de los sectores más empobrecidos. Su candidatura adquirió relevancia luego de que en enero del 2018 la CIDH emitiera una declaración a favor del matrimonio igualitario para parejas del mismo sexo y Fabricio se convirtiera en el abanderado del combate a esta resolución, a la educación sexual, y los derechos de la población LGBTI.
Fabricio ha aprovechado la situación de abandono que vive buena parte de la sociedad, para montar su propuesta política. Con un cuidadoso manejo de las palabras, ha logrado comunicarse con los sectores más afectados por los recortes que él mismo ha apoyado. Conociendo la situación de desamparo de miles de mujeres, ataca las prioridades de trabajo del INAMU; sabiendo las molestias que existen con las largas filas o las listas de espera en la CCSS, llena su discurso de ataques contra el tratamiento hormonal para las personas trans; conociendo la preocupación que hay por los altos índices de inseguridad, propone reforzar los valores desde la casa. Por eso su campaña se crea a partir de los huecos que han dejado los gobiernos en la atención de aspectos fundamentales que preocupan a la población y a partir de eso ha buscado una salida, creando falsas divisiones y atribuyéndole a los derechos de un sector de la población, los males de la sociedad.
Bajo el discurso de la defensa de la familia, Fabricio Alvarado ataca los derechos de las mujeres y la población LGBTI, sin hablar nunca del machismo, la desigualdad económica o la violencia como los verdaderos causantes de la “desintegración familiar”.
Así presenta proyectos para que se penalice con 35 años de cárcel a las mujeres que abortan. Defiende un ideal moral y religioso en su campaña, obviando decir que en este país 1 de cada 2 mujeres no querían su último embarazo[3] y que se practican cientos de abortos clandestinos, no dice que las más perjudicadas con la penalización son las mujeres pobres y trabajadoras. En países como El Salvador, decenas de mujeres que en situación de pobreza, tuvieron problemas obstétricos en algún momento del proceso de gestación, sufrieron pérdidas del embarazo o experimentaron partos sin asistencia médica. Llegaron desangrándose en busca de ayuda a los servicios de salud y allí fueron injustamente denunciadas, las procesaron y condenaron por homicidio agravado, obligándolas a pasar del hospital a la cárcel, precisamente por contar con leyes que penalizan el aborto y que dan paso a una verdadera persecución contra las mujeres.
Más allá de las prácticas religiosas que han sido motivo de burla en las redes sociales, las personas creyentes escuchan a sus líderes religiosos poniendo en alto sus valores. Laura Moscoa, esposa de Fabricio Alvarado se presentó en esta contienda electoral con un discurso que refleja la vida de miles de mujeres en el país, refiriéndose a su historia de vida como una mujer pobre, que empezó a trabajar desde muy niña y que fue víctima de violencia sexual desde muy corta edad. Por eso en un país donde ocurren 14.000 embarazos adolescentes al año, víctimas de las relaciones impropias y violencia sexual, su discurso logra llegar a tantas mujeres, que se ven reflejadas en su historia de vida y sus creencias.
El elemento central de porqué este discurso religioso ha encontrado un terreno fértil en el cual desarrollarse, es porque en la medida en que aumenta la explotación de la clase trabajadora y esa explotación acarrea todo tipo de secuelas, como la destrucción de los valores humanos y la falta de perspectiva futura de una vida mejor, más personas depositan sus ilusiones en alguna de esas innumerables iglesias. Y es por esto que salen con fuerza a defender a esas ideas a las que se aferran, y lo hacen ya sea trabajando con fuerza el día de elecciones o cerrando escuelas para impedir que se imparta educación sexual en las aulas.
Ante el posible aumento de ataques
Muchas personas están preocupadas por la posibilidad de que se incremente el nivel de violencia contra los sectores oprimidos ante la eventual llegada de Fabricio Alvarado al gobierno y se cuestionan si por esto, no deberíamos de dar un apoyo crítico a Carlos Alvarado.
Compartimos esa preocupación y somos conscientes de que el nivel de violencia ha aumentado tanto en los discursos como en las agresiones físicas, pero no creemos que el voto sea una medida de protección contra eso.
El nivel de ataques y violencia que hoy están en las calles son producto de un discurso que nos ha llegado a dividir y que ya está presente en la sociedad. Pero no podemos apostar a que un gobierno del PAC vaya a contrarrestar eso. Hoy ya estamos con un gobierno del PAC y eso no ha impedido que las agresiones se den, menos aún con la posición tímida que este gobierno ha decidido tomar.
No podemos decir con certeza que ocurrirá después de las elecciones, o cuál será la reacción de esos votantes que hoy están apostándole todo a que su partido quede. Cualquier sector se puede sentir “envalentonado” con el resultado electoral, gane quien gane, por eso es falso decir que un eventual gobierno del PAC será una especie de vacuna contra el incremento de las agresiones. Recordemos que con este gobierno como con ningún otro, los sectores religiosos han salido a las calles a hacer sus demostraciones de fuerza.
El discurso que promueve Fabricio le es muy útil a los sectores empresariales, porque fomenta divisiones a lo interno de nuestra clase, apostando por menos derechos y desviando el enojo de quien realmente se lo merece, que es la clase dominante. Pero estas divisiones han calado tan hondo que inclusive se puede palpar entre los mismos activistas. En estos días en el PT ha sido blanco de fuertes críticas por nuestro llamado al voto nulo. Se nos ha acusado de no tener un interés legítimo en los temas de la mujer, o el combate a las opresiones, de usar de manera utilitaria la defensa de los derechos de las mujeres, la población LGBTI y la clase trabajadora. Se han lanzado amenazas inclusive argumentando que no quieren vernos participar de las marchas, que deberíamos ser expulsados de esos espacios o que seremos los culpables de las agresiones machistas y homófobas que estén por venir.
Nuestro partido acumula más de diez años de lucha por los sectores más explotados y oprimidos, hemos sido consecuentes en las luchas por los derechos de las mujeres y la población LGBTI. Levantamos con fuerza en esta campaña electoral, un programa por el combate a las opresiones que ningún otro partido se atrevió a levantar, no solo por un cálculo electoral, sino porque no creen en él. Irónicamente para algunos, parece que nuestros años de activismo hoy se borran porque no defendemos un voto por el PAC.
Se equivocan quienes creen que nuestra elaboración del voto nulo se hace desde la comodidad, desde el privilegio, de ser mujeres y hombres heterosexuales de clase media. Sabemos que hay un mundo de redes sociales que coloca el llamado al voto crítico por Carlos, pero donde la posición mayoritaria de las comunidades donde intervenimos es de apoyo a Fabricio, no solo por el peso de las religiones, sino porque han sido víctimas de la represión y el abandono de este gobierno. Nuestra tarea es explicar a ambos sectores que ni el PAC ni el PRN cumplirán sus expectativas. Por eso insistimos en que este discurso divisionista y de miedo ha sido muy exitoso, porque nos mantiene en falsas discusiones, peleando a lo interno de la clase trabajadora, entre activistas, mientras ellos se garantizan un trabajo de hormiga que les darán los votos para ser gobierno por los siguientes 4 años.
Desde el PT seguiremos manteniendo un criterio de clase, ni el PAC ni el PRN podrán resolver las demandas de la clase trabajadora y dependerá de nosotros enfrentar los ataques, en las calles, con la organización en las comunidades, combatiendo el machismo y la homofobia en los lugares en los que estamos; no apostando a que sea el PAC quien nos proteja, como no lo ha hecho hasta ahora. La única salida es organizando la lucha para enfrentar los ataques vengan de donde vengan.
Solo una salida socialista podrá dar solución a los problemas de las mujeres
No hay certeza de lo que vaya a pasar después de estas elecciones, la única certeza que tenemos es que con ambos vendrán más recortes y ataques. La situación nacional ya está polarizada, e independientemente de quien gane, será la fuerza de la movilización en las calles la que definirá nuestro futuro.
Estamos discutiendo con aquellas personas que hoy defienden con fuerza su familia, que la forma de hacerlo no es con el voto por Fabricio, que la religión es una decisión personal y no debe ser un asunto de Estado, que la salida es la lucha, que es la única que nos puede cambiar la vida.
Tenemos una gran responsabilidad en esta segunda ronda combatir de esas ilusiones, no solo las que generan las iglesias sino también las que generan los partidos “progresistas” que llaman a la clase obrera a depositar sus esperanzas en instituciones, retirándolas de la lucha por la emancipación de la clase trabajadora. Mas que nunca, es necesario unificar las luchas de la clase obrera con las luchas contra la opresión, y por eso seguiremos realizando esfuerzos en esta línea, discutiendo y combatiendo las falsas ilusiones que nos dividen.
Desde el PT seguiremos defendiendo un proyecto socialista y luchando todos los días por el derecho a la educación sexual laica, al derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo, por el acceso a guarderías para que las mujeres puedan trabajar, por la igualdad salarial, por la ampliación de las licencias de maternidad, por el Estado laico. Seguiremos participando con la fuerza que nos ha caracterizado de las marchas, foros, discusiones, volanteos, llevando nuestro programa y defendiendo la necesidad de una alternativa socialista para las mujeres trabajadoras.
Les invitamos a que se acerquen a nuestro partido, acompañen nuestra columna en la marcha de este 8 de marzo y a que nos acompañen a los actos que estará realizando el Partido de los Trabajadores en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, el próximo 11 de marzo en Barrio Luján a partir de las 2:00 p.m. y en las distintas actividades que tendremos en Limón, Alajuela, Heredia y la Zona Norte.
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[1] Ver nota en Socialismo Hoy Digital: http://socialismohoy.com/carta-abierta-al-inamu-de-la-secretaria-de-la-mujer-de-sitrasep/
[2]http://presidencia.go.cr/comunicados/2017/04/alianzas-entre-actores-sociales-y-gobierno-fortalecen-los-alcances-de-la-red-nacional-de-cuido-y-desarrollo-infantil/)
[3] Encuesta Nacional de Salud Sexual y Reproductiva 2015.