San José, mayo (San José) – En 2017 la Dirección de Aguas concesionó a privados el uso de 31.638 Hectómetros cúbicos de agua. Mientras esto ocurre, 500 mil costarricenses sufren de racionamientos de agua potable.
El 95% de esas concesiones se otorgan a empresas hidroeléctricas privadas que producen energía que el ICE no necesita, seguido del riego en la agricultura extensiva y solo un 0,2% para consumo humano. El agua para el consumo humano representa 351 millones de metros cúbicos anuales, la agricultura usa cinco veces más agua (1500 millones de metros cúbicos) (Estado de la Nación en Desarrollo Sostenible).
Mientras tanto comunidades del Valle Central, Pacífico Central y Guanacaste sufren recortes de agua que duran hasta 12 horas. Se anuncia que el próximo año la situación va a empeorar afectando a cientos de miles de personas. La reacción ha sido evidente ya en algunas comunidades, cuyas manifestaciones apoyamos como la del pasado 4 de abril de los vecinos de Zapote que bloquearon la calle principal por más de una hora, exigiendo el fin de los racionamientos.
El acceso al agua está levantando a las comunidades a luchar contra un gobierno neoliberal que continúa con los recortes en la inversión al sector de acueductos que sus predecesores también hicieron.
Inversión insuficiente
Costa Rica invierten muy por debajo de las necesidades en alcantarillado, agua potable, tratamiento de aguas residuales y saneamiento de agua rural.
El Plan Nacional de Inversiones en Saneamiento 2017-2045 afirma que con una inversión por encima de los 200 mil millones de colones nos tomaría 26 años lograr que el 100% de la población cuente con los servicios de agua que requiere. Sin embargo en 2017 Costa Rica solo invirtió 79.535 millones de colones para infraestructura hídrica. Esto quiere decir con la inversión actual es imposible lograr que haya agua para nuestras comunidades, por eso el problema no es la sequía si no la incapacidad de los gobiernos.