San José, jun (Socialismo Hoy) – Como era de esperarse, la aprobación del Plan Fiscal venía acompañada con una serie de proyectos que eran parte de una agenda anunciada desde hace años y que los gobiernos del PLN y el PAC bajo la dirección de Luis Guillermo Solís, no pudieron implementar en su momento. Sin embargo el nuevo gobierno del PAC, aliado con el PUSC y el FA han venido con paso firme en la aprobación de una serie de ataques al sector trabajador, continuando con una sistemática campaña que culpabiliza al sector público de la crisis económica que viene sufriendo el país.
Ha sido el sector público, el que aprovechando la posibilidad de organizarse libremente en sindicatos, ha venido poniendo freno, aunque con dificultades, a los proyectos de ley que atacaban los derechos laborales de los trabajadores.
Sin embargo, el gobierno está teniendo una política para contrarrestar esa fuerza y actualmente están en la corriente legislativa proyectos que atacan gravemente a los sindicatos, limitando el derecho a huelga y reduciendo a la inactividad los métodos de lucha.
Ante esto, los sindicatos deberían estar de forma combativa enfrentándose al gobierno, colocándose a la vanguardia de la organización de sus sectores y convocando a una huelga para tratar de ganar el pulso y no dar pie a que el gobierno se arme aun más. Lamentablemente esto no ha sido así, pues muchas de las dirigencias han apostado a la batalla legal como única salida y avalar las limitaciones en los métodos de lucha infructíferos que propone el gobierno. Tanto así, que hoy por hoy el panorama es incierto, no hay claridad del accionar de los sindicatos y de la ruta que ya se debió haber iniciado.
Quedó claro en la pasada huelga que la confianza en la institucionalidad del Estado es un error y que la única forma de ganar nuestras batallas es a través de la movilización en las calles, implementando los métodos naturales de lucha de la clase trabajadora. Ahora es tarea central de las bases sindicales exigir a sus dirigentes el llamado y convocatoria inmediata a una nueva huelga.