Es muy probable que Costa Rica termine el año con más de 160 mil casos confirmados de Covid-19, al 12 de diciembre han fallecido 1985 personas a merced de la enfermedad. En el contexto del fin de año, donde las reuniones familiares y de amistades solían ser algo común, en el presente año podrían ser como combustible al fuego de la pandemia. El gobierno insiste en avanzar con las aperturas, el trabajo y las clases presenciales; políticas que no hacen más que acelerar el contagio del virus. Mientras los sistemas de salud se saturan, las noticias de las primeras aplicaciones de la vacuna a nivel mundial parecen ser la esperanza.
Estas vacunas están saliendo de sus fases de prueba, recibiendo la aprobación de organismos internacionales y en países como Gran Bretaña y Chile están comenzando a ser aplicadas. Sin embargo, presentan la incertidumbre de por cuanto tiempo es eficaz. Se casos conocidos de personas que se han contagiado del virus varias veces, indicando que los anticuerpos generados tienen poca duración. De esta forma las vacunas incluye una solución momentánea.
Por otro lado, el acceso a la vacuna destapa la cara más voraz del capitalismo. Los medicamentos son accesibles sólo a los que pueden pagarlo. La cara del imperialismo es la competencia entre países por acceder a la vacuna. Donde los más poderosos tienen prioridad en su acceso, porque son quienes pueden pagar más y más pronto. El presidente Trump prometió que luego que la FDA (agencia que regula alimentos y medicamentos en EEUU) la primera vacuna sería aplicada 24 horas después. Por otro lado, Costa Rica a pesar de tener contratos desde ya para comprar vacunas, la campaña de vacunación arrancaría en algún momento del tercer trimestre del 2021, aún sin fecha definitiva.
La vacuna en el país
El país tiene negociaciones por 6 millones de dosis, cada persona necesita dos dosis así que esta cantidad alcanzaría para 3 millones de habitantes. Las empresas proveedoras son COVAX-Facility, Pfizer BioNtech y AstraZeneca. Mientras que AstraZeneca vendió en 4$ cada vacuna al país, a través del programa COVAX-Facility, se pagó un poco más de 10$ por vacuna. Esa diferencia en los costos es producto de la especulación, el contrato con COVAX fue de los primeros que se firmó.
La vacuna de Pfizer será la primera en llegar al país, aportando dosis para 1,5 millones de personas. Pero se sabe que no alcanzan para toda la población, así que están sujetas a un plan de vacunación que pone primero a las poblaciones de mayor riesgo como lo son adultos mayores y personas con condiciones médicas de riesgo. Esta medida tiene una justa intención que es evitar y detener el aumento de las muertes; además de proteger a los más vulnerables.
Pero, no sirve este plan para detener el contagio, ya que las personas que están trasmitiendo el virus normalmente lo obtienen en su centro de trabajo o camino al mismo. Defendemos que debe garantizarse la vacuna para todas las poblaciones en riesgo de morir por la enfermedad. Pero también debe garantizarse para el pueblo trabajador en general, el que no tuvo cuarentena para cuidar su salud y debe arriesgarse todos los días camino al trabajo. Hasta que no se vacune a toda la población no se detendrán realmente los contagios.