El pasado 21 de enero, el Congreso Nacional (CN) de Honduras aprobó una propuesta de reforma al artículo 62 de la Constitución, mediante una iniciativa que se denominó “Escudo contra el aborto en Honduras”, para penalizar el aborto bajo cualquier circunstancia. En esa misma sesión legislativa y sin previa consulta a las organizaciones sociales, se incorporó además la reforma al artículo 112, para establecer que los matrimonios sólo pueden ser entre un hombre y una mujer, como un claro ataque a la posibilidad del matrimonio igualitario para la población LGBTI.
Desde 1985 en Honduras se penaliza el aborto bajo cualquier circunstancia, pero a través de la moción presentada por el diputado del oficialismo, Mario Pérez que introdujo esta reforma, el Congreso Nacional ha asegurado la prohibición al incluirla en la Constitución de la República.
El artículo 67 de la Constitución de Honduras establece que “Al que está por nacer se le considerará nacido para todo lo que le favorezca dentro de los límites establecidos por la ley». Con la reforma se le hizo el agregado: “Se considera prohibida e ilegal la práctica de cualquier forma de interrupción de la vida por parte de la madre o un tercero al que está por nacer, a quien debe respetarse la vida desde su concepción”.
La actualización también indica que lo dispuesto en ese artículo sólo podrá reformarse por una mayoría de tres cuartas partes de los miembros del Pleno del Congreso Nacional
Entre tanto, al apartado que habla del derecho al matrimonio, contenido en el capítulo 3 que se refiere a los derechos sociales, se le hizo el agregado: «Lo dispuesto en este Artículo (112) sólo podrá reformarse por una mayoría de tres cuartas partes de los miembros del Pleno del Congreso Nacional. Serán nulas e inválidas las disposiciones legales que se creen con posterioridad a la vigencia del presente Artículo que establezcan lo contrario”.
Con lo anterior se deja cerrada la posibilidad que el matrimonio entre dos personas del mismo sexo sea aprobado en un futuro.
Un país que se empeña en violentar a las niñas y mujeres
En Honduras una de cada cuatro mujeres es abusada, y el 40% de los embarazos son no deseados, siendo en muchos de los casos, productos de una violación o incesto. La ONU estima que en Honduras se practican entre 51 mil y 82 mil abortos por año, siendo el país con la segunda tasa más alta de embarazos en adolescentes y zonas rurales (30%), donde uno de cada cuatro partos es de una adolescente menor a los 19 años.
Por otro lado, las víctimas de violencia sexual son más vulnerables desde que en el 2009, con el Golpe de Estado se prohibió el uso, distribución y venta de las Pastillas Anticonceptivas de Emergencia (PAE) por considerarse erróneamente abortivas, siendo el único país de la región que las prohíbe.
En la defensa de esta moción han pesado los argumentos que abogan por la “defensa de la vida”, pero la evidencia de lo que ha ocurrido a nivel internacional, ha demostrado que las leyes que prohíben la interrupción del embarazo no generan su erradicación, por el contrario, ponen en riesgo la salud y vida de las mujeres al negarles el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva y generar ambientes de persecución, que evita que acudan a solicitar atención médica aún si su vida corre peligro al presentar una emergencia obstétrica.
Es necesario responder desde las calles a estos nuevos ataques
Expresamos nuestra indignación y rechazo absoluto a la reforma de los artículos 67 y 112 de la Constitución, por tratarse de iniciativas que violentan aún más los derechos de las mujeres, las niñas y la población LGBTI en Honduras.
Estamos junto a nuestro partido hermano, en Honduras, el Partido Socialista de los Trabajadores, en la lucha a favor del matrimonio igualitario y del derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, y la maternidad, al mismo tiempo que exigimos al Estado plenos derechos para las que si desean ser madres. Responsabilizamos a la dictadura de Juan Orlando Hernández por la vida de las miles de niñas y mujeres que se someten a abortos clandestinos arriesgando su vida.
Para luchar por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito en Honduras como en Costa Rica, necesitamos salir a las calles siguiendo el ejemplo de organización y lucha marcado por el movimiento de mujeres en Argentina.