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Elecciones 2022: precampaña arranca en medio de crisis de partidos burgueses

El inicio de año trae también la preparación del proceso electoral de 2022. Tanto los partidos empresariales (como el PAC, PLN o PUSC, Restauración, Nueva República) y el mismo FA ya comenzaron sus procesos de renovación de estructuras con miras a buscar un espacio en la administración del Estado capitalista que defiende los intereses de los burgueses y el imperialismo.

Del lado del PT encaramos este proceso, pero con una orientación radicalmente distinta: somos una alternativa política que denuncie este régimen en favor de los ricos; además, acudimos a este escenario electoral para defender un programa socialista y de ruptura con el capitalismo.

Con el PAC, actualmente en el gobierno, hay un descontento importante por gestionar un préstamo con el FMI que supone más impuestos a la clase trabajadora y ataques al sector público; hay que sumarle el escándalo de la UPAD, como parte del fortalecimiento del aparato represivo que durante las diferentes luchas ha mostrado su verdadero rostro, al perseguir y encarcelar a quienes se le oponen.

Lo que decíamos del PAC en la segunda ronda de 2018 se comprueba cada día que pasa: es un gobierno abiertamente neoliberal al cual se debía enfrentar desde el primer minuto.

Por otro lado, vemos al PLN que está en el proceso de elección de la candidatura presidencial donde ya comenzó el desfile de figurones tradicionales de la política proempresarial: el expresidente José María Figueres, Álvarez Desanti o el expresidente de la Asamblea Legislativa Carlos Ricardo Benavides.

La crisis del PLN se mantiene desde el 2014, cuando perdieron la elección ante el PAC y su candidato, Johnny Araya se retiró de la contienda. Es falso que sean una “oposición”: quieren más ataques al sector público, vender instituciones estatales o recortar más presupuesto, tanto ellos como el PAC representan en mismo programa neoliberal. Los escándalos de corrupción que salpicaron durante muchos años ese partido aún se imponen y no levantan cabeza en cuanto a su crisis.

Al respecto de los partidos como Nueva República, Restauración Nacional o el mismo PUSC también siguen la línea supuestamente de atacar al gobierno, pero porque no es lo suficientemente agresivo en cuanto al ataque al sector estatal, y mantienen, al igual que los demás partidos, una agenda antiderechos de las mujeres, LGBTI y demás sectores oprimidos. Sin embargo, buscan capitalizar la crisis del gobierno para fortalecerse y tomar más posiciones dentro de la institucionalidad burguesa.

Del FA no podemos esperar algo distinto. No hay que olvidar que hasta hace poco estuvieron en el gobierno pese a ataques como el Plan Fiscal, la ley antihuelgas y los constantes recortes de programas sociales que afectan a miles de mujeres trabajadoras. Por eso el pueblo pobre no debe depositar ninguna confianza en el FA ya su proyecto, el cual, cuando mucho, se plantea ser una “oposición responsable” siempre en los marcos de la podrida institucionalidad empresarial.

Como podemos ver, todos estos partidos que se preparan para las elecciones de 2022 defienden un programa de sostenimiento del capitalismo. Las disputas que vemos en los medios de comunicación entre estos partidos es una disputa por ver quién se deja la tajada más grande del pastel electoral, pero no porque tengan diferencias de fondo en cuanto a la administración del Estado capitalista.

Nuestra organización, el Partido de los Trabajadores, participa de este proceso electoral para denunciar este carácter antidemocrático y proempresarial del Estado capitalista. Pretendemos ser una voz de divulgación de las luchas sindicales, ambientales, estudiantiles y campesinas en curso, con el fin de fortalecerlas y poder acompañar la experiencia de la clase trabajadora en sus batallas contra el capitalismo.

La campaña del PT, además de ponerse al servicio de las luchas cotidianas de la clase trabajadora, defiende un programa revolucionario, de ruptura con el imperialismo; un programa socialista que llame a los trabajadores a no depositar confianza en ningún sector burgués y que reivindique la necesidad de construir una nueva sociedad y un nuevo Estado dirigido por la clase trabajadora que acabe con la opresión y la explotación capitalista. Desde ya hacemos la invitación a todos y todas las compañeras y compañeros a sumarse y fortalecer este esfuerzo de construcción de una alternativa radical, revolucionaria y socialista ante la miseria capitalista.