El lunes 07 de agosto amaneció con la noticia de que la ministra de Educación Katharina Muller decidió bajar el porcentaje de las pruebas estandarizadas para los/as estudiantes de undécimo grado de la educación secundaria. Este cambio de posición es el resultado de la presión que generaron los/as estudiantes que durante toda la semana pasada se manifestaron en varios puntos del país. Aunque la exigencia mayor del movimiento era que se eliminaran las pruebas del todo, la decisión de la ministra como una victoria parcial.
Las exigencias no se limitan a las pruebas y ahora exigen soluciones reales a otros graves problemas de la Educación Pública, como los son los recortes al presupuesto (que ya han afectado incluso las becas), las malas condiciones laborales de los/as docentes y el abandono histórico de los centros educativos de las zonas rurales.
El presidente de la República Rodrigo Chaves mandó a la policía a reprimir y arrestar a los y las colegiales y salió con un tono adulto céntrico y burlesco a decirle al grupo de manifestantes que no representaban al estudiantado de secundaria “porque la mayoría estaba en las aulas y solo una minoría estaba ahí manifestándose”.
Primero, es Chaves el responsable de seguir recortando la educación pública y las decisiones del Ministerio de Educación han estado plagadas de improvisación y arbitrariedad. Segundo, las acciones de lucha se vieron en todo el país y eso no puede ocultarse. El presidente intenta minimizar estas movilizaciones porque son contra sus políticas.
Exigimos que el gobierno ponga fin a las pruebas estandarizadas y mejore de las condiciones de estudio. Desde el Partido de los Trabajadores hemos defendido que se puede financiar una educación pública de calidad dejando de pagar la Deuda externa y redirigiendo este presupuesto para tener más docentes, mejores y más centros educativos.