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Negociación del FEES 2024: ¿una victoria por celebrar o una nueva derrota que lamentar?

El pasado 22 de agosto de 2023, el Gobierno de Rodrigo Chaves, las rectorías de la Universidades Públicas y la presidenta de la FEUCR (del partido estudiantil Alternativa, ala estudiantil del FA), negociaron el monto del FEES para el 2024 con un incremento de un 2% respecto del 2023, incremento correspondiente a la inflación estimada para 2024. Este acuerdo fue celebrado por las representaciones universitarias y estudiantiles como una victoria, pero, en realidad, se trata de otra derrota que intentan maquillar como su opuesto, tal y como nos han acostumbrado durante los últimos 4 años las rectorías traidoras y las federaciones estudiantiles en manos del FA y el PAC.

Al hacer memoria de las negociaciones del FEES desde 2019 hasta el 2022, la verdad de esta derrota queda revelada: En el 2019, desde la Asamblea Legislativa, se aplicó un recorte de 10 mil millones de colones al FEES de 2020 (declarado inconstitucional por la Sala IV el año pasado). En el 2020, se aplicó un recorte de 35 mil millones al FEES de 2021. En el 2021, se acordó un recorte de 25 mil millones para el presupuesto de 2022. Es decir, se le recortó a un presupuesto que ya había sido reducido.

FEES para el año202020212022
Recorte respecto al anterior-10 000 millones de colones-35 000 millones de colones-25 000 millones de colones

En el 2022, se negoció un presupuesto para 2023 mayor al de 2022 en un 1% por ajuste inflacionario, lo cual significa que se incrementó por la mínima un presupuesto que ya había sido reducido y, además, ni siquiera se alcanzó el ajuste de 2% por inflación, que era la estimación que había para 2023.

En resumen, en todos estos años el FEES ha sido disminuido gradualmente, siendo que, hoy en día, las universidades aún esperan por millonarios montos que no se le giraron cuando se debía, situación que ha provocado recortes periódicos en becas, salarios, proyectos de investigación y acción social, entre otros.

Es por todo lo anterior que no se puede considerar la negociación del FEES para el 2024 como una victoria, porque los montos que han sido recortados desde el 2019 no han sido recuperados aún y, al parecer, los rectores y las federaciones estudiantiles, como malos acreedores que son, han olvidado la deuda que el gobierno viene arrastrando con las universidades. En este sentido, una verdadera victoria en la negociación del FEES necesariamente tuvo que haber reconocido el pago inmediato o gradual de lo que se adeuda al FEES en todos estos años, algo que estuvo lejos de alcanzarse en la negociación de este año, que, a pesar de eso, es celebrada como victoria para engañar al estudiantado y al pueblo costarricense. Y ni hablar del complejo y distorsionado incremento al 2% por ajuste inflacionario, que nos deja a merced de subidas mayores de la inflación sin garantías reales de que el presupuesto suba respectivamente.

Creemos que el camino para defender la Educación Pública Superior en Costa Rica fue señalado el pasado 20 de junio cuando decenas de miles de personas de varios sectores sociales del país marcharon hacia la Asamblea Legislativa para rechazar los intentos de recortar aún más el presupuesto por el gobierno de Chaves, y también por el movimiento de jóvenes de secundaria, que se han movilizado en defensa de la educación pública. Estas acciones, sin embargo, no pueden ser aisladas. Al contrario, deben ser continuas y fortalecidas, involucrando cada vez más estudiantes y movimientos sociales. Asimismo, es crucial para el movimiento estudiantil garantizar una independencia política respecto de las rectorías, de todos los partidos legislativos y del Gobierno, porque, de no ser así, quedamos a merced de grupos que, o defienden los intereses del gran empresariado hostiles a la educación pública (PLN, PLP, entre otros) o buscan figurar como “representantes del pueblo” para aprovechar esa legitimidad y convertirlos en votos en las próximas elecciones (FA), o ambas cosas. 

El gobierno y los partidos legislativos van a decirnos que no es posible pagar la deuda a las universidades ni incrementar el presupuesto porque no hay recursos. Pero, bien sabemos que no es cierto, porque esos recursos sí existen, solo que están destinados exclusivamente para pagar la deuda que tiene el Gobierno con banqueros privados locales u organismos financieros internacionales, deuda que ni siquiera fue invertida en mejorar el país, sino que, paradójicamente, se usó para pagar deuda pasada y poder endeudarnos aún más. El pueblo es el que está pagando esa deuda, a pesar de cada vez somos más pobres.

Por eso, desde el Partido de los Trabajadores, exigimos:

¡Un FEES creciente que reconozca los recortes anteriores e incremente según las necesidades crecientes de educación de calidad, gratuita y universal!

¡Un 8% para la educación pública financiado con impuestos a los ricos y dejando de pagar la deuda ilegítima!

¡Porque los recursos se pongan al servicio de la regionalización, de las becas estudiantiles y comedores, del fin del interinazgo y de garantizar plenos derechos a las mujeres y población LBGTIQ+!

¡Por un movimiento estudiantil independiente de las rectorías y los partidos legislativos!

¡Unidad obrera-estudiantil para defender la educación pública y los derechos laborales!