En la sociedad capitalista, se promueve la noción de que el trabajo necesario para reproducir la vida debe dividirse según el género. Esto se ha conocido como división sexual del trabajo y consiste en que el trabajo productivo y pago se considera la responsabilidad principal de los hombres, mientras que el trabajo de cuidados y doméstico, responsabilidad de las mujeres. Esta ideología presenta muchas contradicciones, ya que desde que existe la explotación capitalista, muchas mujeres de clase trabajadora han trabajado para sobrevivir. Pero en medio sin deshacerse del trabajo doméstico y de cuido, asumiendo múltiples jornadas.
En Costa Rica, 834 000 mujeres forman parte de la población ocupada junto a 1 320 000 hombres (no se cuenta con un dato no binario). Si bien, el desempleo en Costa Rica es de 8,7% para las mujeres en el 2024, la forma en que este indicador se calcula enmascara la realidad concreta, porque induce a pensar que el otro 91,3% de las mujeres tiene trabajo o bien no lo necesita. Pero, este año, la tasa de ocupación de las mujeres es de 39,9%. Es decir que, de cada 10 mujeres, aproximadamente 6 no tienen ningún ingreso propio (ni formal, ni informal, ni tiempo parcial). Y es importante considerar, que son las mujeres de las clases más pobres las que menos tienen trabajo, casi el 80%, por responsabilidades de cuido, que recaen injustamente en las mujeres.
Concretamente, ¿cuál es la alternativa que el capitalismo propone a las mujeres de clase trabajadora? En realidad, la economía capitalista propone a las mujeres, que se dediquen al trabajo doméstico y de cuido de manera privada, desorganizada y gratuita y que se sumen el trabajo remunerado de manera desigual, amenazadas por el desempleo para aceptar condiciones laborales de sobreexplotación. Es así como, el trabajo doméstico no pago realizado por las mujeres, que ha sido estimado por el Banco Central de Costa Rica en un 6,4 billones de colones (14,3% del PIB), subvenciona el funcionamiento de la economía capitalista.
Los gobiernos de turno, llámense PLN, PAC o Partido Progreso Social Democrático, desde el ejecutivo e instituciones como el INAMU, tienen como política para las mujeres de la clase trabajadora, que se aventuren a entrar a la jungla de la competencia capitalista con “pequeños emprendimientos” para lo cual, lo más que se les ofrece es el endeudamiento. Esto mientras se promueven insuficientes opciones de cuido (privatizadas) que cada vez se reducen más ante los recortes.
Desde el Partido de la Clase Trabajadora, reivindicamos la necesidad de que las mujeres participen del trabajo remunerado con todos los derechos. Pero para lograr esto, habrá que cambiar totalmente la manera en que se resuelve la necesidad social de cuidados y labores domésticas, las cuales deben salir del ámbito privado de cada hogar y pasar a ser un asunto público resuelto de forma colectiva. Lo cual va en directa contradicción con los intereses de lucro capitalista.