La trampa de otra «unidad» con la burguesía
La cúpula del Frente Amplio (FA) propone sumarse a la llamada Agenda Viva, un colectivo de políticos tradicionales que promueve otra “unidad nacional”. Antonio Ortega, jefe de la fracción del FA, llegó a decir que «los que estamos en la izquierda nos corrimos hacia el centro y los que estaban en la derecha se corrieron al centro y ahí nos volvimos a topar». En esa línea plantea unir fuerzas con sectores burgueses «decentes». Sin embargo, esta política de conciliación de clases es una trampa para la clase trabajadora.
La Agenda Viva no es más que la repetición del fallido Gobierno de Unidad Nacional que el FA respaldó durante las administraciones del PAC. Se recicla la idea de aliarse con supuestos burgueses «progresistas» para «reconstruir el país». Pero la historia reciente demuestra lo contrario: esas alianzas no beneficiaron a la clase obrera; por el contrario, allanaron el camino para ataques contra sus derechos.
Las lecciones del experimento PAC–FA
Bajo los gobiernos del Partido Acción Ciudadana (2014-22), el FA pactó un «Gobierno de Unidad Nacional» con la burguesía. ¿El resultado? Leyes antiobreras que empobrecieron al pueblo, por ejemplo:
- Reforma fiscal 2018: Impuestos regresivos y regla fiscal que encarecieron la vida y recortaron el gasto social. Ese plan, diseñado por Rocío Aguilar (hoy en Agenda Viva), empobreció a la mayoría del pueblo trabajador.
- Ley anti-huelgas 2019: Criminalizó y limitó el derecho de huelga.
- Ley de Empleo Público: Precarizó las condiciones laborales en el Estado.
Estas políticas fueron posibles gracias al clima de colaboración con la “burguesía progresista”, que desmovilizó la resistencia popular. La clase trabajadora perdió la confianza en el FA tras esa experiencia, al punto que el partido casi desapareció en las elecciones de 2018, pasando de nueve diputados a solo uno.
Por una alternativa clasista e independiente
Proponer de nuevo una alianza de «unidad» con figuras del PAC, PLN u otros —ahora bajo la etiqueta Agenda Viva— es reciclar falsas esperanzas. Jonathan Acuña alaba las «200 propuestas país», pero esas promesas huecas no cambiarán nada. Ninguna alianza con la clase dominante resolverá los problemas del proletariado, porque sus intereses de clase son antagónicos. Los capitalistas velan por sus ganancias, mientras la clase trabajadora exige salarios dignos y derechos sociales.
Es hora de romper con esas alianzas. La salida no está en otro frente electoral con la burguesía, sino en construir una alternativa clasista e independiente. Necesitamos un movimiento político propio de la clase trabajadora, sin compromisos con quienes la atacan, dedicado a luchar por sus intereses.
La Agenda Viva del FA y sus aliados es un callejón sin salida para el pueblo trabajador. No repitamos el experimento fracasado de confiar en la “unidad” con nuestros explotadores. Levantemos una alternativa revolucionaria y socialista, que defienda los intereses de la clase obrera.
Es con este objetivo que el Partido de la Clase Trabajadora trabaja arduamente para lograr participar en las próximas elecciones. Súmese al PT y construyamos juntos una alternativa verdaderamente socialista y revolucionaria para la clase trabajadora.