Una vez que pasó el primer gran episodio de la lucha contra los planes del Gobierno de Carlos Alvarado como lo fue la lucha contra el Plan Fiscal, queremos discutir algunos cambios deben darse a lo interno de las organizaciones sindicales ya sea exigiendo a las direcciones actuales que los tomen o incluso construyendo corrientes alternativas que disputen la dirección de las organizaciones para que puedan estar a la altura de lo que viene.
1. Democracia obrera por sobre decisión de las direcciones
En estos días se demostró que en muchos sindicatos no existen verdaderos métodos democráticos, y en los momentos más altos de la lucha los trabajadores que estaban poniendo el cuerpo en las calles no tenían la posibilidad de tomar las decisiones en asambleas, si no que dependían de los mandatos de las direcciones nacionales.
Las decisiones de la huelga deben tomarse en la calle, y la unidad sindical no es solo que las direcciones nacionales se sienten en la misma mesa, es que los trabajadores de todos los distintos centros de trabajo que están en la calle puedan decidir activamente en el desarrollo de la lucha y las formas en cómo realizarla.
2. Los métodos de lucha de la clase obrera son los mejores y los únicos que dan victorias
Además la confianza de las direcciones sindicales en el régimen político es un gran problema, por un lado confiando en que los Tribunales de Trabajo iban a declarar legales las huelgas e incluso llamando a confiar en la Sala Constitucional una vez aprobado el según debate, eso genera que se piense más en lo congraciarse con los jueces que en las formas más adecuadas para poder ganarle al Gobierno.
Las huelgas son un último recurso que tiene la clase trabajadora para lograr sus objetivos, y el elemento central es causar alteraciones y pérdidas en la producción de los empresarios, por eso los métodos de lucha que van desde parar al 100% las instituciones y empresas del Estado, así como parar fábricas, cerras carreteras son métodos completamente legítimos y que los trabajadores aplican en distintos países del mundo.
Esas afectaciones tiene como respuesta inmediata el uso de la policía por parte del Gobierno, ante lo que también es completamente legítimo preparar la autodefensa de los bloqueos y puntos de huelga que son atacados, para todo eso es de suma importancia estudiar los métodos que en estos días usaron los trabajadores franceses para vencer al gobierno.
3. Unidad de toda la clase trabajadora para derrotar la unidad de patrones y el gobierno
La realidad señala que las grandes batallas contra los ataques del gobierno solo las están dando una fracción muy minoritaria de la clase trabajadora, a pesar de inmenso apoyo popular que tuvo la huelga contra el Pla Fiscal desde sus inicios.
Una huelga general que incluya los trabajadores de las empresas privadas bastaría para poner en jaque a todo el aparato del gobierno y el empresariado, y la capacidad de resistencia de la clase trabajadora se reproduciría 10 veces más de la que tiene hoy, y se tendría la fuerza suficiente no solo para defenderse de los ataques si no para tener capacidad creadora de nuevas y mejores condiciones de trabajo.
Debe darse una discusión seria en todos los sindicatos, principalmente en los más grandes para que se destine un porcentaje de los presupuestos anuales para el desarrollo de sindicatos en la empresas privadas con el fin de crear una gran organización que posea los recursos necesarios para iniciar las tareas de organización sindical en las fábricas, las construcciones, las plantaciones, transportes, comercios y demás sectores que urge sean organizados.
La parte de la clase trabajadora que hoy está sindicalizada debe tener claro que para poder vencer en las batallas futuras necesita de la mayoría de la clase trabajadora que está desorganizada, pero además la difícil situación de violación de derechos laborales que tienen los trabajadores de las empresas privadas es una razón de suma importancia para que se tome la tarea con urgencia.
Además de los trabadores del sector privado, deben hacerse esfuerzos para unificar las luchas de otros sectores como el campesinado, indígenas y estudiantes, que en diversos puntos de la huelga se estuvieron sumando a la pelea.