Por: Jouseth Chaves
San José, set (Socialismo Hoy) – El pasado 12 de agosto un grupo de obreros de la construcción realizaron una huelga en la obra del Condominio Moravia Urbano. La empresa MCI Ingeniería y Desarrollo S.A y el contratista Comercializadora Samudio Jiménez SRL les adeudaba salarios de hasta 3 semanas de trabajo.
Ante esa situación un grupo de 30 obreros jóvenes nicaragüenses, muchos de ellos refugiados producto de la represión de la dictadura de Daniel Ortega, cerraron las entradas de maquinaria de la construcción para exigir el pago de los dineros atrasados.
Con el apoyo del sindicato SITRASEP lograron que en 48 horas la empresa les entregara un cheque de 8 millones de colones, el cual fue distribuido por los mismos trabajadores que se mantenían en lucha.
En esa construcción los trabajadores no tenían seguro, por lo que esas compañías se suman a los 1.096 patronos activos del sector construcción que están morosos con la CCSS, cuyo monto asciende a ¢10.421 millones. Esta realidad afecta tanto la atención de los obreros en los servicios de salud y los condena a envejecer sin aportar a la pensión.
Para este año se espera que los obreros de la construcción levanten más de 11 millones de metros cuadrados en obras, pero como en este caso, la violación a los derechos laborales es cosa de todos los días. Esa dinámica se está profundizando con la crisis por la que está pasando el sector de construcción, según dicen los empresarios.
Los más de 150 mil trabajadores de la construcción deben tomar este tipo de victorias para fortalecer su unidad y sobre todo para organizar la lucha por los derechos de todo el sector.
Por eso es urgente tomar este ejemplo para que se inicie un proceso de edificación de una organización de los trabajadores de la construcción, que hoy pasa por fortalecer SITRASEP como la alternativa que aglutine a la mayoría del sector, que son en su mayoría nicaragüenses y ven afectados sus derechos cotidianamente, incluso llegando hasta perder la vida en el trabajo.