El costo de la vida en nuestro país no deja de aumentar para la clase trabajadora. El incremento de los servicios y alimentos combinado con los casi inexistentes aumentos salariales, ha hecho que en los últimos años sea cada vez más difícil cubrir los gastos básicos.
En los últimas dos discusiones salariales se aprobó un aumento de 1.14% y de un 2.43%. Sin embargo los alquileres, intereses, los precios de alimentos y en general el costo de la vida se encuentra muy por encima de estos montos. Estos aumentos solo se aplican a quienes ganan salario mínimo, y significan pérdidas para el conjunto de las familias trabajadoras, especialmente con la situación del desempleo creciente.
Esto se agrava hoy con el proyecto del IVA que discuten en la Asamblea Legislativa. Pretenden cobrarnos más a los trabajadores en servicios tales como el agua y servicios médicos, alimentos, y alquileres, entre otros.
El gobierno de Carlos Alvarado sigue la misma política de los anteriores gobiernos: mientras permitiendo que las empresas evadan y tengan servicios subvencionados, siguen pasándonos la factura a las espaldas de las familias trabajadoras, mientras son complacientes con las empresas del transporte público no toman ninguna acción para que el salario alcance para cubrir nuestras necesidades.
Ni el gobierno anterior ni el actual han tenido una política para contrarrestar estos aumentos, y por el contrario, están defendiendo los intereses de los grandes empresarios, por ejemplo el régimen de exenciones fiscales que hoy supera la totalidad del déficit fiscal.
Desde el Partido de los Trabajadores creemos que el principal problema que tenemos para enfrentar ante estos aumentos es la inexistencia de sindicatos en el sector privado que luchen por aumentos de salario dignos y contra los proyectos que encarecen el costo de la vida. Construir estas organizaciones es una tarea urgente.