De cara a las elecciones del 2026, la clase trabajadora pareciera estar en una encrucijada que le exige elegir entre la propuesta del “Chavismo”, que busca fortalecer su proyecto autoritario, y la propuesta de sectores como el Frente Amplio y el PLN, que se rasgan las vestiduras en defensa de la “democracia” y las “instituciones” que históricamente han estado al servicio del poder empresarial.
Desde el PT consideramos que es necesario enfrentar al chavismo, porque busca convertirse en la expresión nacional del ascenso del autoritarismo que se manifiesta actualmente en nuestra región con el gobierno de Nicaragua y El Salvador. Es evidente que pretende alcanzar 40 diputaciones para concentrar poder y así impulsar con más fuerza los ataques contra los derechos de la clase trabajadora.
El gobierno de Chaves ha actuado en contra de los intereses de la clase trabajadora, implementando una política de entrega de los recursos naturales a los grandes empresarios y la privatización de lo público. Además, ha mantenido una campaña constante de ataque a los derechos laborales de quienes trabajan en los sectores público y privado; mientras recorta el gasto social en áreas tan esenciales como educación y vivienda para pagar los intereses abusivos que cobran los empresarios tenedores de la deuda pública.
Impulsemos una alternativa independiente
En el PT estamos completando nuestro proceso de renovación de estructuras nacionales con el fin de participar en las elecciones del año 2026. Es urgente contar con una alternativa obrera, socialista, independiente de los sectores empresariales y que no sea financiada por los grandes bancos y patronos.
Nuestra propuesta consiste en organizar la lucha para que la enorme riqueza que producimos como clase trabajadora se invierta en las necesidades del conjunto de la población, y no siga siendo captada por cuentas privadas de un minúsculo porcentaje de personas privilegiadas.
La clase empresarial ha logrado por décadas salir de la escena pública sin ser cuestionada: nadie pone en duda la riqueza que acumulan gracias a las utilidades de grandes fábricas, constructoras o empresas agrícolas; ni los enormes favores fiscales a las empresas en zonas francas; ni mucho menos los cientos de millonarios tenedores de la deuda pública que se dejan, año tras año, más de la mitad del presupuesto nacional.
Mientras tanto, la clase trabajadora enfrenta un panorama cada vez más adverso: desempleo, precariedad, violencia machista y una creciente violencia narco que tiñe de sangre las comunidades populares. Por eso, es urgente que la riqueza que generamos en las grandes empresas sea destinada a garantizar empleo digno, inversión en vivienda, centros de cuido, salud y educación, como única salida real a la profunda crisis social que golpea especialmente a las mujeres y a la juventud.
Ni el Chavismo, PLN, FA, y otras organizaciones aliadas y financiadas por el gran empresariado están dispuestas a cambiar esa realidad, por eso es urgente que la clase trabajadora llegue al poder y dirija el cambio necesario para mejorar las condiciones de vida de la mayoría.
Únase al PT y construyamos nuestra propia alternativa
Es un hecho que las elecciones no solucionan nuestros problemas, pero representan una oportunidad para que la clase trabajadora de pasos importantes en la construcción de su organización política propia, para cuestionar lo amañada que la “democracia” electoral y para enfrentar el problema de fondo: el capitalismo y su concentración de riqueza que solo beneficia a una minoría.
Le invitamos a unirse a nuestra organización, a colaborar en las asambleas cantonales y provinciales, a realizar donaciones y a formar parte de nuestros círculos de militancia en todo el país.