Editorial

Contra las calumnias anti trostskistas de Rodolfo Ulloa del Frente Amplio

El 17 de Febrero, en una entrevista al diario La Nación (1), el  Secretario General del Frente Amplio Rodolfo Ulloa, buscando atacar a la diputada frenteamplista Ligia Fallas, hace unas ignorantes declaraciones sobre el trotskismo.

Rodolfo Ulloa, como buen estalinista quiere usar el “fantasma” del trotskismo para intentar “poner a raya” a Ligia Fallas y desviar así la atención de la crisis interna por el apoyo vergonzante que su fracción parlamentaria dio a la selección del represor Celso Gamboa para convertirse en magistrado de la Sala Tercera.

El inquisidor estalinista Rodolfo Ulloa acusa a Ligia Fallas de “organizar un movimiento trotskista en su despacho legislativo, a espaldas de la estructura del Partido”, este movimiento “trotskista” sería el frente “Organización Popular YA” (OPY) del cual hace parte el grupo alrededor de Ligia Fallas, el PRT, el POS e informa La Nación que el NPS, todos grupos que dicen referenciarse con el trotskismo.

Luego de esta acusación viene una ignorante y burocrática declaración de Rodolfo Ulloa: “Nosotros no le vamos a dar espacio al trotskismo dentro del Frente Amplio (…). Es un elemento destructivo dentro de las izquierdas, que donde llegan, lo que queda es tierra arrasada. Los sindicatos y otras organizaciones donde han estado las han dejado destruidas. Habrá que esperar dentro del marco del pluralismo que tiene el Frente Amplio, qué camino es el que quiere tomar Ligia Fallas en particular”.

El Partido de los Trabajadores como principal organización trotskista del país, quisiéramos decir algunas cosas acerca de esta ignorante declaración de Ulloa.

¿Quién ha sido el elemento destructivo de la izquierda?

El trotskismo, en Costa Rica existe como expresión política organizada desde el año 1976, cuando surge la Organización Socialista de los Trabajadores por un lado y la Liga Comunista Internacionalista por otro, en el año 1978 surge el Partido Revolucionario de los Trabajadores, es decir es una organización política relativamente reciente dentro del mundo de la izquierda costarricense. Nuestra organización el PT, está cumpliendo 10 años de existencia (2), aunque la Liga Internacional de los Trabajadores  a la que estamos afiliados, remonta su intervención política en Centroamérica a la época de la lucha contra el somocismo (3).

La tradición estalinista, socialista “a la tica” que representa Ulloa, es bastante anterior al trotskismo y valdría la pena discutir seriamente quienes han sido los elementos nocivos, los estrategas de la derrota en el campo popular costarricense.

Entre 1931-1936 la clase obrera costarricense conquista una importantísima organización política el Partido Comunista de Costa Rica, con un buen desempeño electoral, base sindical, periódico obrero regular y una vasta influencia sindical, aunque a partir del año 1936 con un programa de colaboración de clases(4). La pregunta es: ¿Fueron los trotskistas los que decidieron disolver el Partido Comunista de Costa Rica y rebajar su programa para poder aliarse  un gobierno católico y conservador?(3) La respuesta es no, fue la corriente política que reivindica Ulloa.

¿Fueron los trotskistas los que llamaron a entregar las armas en 1948 y confiar en el Pacto de Ochomogo con Figueres? No, fue la corriente que reivindica Ulloa. ¿Fuimos los trotskistas responsables de la disolución de la CTCR y la ilegalización de Vanguardia Popular? No, fue responsable el figuerismo, quien hoy es reivindicado con frases y slogans por el Frente Amplio.

¿Fuimos los trotskistas los responsables de la división vergonzosa del PVP en 1983-1984 y con esa división política, la división del conjunto del movimiento popular y sindical? No, tampoco fue responsabilidad de nosotros, Ulloa y muchos en la cúpula del FA sí tomaron parte activa en esa división.

A finales de los ochentas, ya las masas de Rusia y Europa del este llamaron a cuentas al stalinismo, la corriente de Ulloa, por todos sus crímenes y traiciones, derrumbando las dictaduras de partido único y liquidándolo casi por completo como corriente política a nivel mundial.

¿Tomamos parte los trotskistas en la vergonzosa y burocrática, división y autodisolución de Fuerza Democrática? No, eso también es responsabilidad de Ulloa y compañía.

Finalmente: ¿Somos los trotskistas responsables que los diputados del Frente Amplio apoyaran el crédito chino para la Ruta 32, con la sonada oposición de todo el movimiento ecologista? ¿Somos responsables los trotskistas de la alianza del FA con la burocracia sindical de “Patria Justa”? ¿Somos responsables del repudio de una fracción del movimiento sindical a la Reforma Procesal Laboral? ¿Somos responsables del apoyo del Frente Amplio a Celso Gamboa? No. Esas responsabilidades corren exclusivamente a cuenta de Ulloa y la dirección oficial del Frente Amplio.

Podemos discutir ahora quienes han sido los nocivos y destructivos.

¿Qué camino seguir para superar al Frente Amplio?

Nuestra organización no participa del frente político: “Organización popular ya!”, ni consideramos que sea un “movimiento trotskista”, no compartimos, ni su programa, ni su concepción. Aunque si coordinamos cada vez que se puede acciones unitarias, para luchas y denuncias concretas como se mostró con claridad en la lucha de la Hacienda La Luisa. En donde hicimos unidad con el Frente Amplio, con las demás organizaciones de izquierda trostkista, con los sindicatos y con toda persona que apoyara la causa.

Nuestra diferencia con OPY, es que creemos que su estrategia lejos de ayudar a fortalecer y desarrollar al movimiento sindical y popular y lejos de ayudar a construir una organización revolucionaria en Costa Rica, más bien confunde.

Los llamados del POS a construir un “frente de los socialistas” con el FA, tienen tanto sentido como llamar a construir un castillo hecho de aire. El FA no es una organización socialista, no lo quiere ser y lo ha dicho repetidas veces, es una partido comprometido con el régimen político, con la justicia burguesa, con el parlamentarismo, un partido que celebra “a los cuatro vientos” tener empresarios en sus filas.

Ligia Fallas, con quien hemos coincidido en muchos espacios de lucha, en muchas ocasiones dice, que OPY es: “una opción para movilizar a la ciudadanía hacia un empoderamiento transparente de la política nacional”, más adelante declara: «Uno ve el accionar de la Asamblea, infructuoso, donde no se avanza y que cuesta millones de colones. Si hubiera un músculo social que hiciera más presión para que esto avance, y esa presión popular obligara a ese avance, esto sería otra cosa».

Desde el PT estamos de acuerdo que hay que tener una política para fortalecer al movimiento sindical y popular, también que el parlamento es una “vía muerta”, que solo la lucha masiva del pueblo trabajador puede conquistar derechos duraderos, ahora: ¿En qué ayuda para lograr ese objetivo que Ligia Fallas y quienes le siguen se mantengan dentro del Frente Amplio?

Nuestra opinión como hemos señalado es que Gerardo Vargas y la cúpula del Frente Amplio, al defender la alianza con “Patria Justa”, al promover la RPL, al votar a Celso Gamboa, al apoyar incondicionalmente a Luis Guillermo Solís, al permitir que sus diputados actúen impunemente a sus anchas en contra de los sentimientos de la base del partido, no actúan como “manzanas podridas”, no “cometen errores” actúan a consecuencia con el programa, la estrategia y la concepción del Frente Amplio.

Lo que hacen Ulloa, Vargas y compañía no es una “desviación”, es la política expresa y pública que defiende el Frente Amplio y es la política que empezará a aplicar como gobierno en Barva y Montes de Oca a partir del 1 de Mayo.

Por eso los compañeros y compañeras que siguen a Ligia Fallas, viven en una ilusión suponiendo que el FA se va a reformar, que es posible hacer una “frente socialista” con Ulloa, Vargas y cía.

Después de los “frutos amargos” que ha dado el Frente Amplio, la inconsecuente más grande es Ligia Fallas por preservarse en sus filas. Creemos que hace tiempo debería haber roto con el FA. Su deber es indicarle al movimiento sindical y popular que el FA es hoy la principal correa de transmisión del gobierno y su principal punto de apoyo en el movimiento sindical y popular.

Desde el PT hemos tenido una política trotskista de independencia de clase, de movilización permanente y de construcción de una herramienta política óptima para desarrollar los objetivos revolucionarios que necesita la clase obrera, los campesinos y el pueblo pobre.

Seguiremos defendiendo esta política revolucionaria en los sindicatos de empleados públicos, en las universidades y colegios, en las fincas piñeras, en las construcciones, en las haciendas una bandera que no se mezcla con la Frente Amplio, una bandera que busca claridad para los luchadores sociales, no confusión y “medias tintas”.