San José, 16 marzo 2020 (SocialismoHoy.com) – Cuando el coronavirus COVID −19 empezó a azotar a la humanidad, los primeros estudios científicos señalaron que las personas adultas mayores eran una población con mayor riesgo de muerte ante esa enfermedad. Esa población ha sufrido los principales efectos de la pandemia en países como China, Italia y el Estado Español.
En Costa Rica la población de personas adultas mayores ha venido sufriendo los efectos de la crisis económica en los últimos años, y cada vez son más personas pertenecientes a esa población que producto de las injusticias del sistema caen en la pobreza extrema.
El año anterior de la Encuesta Nacional de Hogares del INEC advirtió que entre los años 2010 y 2018 la cifra de adultos mayores en pobreza pasó de 75 000 a 131 000, de los cuales unos 26 000 estarían en pobreza extrema al no poder satisfacer una o varias de sus necesidades básicas.
Otro de los aspectos que agravan la situación de las personas adultas mayores es el empleo, ya que la mayoría no cuenta con una pensión que le permita enfrentar su vejez, por lo que recurren al empleo informal como su fuente principal de ingresos.
Según la Encuesta Continua de Empleo del INEC, entre las personas mayores de 65 años que trabajan, el empleo informal pasó de un 66% en el año 2010 a un 88% en el 2018, casi 9 de 10 adultos mayores que trabajan lo hacen en la informalidad, lo que significa que no solo carecen de seguros, si no que no tienen la posibilidad de quedarse en sus casas ante los llamados del gobierno a la población con factores de riesgo.
Gobierno no tiene plan para proteger a las personas adultas mayores.
El pasado 14 de marzo, el presidente Carlos Alvarado dio a conocer una serie de medidas para mitigar los efectos de la crisis, pero esas medidas iban enfocadas a colaborar con la situación económica de las empresas, desgraciadamente ninguna de esas medidas iba dirigida a las personas pobres del país, ni siquiera a la población de personas adultas mayores que son quienes tienen su vida en peligro directo con la crisis de salud que se vive actualmente.
Actualmente poco más de 119 mil adultos mayores reciben pensiones del régimen no contributivo de la CCSS con un monto de 82 mil colones mensuales, que no garantiza la supervivencia adecuada de esas personas y mucho menos para otorgar la posibilidad de costear condiciones de salubridad mínimas en sus viviendas.