Con mucha preocupación observamos un aumento de casos de coronavirus en el país durante las últimas semanas. Al cierre de esta edición se registran casi 2000; el miércoles 10 de junio se registraron 86 contagios, la cifra más elevada en un solo día en lo que va de la pandemia.
Este incremento se debe a que el gobierno ha impulsado el relajamiento de medidas para que los negocios de los grandes empresarios sigan generando millonarias ganancias sin importarle poner en riesgo la vida del pueblo trabajador.
Los resultados saltan a la vista: han estallado cientos de casos en el call centers, en almacenes y principalmente en plantaciones agrícolas en la región atlántica y la zona norte del país.
En esta guerra orquestada por el gobierno y los empresarios, los trabajadores son los únicos perjudicados. Muchas empresas incumplen las medidas sanitarias básicas, como el distanciamiento social, equipo de protección, agua y jabón para lavarse las manos. Los mismos trabajadores de la salud que están en la primera línea de combate a la pandemia no tienen equipamiento suficiente y por si esto fuera poco, les congelaron su salario durante cuatro años.
Ante la criminal política de garantizar las ganancias de los empresarios y atacar al pueblo, el gobierno y los medios de comunicación iniciaron una campaña de guerra contra la clase trabajadora que busca culpar a los nicaragüenses por el incremento de casos. Esto se ha traducido en negarles la atención en los centros de salud, la militarización de la frontera norte, persecución y deportaciones masivas.
Esta actitud xenófoba alimentada por el gobierno de Alvarado y la dictadura sanguinaria de Daniel Ortega tienen como ganadores a los grandes capitalistas de ambos países quienes se aprovechan de fomentar la división entre dos pueblos hermanos para aumentar sus ganancias a costa de la explotación de trabajadoras y trabajadores.
Ante la orientación clara del gobierno de dejar que aumenten los casos de coronavirus para garantizar la riqueza de los grandes empresarios, desde el Partido de los Trabajadores consideramos que la tarea principal es construir la unidad de la clase trabajadora-nacional y extranjera- para proteger la vida.
Por ello, para frenar este incremento se impone la necesidad de exigir cuarentena general para todos con salario completo pagado por las empresas, un plan para atender a la población migrante que huye de la dictadura, el cual contemple como prioridad la construcción de un hospital en la frontera norte.
Los recursos para este plan deben venir de la suspensión del pago de la deuda a los grandes acreedores internacionales quienes durante años han desangrado al país.
Exigimos a los organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), destinar un financiamiento especial para el gobierno con el fin de atender a los nicaragüenses que huyen del genocidio de la dictadura Ortega-Murillo.