27 nov (SocialismoHoy.com) – Mientras el Gobierno de Costa Rica expone al mundo una supuesta lección de “humanidad”, ”calidez” y “respeto a los derechos humanos” con la actuación de la crisis migratoria de unos 3 mil cubanos, que se encuentran en la frontera norte esperando el paso para llegar a los Estados Unidos, otra crisis migratoria se abre con los miles de trabajadores nicaragüenses que intentan obtener permiso para trabajar en Costa Rica.
Como si la necesidad de respeto por los derechos de los migrantes fuera una cuestión de puntos cardinales, la migración norte-sur se topa con otra moral migratoria de parte del Gobierno de Luis Guillermo Solís. Con los nicaragüenses no existe humanidad ni calidez, sino represión y desprecio, con el fin garantizar los altos niveles de super explotación por los empresarios de Costa Rica.
Crisis en Consulado tico en Managua
Cada año, decenas de miles de obreros nicaragüenses viajan a Costa Rica, para trabajar en la época de cosechas de café, frijol, naranja y caña. El propio gobierno a través del Ministerio de Agricultura, afirma que es determinante la llegada de esa mano de obra extranjera para que las cosechas no se pierdan.
Ante esa situación, cada día se abarrotan entre 1000 y 2000 nicaragüenses en la oficina del Consulado de Costa Rica en Managua, para solicitar el visado de su pasaporte y la obtención de un permiso para viajar a buscar trabajo en las cosechas.
El pasado 25 de noviembre, unos 2000 nicaragüenses abarrotaron la oficina del consulado para tramitar sus permisos, algunos se encontraban haciendo fila desde el día anterior, pero la respuesta del consulado fue cerrar la atención de migrantes varias horas antes de la hora habitual, lo que generó descontento y desesperación entre los presentes.
Esa situación desencadenó una protesta, que fue violentamente reprimida por parte de la policía antimotines de Nicaragua.
La situación se debe a que desde el 23 de diciembre, el consulado abre solo unas horas, dejando a cientos sin atención cada día, muchos de ellos campesinos provenientes de lugares lejanos de la capital de Nicaragua, quienes deben dormir en la calle o costearse algún lugar donde dormir los que tienen algo de dinero.
Por otro lado, el consulado ubicado en Chinandega, permanecerá cerrado por 3 días sin explicación alguna, lo que aumenta la desesperación entre los miles de trabajadores que buscan entrar de manera legal a Costa Rica.
Muchos deben volver a sus casas a planear el viaje por medio de coyotes, donde deben sortear una frontera ocupada por la policía costarricense, cientos serán víctimas de extorsiones, abusos y maltratos, hasta llegar a los centros de trabajo, donde serán irrespetados todos sus derechos laborales, por “no contar con papeles”.
El gobierno de Solís es hostil con los migrantes nicaragüenses para beneficiar a los empresarios
“La gente tiene que entender que Costa Rica es un país de derecho, que hay leyes y procedimientos que cumplir, Costa Rica no es un potrero donde todo el mundo puede entrar», esa fue la declaración de Javier Sancho, embajador de Costa Rica en Nicaragua, en un comentario cargado de xenofobia, donde compara los migrantes con ganado, saca a relucir la verdadera política migratoria del gobierno de Costa Rica.
Si los miles de cubanos varados en la frontera vinieran a trabajar a Costa Rica, el gobierno haría lo posible porque no tuvieran permisos de trabajo, y así los empresarios pudieran contratarlos sin pagarles cargas sociales, ni respetarles sus derechos laborales.
La tramposa Ley de Migración de Costa Rica, limita los permisos laborales individuales a los obreros extranjeros, y pone a los empresarios a tramitar por iniciativa propia los permisos de trabajo, lo cual en la práctica, es dejarles a su antojo la legalización de sus trabajadores.
Para el actual periodo de cosechas, el 95% de los 2500 empresarios que necesitan contratar mano de obra extranjera no tramitaron permisos, con esto se aseguran violentar los derechos de los trabajadores, esto bajo la permisividad del gobierno en todos los extremos.
Exigimos permisos laborales para todos los trabajadores que necesitan viajar a Costa Rica.
Desde el Partido de los Trabajadores, denunciamos la doble moral del gobierno de Solís y su complicidad con los miles de empresarios que explotan a los obreros nicaragüenses a su antojo.
Su política migratoria únicamente ha empeorado la situación de los derechos laborales de las personas migrantes, que generan millones de dólares cada año a estas grandes empresas.
Exigimos que se abra un corredor migratorio sur-norte, donde se le asignen documentos gratuitos a las familias trabajadoras que vienen a buscar trabajo, huyendo de la miseria generalizada en Nicaragua y la represión del gobierno de Ortega.
Además exigimos que se legalicen todos los trabajadores que ya están en Costa Rica, para que puedan acceder a los servicios públicos y a los seguros. Únicamente una amnistía a estas personas puede hacer que realmente se respeten los derechos de estas personas y en general los derechos de toda la clase trabajadora.
Así también, ponemos nuestro partido al servicio de los trabajadores nicaragüenses, para que organicemos un gran movimiento nacional para derogar la ley de migración, luchar por la amnistía migratoria, así como por la organización política y sindical de los obreros extranjeros en Costa Rica.