En las últimas semanas se han realizado una serie de protestas por parte de la junta directiva del sindicato UDECO, en medio de un proceso de negociación de conflictos colectivos en el centro de distribución de Puntarenas y la planta de Coyol, y de medidas de ataque de la patronal.
Desde finales del mes de julio se han realizado tres movilizaciones donde se exige a la empresa cesar los despidos por cuestiones de enfermedad, que se detenga el cambio de contratos por otros perjudiciales en el área distribución de la empresa.
Mientras tanto denunciar lo que UDECO llama una “epidemia de acoso laboral”, donde cada vez hay más denuncias de acoso laboral por parte de los jefes en distintos centros de trabajo.
La administración de Dos Pinos se niega a tomar de manera íntegra los pliegos de peticiones de procesos de conflicto colectivo que firmaron decenas de trabajadores y que exigen mejoras en las condiciones de trabajo en general.
Además, desecha a quienes que se han lesionado en el trabajo y tienen ciertas recomendaciones espaciales de salud ocupacional por parte del INS, realizando despidos injustos y dejando a quienes le han entregado su salud a la empresa en la calle.
Dos Pinos también aprovecha los despidos para atacar al sindicato despidiendo a personas sindicalizadas para golpear al sindicato debilitando a su número de miembros.
Rodear de solidaridad la lucha en Dos Pinos
La clase trabajadora debe dar su solidaridad al proceso de enfrentamiento de UDECO con la patronal, ya si ese grupo logra una victoria, es un empujón en la lucha contra la dictadura que sufrimos en la empresa privada.
Es muy importante que en una empresa privada se estén realizando una serie de experiencias de sindicalismo combativo que busca por medio de la presión y movilización lograr mejoras en las condiciones de trabajo de sus afiliados.