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Delvis Castillo, el obrero que perdió una pierna en accidente y COOPEPIÑA R.L. lo despide

San Carlos, 26 dic  (SocialismoHoy.com) – Delvis José Castillo, es el obrero piñero que fue despedido por sus patrones estando incapacitado por el INS. Él sufrió un accidente laboral hace poco menos de un año, que casi le cuesta la vida dejándole severas complicaciones físicas.

Castillo se accidentó el 8 de enero del 2016, mientras trabajaba para la empresa COOPEPIÑA R.L (COOPERATIVA DE COMERCIO Y SERVICIOS MÚLTIPLES DE PRODUCTORES DE PIÑA DE PITAL DE SAN CARLOS, COOPEPIÑA R.L). Él fue obligado a realizar trabajos eléctricos en una zona de alta tensión, sin equipo de protección y sin realizar la desconexión de rigor; esa negligencia de sus superiores le expuso a una descarga eléctrica que le provocó severos daños en su cuerpo, graves quemaduras, daños internos y la pérdida de su pierna derecha.

“Yo les pregunté si habían desconectado la luz en varias ocasiones, pero me dijeron que si necesitaba el trabajo debía realizar el trabajo que me estaban pidiendo en ese momento”, relató a SH.

Delvis es nicaragüense, tiene 32 años y es padre de 6 hijos. En la empresa realizaba labores de monta cargas ya que era un experimentado trabajador piñero, que anteriormente había laborado para otras empresas como Banacol.

Coopepiña R.L es una cooperativa de pequeños y medianos productores de piña en la zona de Pital de San Carlos, actualmente cuentan con 57 asociados, y sus principales clientes se encuentran en los Estados Unidos, entre ellos la compañía Genaro Produce Inc. en Florida.

Patronos firman un acuerdo con el trabajador que posteriormente traicionan

Castillo entregó copias a SocialismoHoy.com de un documento de finiquito firmado por él y la empresa, donde ésta se comprometía a cumplir varios puntos relacionados a los daños sufridos por el obrero durante el accidente.

En este documento, firmado por ambas partes el pasado 11 de octubre, la empresa se compromete a pagar 60 mil colones mensuales al trabajador, así como ₡30 millones de colones con fecha límite al 1 de julio del año 2017.

Según indicó Castillo, esos 30 millones eran básicamente para que él no los demandara por negligentes, ya que su accionar era “básicamente un caso de intento de homicidio en su contra”. Este dinero era un acuerdo por aparte de una posible indemnización por el INS debido a su accidente.

El acuerdo señala que la relación laboral se extiende hasta el pago de la indemnización.

“Yo estuvo incapacitado todo el año, pero el 30 de noviembre me quedé por 15 días sin hojas de incapacidad por un descontrol entre los especialista que me estaban viendo en el INS. La especialista de la prótesis no me mandó incapacidad para que no chocara con el dermatólogo y quedó un hueco de dos semanas. Pero ya para el 19 de diciembre iniciaba con la incapacidad que me envió el dermatólogo, todos saben que no puedo laborar todavía”, explicó Castillo.

El día 30 de noviembre, Castillo se presentó a laborar pero en la empresa vieron su estado de salud y le dijeron que no se preocupara, que esperara la nueva incapacidad, para que siguiera recuperándose.

“Me dijeron que me fuera para la casa, que igual no iba a poder trabajar en mi situación, que de todos modos nosotros ya teníamos un arreglo firmado”, indicó.

La sorpresa fue cuando el pasado 21 de diciembre, cuando el trabajador se presentó a las oficinas de la empresa según él a recoger su aguinaldo, pero se encontró con un nuevo abogado en la empresa quien le entregó una carta de despido sin responsabilidad patronal, porque según la empresa él abandonó su trabajo desde el 1 de diciembre, la carta está firmado por Adrián Rodríguez Varela, gerente de la cooperativa.

A la fecha de recibo de su despido Delvis gozaba de la incapacidad del especialista de dermatología desde el día 19 de diciembre hasta el 2017.

Me siento engañado

Delvis Castillo sintió que su mundo se terminaba al encontrarse sin una pierna y postrado en una cama; ahora vendrían largos años de luchar contra los problemas de salud, pero posiblemente por exigir el cumplimiento de sus derechos.

Por eso para él fue un alivio la firma del finiquito con la empresa hace dos meses, ya que eso le permitiría afrontar de una mejor manera sus responsabilidades con su familia, pero este despido viene a complicar todo su futuro.

“Coopepiña cambió todos los jefes, ya el administrador, el encargado y la abogado los quitaron, con la gente que yo hablé el 30 de noviembre ya no puedo hablar porque no están en la empresa.”

“Seguramente se arrepintieron de pagarme lo que firmamos, me siento engañado por la empresa, pero voy a luchar para que se destape esta injusticia”, denunció el obrero.

Castillo ha estado pidiendo ayuda en redes sociales desde que fue despedido, ya el Partido de los Trabajadores de zona norte se contactó con él para ponerse a su disposición.

Un caso parecido fue el de Nelson Cruz, obrero de la piñera de Santa Fe de Los Chiles. Nelson tuvo que luchar por varios meses hasta lograr obtener su pensión, ya que en casos como éstos, los empresarios hacen todo lo posible para que los trabajadores no logren obtener sus indemnizaciones, ni hacerse responsables por los daños que les causan por no contar con las medidas de seguridad adecuadas en las empresas.

“Quitaron a todos los que estaban al frente de la empresa para hacerme este engaño a mí, lo están haciendo para tapar y que mi accidente quede así. A ellos no les importa lo que estoy pasando ahorita, ellos van a tener navidad, yo no ni mi familia, ni mis hijos”, añadió Castillo.

Para ellos un accidente laboral solo significa cambiar de obrero y contratar otro que esté sano, sin importar lo que pase con él y con su familia, eso destapa la cruel cara del capitalismo y la lógica empresarial.