- El gobierno nos conduce hacia el abismo
San José, jun (Socialismo Hoy) – Los últimos meses han mostrado dos hechos claramente:
1. Que el plan fiscal es una transmisión masiva de dinero del conjunto de la sociedad hacia los más ricos: Mientras el gobierno grava con impuestos la canasta básica, Hacienda le perdona ¢194.000 millones en multas e intereses a los grande ricos. 26 grandes empresas fueron las beneficiadas con la amnistía fiscal: Standard Fruit Company, Durman Esquivel, Veinsa, Florida Capitales, Café El Rey, El Banco BCT entre otras. En el parlamento está en discusión la posibilidad de perdonarle ¢11. 000 millones (4% del impuesto de la renta) a las aseguradoras.
Se desangra la Hacienda Pública, se beneficia y se condona a los megaricos, esa es la suma de la política del gobierno de Carlos Alvarado
2. La aprobación del plan fiscal, más que “garantizar finanzas frescas” buscaba quebrar la resistencia del movimiento sindical y popular: En realidad, los “recursos frescos” que ha recaudado el gobierno son ridículamente bajos, ¢232.193 millones un 0,5% del PIB, casi lo mismo que perdonó con la amnistía fiscal. El beneficio fiscal de los ricos se llenará con deuda externa que pagaremos todos, pagos que habrá que realizar con intereses de usura.
El gobierno de Carlos Alvarado había presentado el proyecto de ley 21.201: “Autorización de Emisión de Títulos Valores en el Mercado Internacional y Contratación de Líneas de Crédito”. Con él pretendía endeudar al país con $ 6.000 millones por seis años, esta medida fue apoyada entusiastamente por los bancos y las aseguradoras, dos de los grupos empresariales mimados del régimen.
Pero finalmente esa pretensión fue rechazada. La Asamblea Legislativa aprobó un monto de $ 1.500 millones, por un año, el próximo año el gobierno tendría que hacer una solicitud similar. El resto de partidos burgueses presentes en el parlamento: el PLN, el PUSC, Restauración Nacional, no tienen ningún problema con el endeudamiento del país, su oposición al proyecto original del PAC se reduce a la sospecha que un Ejecutivo con tanto dinero puede usarlo para “otras cosas”: comprar conciencias, preparar elecciones, premiar a ciertas comunidades y a otras no. Lo mismo que hacía Liberación Nacional y el PUSC cuando era gobierno, por eso asintieron la deuda, pero sometida al control del parlamento, así los dineros irían a proyectos de interés del conjunto de la clase dominante, o por lo menos a proyectos negociados por mayoría.
Detrás de este complejo entramado de negociaciones burguesas es que el PAC está llevando al país a una crisis de endeudamiento similar o más profunda a la que se vivió a finales de los setentas.
El gobierno no solo aprobó los eurobonos, también negoció un préstamo de $500 millones con el Banco de Desarrollo de América Latina, un bastante inescrupuloso organismo multilateral que financia por igual a la “democrática” Costa Rica, como a la “dictadura” de Maduro. Para el capital financiero no hay amigos ni aliados, solo intereses pagados a precio de usura.
Pero también, el gobierno está pronto a llegar a un acuerdo de $350 millones con el Banco Interamericano de Desarrollo y mueve a su pieza Otón Solís para reformar la estructura del Banco Centroamericano de Integración Económica y lograr un “crédito de apoyo presupuestario”. Es decir, deuda externa para financiar la institucionalidad neoliberal que requieren las clases dominantes en este periodo.
Vienen por todo y van a arrasar con todo. Esta explicación breve y sucinta, será la primera que intentaremos desde el Partido de los Trabajadores para promocionar ampliamente en el seno de los sectores populares el conocimiento de la amenaza que significa el endeudamiento externo y sobre todo la necesidad de generar un amplio movimiento no solo de rechazo a estas políticas del gobierno, sino para luchar por el no pago de la deuda externa.