En los últimos días se ha hecho toda una campaña, tanto a nivel nacional como internacional, por el reconocimiento del esfuerzo de los trabajadores del sector salud. Es verdad que hay una gran cantidad de trabajadores y trabajadoras entre médicos, enfermeros, auxiliares, etc., que cotidianamente están arriesgando su vida y trabajando duro para combatir la pandemia del coronavirus.
Sin embargo, el conjunto de los gobiernos, incluido el de Carlos Alvarado, se atribuyen este reconocimiento como propio, mientras ellos están haciendo todo lo contrario a lo que realizan estos trabajadores. El gobierno no solo está cometiendo errores: mientras estos trabajadores lo entregan todo para salvar la vida de las personas (porque esa es su prioridad), lo más importante para el gobierno es la economía, las ganancias de los grandes empresarios y después la vida de las personas.
El gobierno del PAC-FA está apoyándose en esta pandemia del coronavirus para dejar atrás su propia crisis generada, entre otros, por dos elementos centrales: la condena por estafa del PAC al Tribunal Supremo de Elecciones por 516 millones de colones y el descubrimiento de la unidad de espionaje ilegal (Unidad Presidencial de Análisis de Datos, UPAD).
La realidad es que el gobierno está cometiendo errores en el manejo de esta crisis, los cuales que ponen en riesgo la vida de la clase trabajadora. El caso de Alfredo Mesén es un ejemplo: a este compañero, a pesar de presentar síntomas, le negaron dos veces el examen del coronavirus y lo mandaron para la casa con diagnóstico de “bronquitis”. Ahora empiezan a aparecer más denuncias similares.
A pesar de que para combatir la pandemia está comprobada la necesidad de hacer muchas pruebas, todas las que sean necesarias, hasta el 20 de marzo la instrucción era realizarlas solo a personas que hubieran estado en contacto con alguien infectado. El cinismo del gobierno es tal que para demostrar “lo bien que manejan la situación”, salían casi todos los días diciendo que todos los casos de coronavirus estaban vinculados a otros infectados y que era posible rastrear los casos, pero no decían que esto era así porque solo hacían pruebas a quienes fuera posible rastrear.
Es necesario priorizar la vida de las personas, pero el gobierno primero protege las ganancias de los empresarios y después la vida de los trabajadores. A pesar de decir que es necesario “quedarse en casa” para evitar el contagio, los trabajadores son obligados a ir todos los días a las empresas, exponiendo su salud y la de sus familiares. Pero cuando una empresa dice que sus ingresos se ven afectados por la crisis, está autorizada a reducir jornadas y sueldos o mandar a los trabajadores a la casa. Mientras generemos ganancias a los empresarios debemos exponer nuestras vidas, cuando no es así debemos irnos a la casa sin salario. Esto demuestra cuál es la prioridad del gobierno.
Es necesario poner todos los recursos del país, tanto públicos como privados, al servicio de la vida y salud de las personas. Esto significa priorizar invertir en salud y salarios para que los trabajadores se queden en la casa, dejando de pagar la deuda pública que va parar a los bolsillos de los grandes empresarios y banqueros; estatizar todos los hospitales y laboratorios para que todos tengan acceso a estos recursos y no solo quienes tienen dinero. Sin embargo, solo será posible si invertimos la lógica del sistema, esto significa que los trabajadores seamos los que gobernemos y construyamos una sociedad socialista, donde la vida de las personas pueda ser la prioridad.