Debate Opinión

El paso de Bukele por Costa Rica (Dos hipótesis y un escenario sombrío)

Mario Zúñiga Núñez

El terremoto político que significó el paso de Nayib Bukele por Costa Rica la semana del 11 de noviembre deja muchos elementos para el análisis. Acá quiero concentrarme, de manera sintética e inicial, en lo que representa esta visita desde el punto de vista de los vínculos entre extremas derechas. Creo que es acertado darle una lectura al fenómeno desde dos ángulos diferentes: los intereses en política exterior de la administración Bukele, y por otro lado, las urgencias de política interna de Rodrigo Chaves. De esta manera pretendo contribuir al análisis de la coyuntura inmediata en la que nos encontramos. En énfasis del análisis se hará sobre la coyuntura política costarricense.

Este texto nace de una necesidad de alertar acerca de los vínculos políticos y discursos de extrema derecha que se potenciaron a partir de la reciente visita del presidente de El Salvador a nuestro país. Tengo algunos años dando seguimiento a la política salvadoreña y me pareció importante vincular los fenómenos de ambos países. Al final del texto, en las referencias, hay links a variadas fuentes que se pueden acceder para ampliar la información y el contexto. Es un texto abierto para la discusión y difusión, para lo cual únicamente solicito la mención de la autoría.

Comencemos con El Salvador. Desde mi modo de ver, la visita de Bukele a Costa Rica no es una necesidad inmediata de la política interna salvadoreña. Aunque es cierto que la legitimidad (interna y externa) del régimen salvadoreño se favorece de vincularse con una país como Costa Rica, sus prácticas de gobierno ya están suficientemente legitimadas en El Salvador (muy a pesar de la normativa nacional e internacional de Derechos Humanos). De modo que creo que es acertado pensar más en lo que la visita a Costa Rica significa en términos del posicionamiento de su gobierno a nivel internacional. Pese a haber forjado su carrera política en un partido de izquierda (el FMLN), Nayib Bukele llegó a la presidencia con una agenda ya muy distante de esas ideas y pronto se tornó una estrella indiscutible en el panorama de la extrema derecha internacional. Tal vez uno de los temas en los que ha ganado más notoriedad es la retórica de la “solución” carcelaria del problema de las pandillas mediante el régimen de excepción, que se ha vuelto ya pan de cada día entre “influencers”, noticieros y platós de los medios de comunicación más importantes del mundo (y que escuchamos hasta la náusea los días de la vista en los medios costarricenses). De este modo su proyección y su legitimidad en el escenario global se ha ido afianzando a pesar de las críticas de los organismos nacionales e internacionales de DD.HH. Pese a toda esta fama, la propaganda sobre el bienestar del país no puede sustituir lo obvio: El Salvador es un país, pobre, pequeño, con una economía tercerizada y dependiente de las remezas. La instauración del Bitcoin como moneda de curso nacional, la política económica central del gobierno, no ha tenido resultados positivos (1). La propaganda puede servir para tirar los reflectores para otro lado, pero no elimina los problemas estructurales de una sociedad.

En este panorama han comenzado a aparecer otros líderes de extrema derecha ganando elecciones, los dos casos más recientes y de mayor impacto para nuestra región son el argentino Javier Milei (noviembre 2023) y el reciente triunfo de Donald Trump en Estados Unidos. Ambos líderes ascienden a la palestra global representando países de mucha mayor solidez económica y presencia internacional, lo cual hace que Bukele disminuya su protagonismo en el concierto de voces de extrema derecha (creo que los chistes y la infantilización que hizo Trump de Bukele en su campaña por la Casa Blanca son un buen ejemplo de esto (2). En este escenario mi primera hipótesis es la siguiente: ante el eventual descenso de protagonismo frente a otras figuras de extrema derecha mundial, la visita de Bukele a Costa Rica puede entenderse como una apuesta de la política exterior salvadoreña por generar una esfera de influencia local, consolidando los liderazgos centroamericanos afines a esta corriente política, para poder comenzar a aunar voluntades en torno a un bloque regional. Esto tendría que ver con el proyecto “La Liga de las Naciones” que anunciaron ambos presidentes el pasado 12 de noviembre. El propio Nayib ha afirmado que la expectativa de una “Centroamérica unida”, lo cual rescata al viejo papel articulador que tuvo El Salvador en la Federación Centroamericana (desaparecida en 1824), pero también actualiza su voluntad hegemónica en este estado de cosas (3).

Pasemos ahora a Costa Rica. La retórica del presidente Rodrigo Chaves se ha transformado a medida que su mandato avanza. Poco tiempo después de que Bukele declarara el estado de excepción en marzo 2022, Chaves se distanció explícitamente de su política (4). Sin embargo, el acercamiento de sus posiciones se ha hecho cada vez más patente. Creo que se podría leer el intento de crear la agrupación Aquí Costa Rica Manda como una forma de alinear posiciones (misóginas, xenófobas, racistas, aporofóbicas) con la extrema derecha emergente a nivel mundial; es cierto que el proyecto se vino abajo dada su desastrosa administración, pero eso no impide que podamos verlo como un signo de lo que venía (5). Iniciativas como estas ya dejaban ver la simpatía de Chaves por este tipo de gestión y la visita de Bukele confirma su alianza con el liderazgo de este estilo más inmediato geográfica y políticamente. Ahora bien, la recepción que Chaves hizo de Bukele en Costa Rica tuvo importantes signos en términos políticos: la condecoración con la orden Juan Mora Fernández cuyo lugar diplomático prevé el reconocimiento internacional; la recepción en una cena de gala en Teatro Nacional donde convergieron diferentes sectores de la extrema derecha local que se agolpaban para tomarse fotos con él; la parafernalia en torno a la ayuda humanitaria que El Salvador había destinado para Valencia, España pero que terminó enviando a nuestro país en el contexto de las afectaciones por lluvia de los últimos días; y el paseo por la cárcel La Reforma donde prodigó su doctrina de mano dura (6).

Además de la evidente muestra de simpatía entre políticos es importante que la leamos estas acciones por los objetivos electorales que tienen. A través de Bukele, Chaves quiere visibilizarse como uno más de los líderes de extrema derecha en ascenso en el mundo. Para lo cual cuenta con las características necesarias y que podríamos sintetizar en: simpatía en amplios sectores de la población (especialmente en sectores populares), instrumentalización del discurso de odio para generar lealtades y disposición a impulsar de políticas neoliberales y de mano dura, propias del ajuste estructural que por años intentaron aplicar sus ahora adversarios políticos. Sin embargo Chaves, a diferencia de Bukele, no cuenta con una maquinaria partidaria fuerte ni ha consolidado los liderazgos suficientes como para desarrollar una gestión de estado satisfactoria. Además, la oposición política costarricense (desde los sectores conservadores o neoliberales como el Partido Liberación Nacional o el Partido Liberal Progresista, hasta la izquierda parlamentaria del Frente Amplio) tienen una significativa mayoría en el congreso que le ha imposibilitado el desarrollo antojadizo de sus políticas.

Chaves necesita fuerza y eso es lo le trajo Bukele. El bukelismo vino como la caballería a asistir a la administración Chaves. En este marco puede leerse la disputa del presidente salvadoreño con la expresidenta Laura Chinchilla en sus respectivas cuentas de “X” y la dinámica de comunicación política desatada los días de la visita entre figuras de la política costarricense y salvadoreña en esa y otras redes sociales. Y aquí viene mi segunda hipótesis: la función de la visita de Bukele para la política doméstica costarricense es propulsar electoralmente al todo el bloque de la extrema derecha (con Chaves a la cabeza pero también potenciando otras figuras y agrupaciones con esta tendencia política como Fabricio Alvarado, Juan Diego Castro, Otto Guevara y afines), de manera que la figura internacional del presidente salvadoreño funja como un impulso y legitimación de estas opciones para febrero 2026, en aras de crear apoyar un escenario de triunfo del ejecutivo y mayoría parlamentaria.

Lo que se viene. El vínculo de ambas hipótesis permite ver a un ejecutivo costarricense preocupado por legitimarse a nivel interno aprovechando la figura internacional que ha forjado Nayib Bukele como líder de extrema derecha. Y a un Nayib Bukele que busca afianzar un área de influencia local que le asegure una representatividad y que ahora disputa su imagen presidencial con otras figuras de mayor peso. Ahora bien ¿qué podemos prever en lo inmediato para el escenario político costarricense?

Lo que se viene es complejo y podemos orientarnos por lo que ha pasado en otros países donde las extremas derechas intentan hacerse con una mayor cuota de poder en la gestión del estado. Este tipo de agrupaciones se fortalece a través de insuflar discursos de odio que responsabilizan de los males sociales a sectores estratégicos de la población (muchos de ellos con alguna vulnerabilidad), presentándolos como “parásitos” de la política social o del estado (pueden ser migrantes, mujeres y jóvenes de sectores populares, colectivos racializados, trabajadores y trabajadoras). A través de estos discursos de odio aumentan la simpatía popular alrededor de su líder (a quien se plantea casi como un héroe de leyenda que resolverá todos los males), al tiempo que promueven la desafección por las alternativas políticas tradicionales las cuales vinculan con un viejo orden caduco (7). Los mensajes emitidos insistentemente por medios afines al gobierno en redes sociales ya dan cuenta de la “necesidad” de arrasar con el viejo orden político. Desde mi modo de ver esta es la forma que tienen las extremas derechas de aprovechar lo que el teórico italiano Antonio Gramci llamaba “crisis de hegemonía”: un momento donde las fuerzas políticas tradicionales muestran el agotamiento de sus lealtades y pactos con los sectores sociales que dicen representar, lo cual deja paso a liderazgos autoritarios (8). En la oleada de extrema derecha mundial, estas agrupaciones han aprovechado distintos momentos de “crisis de hegemonía” para posicionarse contra un orden que representan a través de la democracia liberal, pero sobre todo la política social y los estatutos de Derechos Humanos, que forman las salvaguardas legales de los colectivos que estigmatizan.

Las alertas derivadas de la disposición de fuerzas que dejó en evidencia la visita de Bukele a Costa Rica están a la vista y deberán ser objeto de un segundo texto. Por lo pronto se puede decir algunas cosas muy puntuales sobre el escenario electoral para el próximo año. Para empezar, lo que se puede ver como un bloque de extrema derecha (los políticos que orbitan al presidente y el partido Nueva República) se fortalece política y discursivamente de la alianza Chaves-Bukele, mientras que se plantean como sectores de oposición dos tipos de fuerzas.

Dividiré ambas fuerzas políticas tomando como punto de partida su disposición respecto de las políticas de ajuste estructural (privatizaciones, reducción del aparato del estado, limitaciones de la política social, etc) que se ha intentado concretar en nuestro país desde la década de 1980:

1) Una parte de la oposición proviene de fuerzas que han intentado por múltiples vías concretar una política económica muy parecida a la del presidente Chaves. Pero a diferencia del actual mandatario, estas fuerzas se encuentran relacionadas con el viejo orden político bipartidista vigente desde la década de 1980, que a su vez había heredado y refrendado el orden social posterior a la Guerra Civil de 1948. Aquí destaca el Partido Liberación Nacional como el heredero político y bastión de este orden social, pero también Partido Unidad Social Cristiana, dupla del bipartidismo. Es interesante notar que, pese a la actual disputa con el discurso de extrema derecha del presidente Chaves, en ambas agrupaciones se han visibilizado en años recientes, y con insistencia, liderazgos caracterizados por un discurso más derechizado que intenta aprovechar el auge de estas ideas. Además, es importante contar dentro de este grupo a los remanentes del Partido Acción Ciudadana, un derivado del PLN que gobernó durante dos administraciones (2014-2018/ 2018-2022) y que inició como una opción socialdemócrata alternativa en discurso al bipartidismo y que terminó aplicando del ajuste vía política hacendaria y coordinando la llegada al país de Chaves para esos fines. Otras agrupaciones recientes, como el Partido Liberal Progresista, aunque no pertenecen a esta vena política, tienen como su centro la aplicación de políticas de ajuste estructural. También hay que contar dentro de este grupo a los medios de comunicación como La Nación o Canal 7, que han fungido como el canal de transmisión e impulso de todas estas iniciativas en lo político y lo económico.

2) El otro sector político se define por su oposición crítica a las políticas de ajuste estructural. Me refiero a las opciones que representan alguna parte del espectro político de la izquierda y que tienen distintos niveles de distancia crítica con el orden del bipartidismo, allí se puede ver el Frente Amplio, el Partido de la Clase Trabajadora y buena parte de los movimientos sociales ecologistas, feministas y sindicatos. La posición ideológica de estos grupos y su vínculo orgánico con los colectivos despreciados en el orden del capital les ubica en la primera fila de combate contra la extrema derecha, lo cual implica que serán objeto primario de estigmatización y odio (Milei en Argentina ha popularizado la idea de “zurdos de mierda”, una violencia verbal que se acompaña comúnmente de violencia física, política, cultural, etc; cuya expresión tiene equivalentes en todas las fuerzas de extrema derecha emergentes en América Latina, Europa y Estados Unidos).

Por último, es importante plantear algo sobre la idea de una “gran coalición” ante este escenario. La amenaza del aumento de poder de la extrema derecha es tan urgente que surge como una idea viable la coalición de sectores de oposición de todas las tendencias políticas (conservadoras, progresistas, derechas moderadas, izquierdas, etc). Si bien es cierto en elecciones recientes (pienso en España, julio de 2023 y Francia, julio 2024) la coalición de sectores de izquierda con sectores de centro ha sido clave para alejar a la extrema derecha de una mayor cuota de poder (9), en ambos casos los sectores de izquierda, a pesar de haber hecho aportes claves en la lucha política han sido posteriormente minorizados por la política de centro que intenta conservar su cuota de poder original (el caso de La Francia Insumisa es paradigmático) (10). Este hecho que trae a la discusión lo delicada que es la idea de la “coalición” y la instrumentalización de la que puede ser objeto por parte de grupos cuyos intereses están centrados en mantener un poder del que ya gozan dentro del estado ¿Se puede plantear una coalición en la que las fuerzas de oposición al ajuste estructural no se diluyan? Es un punto de discusión y desarrollo muy válido a futuro para las organizaciones que tendrían más que perder en una agrupación de este tipo.

No alargo más este análisis que se ha centrado en señalar apenas algunos elementos que arroja la coyuntura. Cierro diciendo lo obvio: la dinámica política del año 2025 determinará el avance, estancamiento o retroceso de la extrema derecha en Costa Rica. Todo ello plantea un enorme reto a los sectores con algún nivel de aprecio por la democracia y las libertades públicas. Pero sobre todo, la alerta es enorme para los sectores de izquierda, críticos de las fuerzas políticas que llevaron al país a esta coyuntura límite.

Referencias:

  1. Sobre todos estos procesos se han generado materiales periodísticos de alta calidad de los que conviene resaltar algunos. Para una revisión crítica de la carrera política de Bukele, recomiendo la escucha del podcast “Bukele: el señor de los sueños”. El el capítulo 1 y 2 se aborda el ascenso meteórico de su carrera y los episodios 4 y 5 abordan el tema de la política de seguridad y la política económica con una buena precisión. Es una producción de los y las periodistas de “Central” de Radio Ambulante estudios, disponible en Spotify en: https://open.spotify.com/show/5rVz6WZuWQKxWalrPaIRxI?si=_ETwlZLhSiuefsXTSpCKtQ y también en otras plataformas. Otros artículos donde se pueden encontrar análisis de profundidad sobre este proceso político y económico son: Rauda, Nelson. “Los apóstoles del bitcoin que conquistaron El Salvador”. Nueva sociedad (julio-agosto 2022). En: https://nuso.org/articulo/apostoles-bitcoin-el-salvador/ / Rodríguez, Carmen y Quitannilla, Jaime (18 de abril de 2022). “La toma de Nuevas Ideas: la historia oculta del partido de Bukele”. Divergentes. En: https://www.divergentes.com/historiaocultadebukeleynuevasideas/
  1. Duggan, Laurel (19 de julio de 2024). “Donald Trump criticises Nayib Bukele at GOP convention”. UnHerd. En: https://unherd.com/newsroom/donald-trump-criticises-nayib-bukele-at-gop-convention/
  1. EFE (12 de noviembre de 2024). “Bukele y Chaves acuerdan crear una «Liga de Naciones» para buscar la «prosperidad»”. Swissinfo.ch. En: https://www.swissinfo.ch/spa/bukele-y-chaves-acuerdan-crear-una-%22liga-de-naciones%22-para-buscar-la-%22prosperidad%22/88099442 /. Nodal (4 de enero de 2024). Nayib Bukele: “Centroamérica debería ser un solo país”. Nodal. En: https://www.nodal.am/2024/01/el-salvador-bukele-asegura-que-centroamerica-deberia-ser-un-unico-pais/
  1. Arrieta, Esteban (11 de octubre de 2023). “Rodrigo Chaves aclara que Costa Rica no es El Salvador para declarar emergencia por homicidios”. La República. En: https://www.larepublica.net/noticia/video-rodrigo-chaves-aclara-que-costa-rica-no-es-el-salvador-para-declarar-emergencia-por-homicidios
  1. Romero, Fernanda (3 de noviembre de 2023). “TSE rechazó candidaturas a síndicos del Partido Aquí Costa Rica Manda”. Noticias Monumental. En: https://www.monumental.co.cr/2023/11/03/tse-rechazo-candidaturas-a-sindicos-del-partido-aqui-costa-rica-manda/ Bermúdez, Mario (10 de noviembre de 2023). “TSE: desde marzo se definieron reglas claras de paridad de género para candidaturas en elecciones municipales”. Semanario Universidad. En: https://semanariouniversidad.com/pais/tse-desde-marzo-se-definieron-reglas-claras-de-paridad-de-genero-para-candidaturas-en-elecciones-municipales/
  1. Algunas piezas periodísticas producidas por informadores locales de diversas tendencias y profundades dejan ver estas iniciativas: Hidalgo, Ingrid (9 de noviembre de 2024). “Nayib Bukele ya se encuentra en el país”. Crhoy. En: https://www.crhoy.com/nacionales/nayib-bukele-ya-se-encuentra-en-el-pais/ / Murillo, Álvaro (13 de noviembre de 2024). “Nayib Bukele deja huella en la Costa Rica de Rodrigo Chaves con consejos y planes conjuntos”. El País. En: https://elpais.com/america/2024-11-14/nayib-bukele-deja-huella-en-la-costa-rica-de-rodrigo-chaves-con-consejos-y-planes-conjuntos.html / / Valverde, Luis (12 de noviembre de 2024). Bukele llega a la reforma para “asesorar” al gobierno en reforma de cárceles. CrHoy. En: https://www.crhoy.com/nacionales/bukele-llega-a-la-reforma-para-asesorar-al-gobierno-sobre-manejo-de-carceles/ / Angulo, Yamileth (12 de noviembre de 2024). “Laura Chinchilla: La Costa Rica que hoy recibe a Bukele es la que se conforma con las migajas”. El Mundo. En: https://elmundo.cr/costa-rica/laura-chinchilla-la-costa-rica-que-hoy-recibe-a-bukele-es-la-que-se-conforma-con-las-migajas/ / Pomareda, Fabiola (21 de noviembre de 2024). “Presidente Chaves dice que antes de construir megacárcel como la de Bukele en El Salvador hay que “arreglar las leyes”. Semanario Universidad. En: https://semanariouniversidad.com/pais/presidente-chaves-dice-que-antes-de-construir-megacarcel-como-la-de-bukele-en-el-salvador-hay-que-arreglar-las-leyes/
  1. “Cuando estas crisis se manifiestan, la situación inmediata se torna delicada y peligrosa, porque el terreno es propicio para soluciones de fuerza, para la actividad de potencias obscuras, representadas en hombres providenciales y carismáticos”. Gramci, Antonio (1972). Maquiavelo y Lenin. Notas para una teoría política marxista. Editorial ERA. pp 81-82
  1. Sobre el crecimiento de la extrema derecha contemporánea ver Stefanoni, Pablo (2022¿La rebeldía se volvió de derecha? Cómo el antiprogresismo y la anticorrección política están construyendo un nuevo sentido común (y por qué la izquierda debería tomarlos en serio)Buenos Aires: Siglo XXI, y también: Traverso, Enzo (2021) Las nuevas caras de la derecha: ¿Por qué funcionan las propuestas vacías y el discurso enfurecido de los antisistema y cuál es su potencial político real? Buenos Aires: Siglo XXI/ Clave intelectual.
  1. Bordel Gil, Jaime (28 de julio de 2023). Vox y el 23J: el error de la estrategia de Buxadé. El Salto. En: https://www.elsaltodiario.com/extrema-derecha/vox-23j-error-estrategia-buxade/ Redacción El Salto (8 de julio de 2024). Las urnas dan la victoria a la unión de las izquierdas y dejan a la extrema derecha en tercera posición. El Salto. En: https://www.elsaltodiario.com/francia/urnas-dan-victoria-union-izquierdas-dejan-extrema-derecha-tercera-posicion
  1. Diario Red (28 de agosto de 2024). La Francia Insumisa anuncia que presentará una moción de destitución contra Macron si no nombra primera ministra a Lucie Castets. Diario Red. En: https://www.diario.red/articulo/internacional/francia-insumisa-anuncia-que-presentara-mocion-destitucion-macron-nombra-primera-ministra-lucie-castets/20240827172305034457.html