Por Roberto Rodríguez
El martes 17 de septiembre se dio a conocer la noticia de la detención del pastor evangélico y empresario agrícola Juan Barboza Pilartes, por su vinculación con una estructura de lavado de capitales y tráfico de cocaína hacia Europa, liderada por el grupo criminal conocido como “7 Tiburones del Pacífico” y el cártel llamado “Clan del Golfo”.
Además de su rol como pastor evangélico y su presencia en redes sociales, donde exhibía autos de lujo y ganado de alto valor, Barboza es reconocido entre los trabajadores y trabajadoras de las plantaciones de piña en Los Chiles, San Carlos y Río Cuarto, como uno de los contratistas más represivos y explotadores.
Desde hace más de una década, Barboza ha jugado un papel clave en la subcontratación de miles de empleados para empresas como Exportaciones Norteñas y Empaques Bella Vista, en diversas fincas de la región. Se le acusa de reproducir patrones de súper explotación, principalmente de trabajadores migrantes y transfronterizos, a quienes paga salarios de miseria en efectivo, sin garantizar seguros ni cargas sociales.
La experiencia del sindicato SITRASEP con Barboza Pilartes
Entre los años 2016 y 2020, centenares de obreros y obreras de diversas fincas piñeras en el cantón de Los Chiles se organizaron sindicalmente bajo el Sindicato de Trabajadores del Sector Privado (SITRASEP), realizando más de una decena de huelgas. Estas movilizaciones lograron visibilizar a nivel nacional la realidad de la explotación laboral en las plantaciones de la zona norte.
En ese contexto, Barboza desempeñó un rol fundamental en la coordinación política, económica y del empresariado local, incluso creando grupos de choque, con el objetivo de desmantelar el movimiento sindical emergente.
Logró empalmar su gran capacidad económica de dinero en efectivo disponible, con un acción unificada de fuerzas de seguridad privada que contrabata y la fuerza pública, para enfrentar al movimiento obrero.
Algunos episodios clave:
Hombre de confianza: Desde el inicio de la organización sindical en la finca Exportaciones Norteñas S.A, en Santa Fe de Los Chiles, Barboza fue designado como el «hombre de confianza» del empresario Rodrigo “El Chino” García, propietario de la empresa. En marzo de 2016, una huelga organizada por las y los empleados de Exportaciones Norteñas exigió derechos laborales básicos para las casi mil personas trabajadoras de la finca, como salarios mínimos, aguinaldos, vacaciones, licencias de maternidad, pago de horas extras y seguros médicos.
A lo largo de los conflictos laborales del 2016, 2017 y 2018, Barboza fue el protagonista principal, asumiendo poco a poco la subcontratación total del personal de la empresa y enfrentándose directamente al sindicato SITRASEP.
Una de las señales principales de esos conflictos era el uso permanente y creciente de la violencia de la seguridad privada para enfrentar con disparos y sabotajes a la dirigencia sindical, además de la capacidad de colocar a la fuerza pública al servicio de la detención de huelguistas y amedrentamiento de los movimientos de huelga.
Fundación del grupo de choque antisindical: Una de las estrategias clave de Barboza fue la creación del grupo «Comité por el Trabajo en Santa Fe», integrado por personas ex trabajadoras y ex huelguistas a quienes él compró su conciencia y los puso a trabajar en contra de sus pares. A dichas personas les pagaba un salario para que, entre otras tareas, elaboraran listas de sindicalistas y huelguistas, con el objetivo de impedir que esas personas fueran contratadas por las empresas de la región. Este grupo también fomentaba la desorganización y desafiliación sindical, además de amenazar la integridad y la vida de dirigentes sindicales y militantes del PT como Francisco Cruz y Jouseth Chaves. Barboza destinó considerables recursos a financiar este grupo, proporcionándoles salarios, uniformes, oficinas y capacitaciones a través de la Escuela Social Juan XXIII.
Organización contra la huelga en Empaques Bella Vista: Uno de los últimos episodios en los que SITRASEP se enfrentó a Juan Barboza en un conflicto laboral fue en el año 2019, cuando más de 100 personas trabajadoras de la plantación de piña de Empaques Bella Vista, en La Unión de Los Chiles, se unieron al sindicato para luchar por el pago de aguinaldos, salarios mínimos para las mujeres, vacaciones y seguros médicos.
En esa ocasión, Barboza entró en escena después de ser contratado por Empaques Bella Vista debido a su experiencia en combatir movimientos sindicales, adquirida durante los conflictos en Exportaciones Norteñas.
Durante este conflicto, Barboza desplegó su poderío económico y tácticas antisindicales.
Asumió la contratación de todas las personas trabajadoras y ordenó el despido inmediato de toda la planilla que participaba en la huelga. Anunció que disponía de varios cientos de millones de colones para el pago de las prestaciones, pero condicionó la entrega de estos montos a la desafiliación de las personas trabajadoras del sindicato y el fin de la huelga.
A pesar de la resistencia inicial, las y los obreros se mantuvieron movilizados durante varias semanas. Sin embargo, la presión económica, la persecución de la policía de migración, la inacción del Ministerio de Trabajo, la tardanza del Juzgado de Trabajo para asumir la huelga, y las acciones del grupo anti sindical que Barboza organizó en la comunidad finalmente lograron que las bases sindicales fueran cediendo. Como resultado, se acordó el pago de liquidaciones a cambio de la desafiliación del sindicato y la conclusión de la huelga.
Cuando el dinero del narcotráfico se une a la dictadura patronal contra las organizaciones obreras
La experiencia del sindicato SITRASEP con personajes como Barboza demuestra a las organizaciones sindicales y a la clase trabajadora en general, cómo se entrelazan diversos elementos de la realidad en la que vivimos.
Las personas trabajadoras agrícolas de Los Chiles que participaron en la experiencia sindical con SITRASEP entre los años 2016 y 2020 no solo se enfrentaban a décadas de atraso sindical, resultado de la derrota sufrida en 1948, sino que también a una verdadera coalición entre poderes empresariales vinculados al narcotráfico, respaldados por instituciones como el Ministerio de Trabajo y la Policía. Estos entes, perseguían al sindicato mientras permitían años de saqueo y explotación en condiciones cercanas a la esclavitud en esas empresas.
El narcotráfico, fusionado con el poder empresarial, emplea métodos violentos para combatir la organización laboral, especialmente porque sabe que una clase trabajadora organizada y fuerte les impide operar sus negocios turbios con libertad y sin control.
Durante ese proceso, el dinero del narcotráfico se unió a la seguridad privada, a los grupos de choque antisindical y a la fuerza pública para sofocar las huelgas y evitar cualquier avance en las conquistas laborales y mejoras en condiciones de vida en la región.
El mismo día de la detención de Juan Barboza, salieron inmediatamente declaraciones de Abel Chaves y Gina Vargas de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (CANAPEP) y la Cámara de Piñeros Unidos a desmarcarse de Juan Barboza Pilartes, lo mismo hizo la Alianza Evangélica. Esas organizaciones nunca se pronunciaron antes sobre el papel de explotador y opresor que Barboza ejercía ante miles de personas trabajadoras en esa región demostrando su hipocresía y complicidad.
No queríamos desaprovechar la oportunidad de la detención de Barboza, para retomar brevemente el capítulo de la experiencia obrera en las fincas en las que él operaba y posiblemente seguirá operando, reflejando la coexistencia de dos culturas mafiosas, la cultura del narcotráfico y la cultura anti sindical, que cuando quedan en evidencia se desligan dejando aún más en evidencia la realidad de esos sectores.
La clase obrera organizada tiene la fuerza para enfrentar ese tipo de explotadores, pero para vencerlos debe apostar a la máxima unidad posible, la construcción de herramientas de organización obrera superiores a las que hemos visto, y sobre todo luchar por una transformación completa del orden capitalista que es el culpable de estas formas de organización de la clase explotadora.