La negociación salarial del segundo semestre presenta un escenario oscuro para los trabajadores estatales: según anunció el gobierno el incremento debería ser del 0%, puesto que la inflación acumulada es negativa.
Esta propuesta es una burla a los empleados públicos, que vemos como el salario no alcanza y el costo de la vida sigue en aumento, de la mano con la pobreza y el desempleo en el país.
No les basta con que nuestros salarios sigan reduciéndose; el empresariado, el PLN y también el PAC, quieren imponer, cada uno a su manera una política de Salario Único para eliminar conquistas que hemos conseguido en las luchas, deteriorando aún más nuestro salario.
La nueva negociación salarial se junta con el recién firmado pacto entre el Frente Amplio, PAC y Patria Justa, que reúne a los mismos figurones sindicales de siempre, con Albino Vargas a la cabeza.
Este acuerdo, gestado a espaldas de los trabajadores, solo puede llevarnos a futuras derrotas porque no enfrenta abiertamente al gobierno de Luis Guillermo Solís, el cual tiene acuerdo con atacar las convenciones colectivas o subir el IVA al 15%, entre otros ataques que está dispuesto a pactar con la misma Alianza liderada por el PLN.
Todavía estamos a tiempo de corregir esta orientación conciliadora: una franja del movimiento sindical agrupada en el Bloque Unitario Social y Sindical Costarricense (BUSSCO) no suscribió el acuerdo. Este es un buen primer paso, pero no es suficiente: hay que asumir una posición de lucha desde los sindicatos del sector público contra el aumento salarial del 0% y organizarse frente a los ataques que el gobierno y la Alianza quieren imponer a los trabajadores.
Es necesario discutir un plan de los trabajadores para mejorar los salarios, como un ajuste salarial del 10% de emergencia para trabajadores públicos y privados, así como necesidad de establecer una nueva fórmula que mida el verdadero costo de la vida.