De los cerca de 2 millones de trabajadores que tiene Costa Rica, unos 400 mil son nicaragüenses, ellos son contratados en muchos de los trabajos más intensos y peores pagados, donde se dan las mayores violaciones a los derechos laborales. Entre esos trabajos están las labores agrícolas, la construcción, el servicio doméstico y la seguridad privada.
Debido a la pobreza y el desempleo que existe en Nicaragua, los empresarios en Costa Rica ven a los nicaragüenses como una gran reserva de mano de obra de la que pueden disponer cuando quieran, así por ejemplo cada época de cosecha, los empresarios solicitan por decenas de miles de obreros nicaragüenses para atender sus cultivos; los gobiernos de ambos lados de la frontera corren a abrir las fronteras y así asegurar que sus cosechas no se pierdan.
Los patronos se aprovechan de los extranjeros para explotar más
Los patronos se aprovechan de la condición de extranjeros, de la falta de conocimiento de las leyes del país, ausencia de documentos de identidad y de la xenofobia generalizada en el país para extraer la mayor cantidad de riqueza del trabajo de los nicaragüenses que contratan.
Así los empresarios pagan menos a los nicas que a los ticos, no les pagan seguro, ni aguinaldo, tampoco les dan vacaciones o les pagan feriados, mucho menos las horas extras, con lo que se saca más ganancias ya que al no respetar los derechos laborales dejan de pagar millones de colones al año con cada trabajador que contrata en esas condiciones de súper explotación.
Los Gobiernos son cómplices de la súper explotación
En Costa Rica, Luis Guillermo Solís puso en vigencia una Ley de Migración que no solo impone multas elevadas a los trabajadores que no tengan sus documentos al día y aumenta el cobro de los trámites migratorios, si no que trajo consigo una serie de medidas para excluir a los nicaragüenses de los servicios públicos que antes se les brindaban, así se empezaron a negar servicios de salud, de educación y ayudas sociales.
Solís no hace nada por cambiar las violaciones a derechos laborales, y más bien contrata más policías y los especializa para perseguir y detener a trabajadores nicaragüenses en todo el país, creando un régimen de terror en las calles y las fronteras, con deportaciones forzadas y extorciones generalizadas diariamente.
Por su parte, Daniel Ortega es cómplice de lo que pasa en Costa Rica, no solo manteniendo salarios de hambre y altos niveles de pobreza en Nicaragua, si no que pone al servicio de los empresarios la mano de obra de su propio país, colaborando con la “exportación de mano de obra” y garantizando que miles viajen sin cédula ni pasaporte para que sean más explotados todavía.
Ambos gobiernos también son cómplices de las campañas de xenofobia en ambos países, por los problemas fronterizos del Rio San Juan e Isla Calero, poniéndonos a ticos contra nicas sin sentido alguno.
La actitud de los trabajadores costarricenses
A los únicos que beneficia que haya separación entre ticos y nicas es a los empresarios, quienes se aprovechan de esa situación para rebajar los salarios, y violar los derechos laborales, no solo para los nicas sino también para los ticos.
Los empresarios quieren que los trabajadores ticos le echemos la culpa a los nicas, porque “ellos trabajan por menos”, como si no fuera únicamente culpa del empresario, que es el que paga menos salario al final de cuentas.
Es indispensable el formar una unidad con los nicas para defender nuestras condiciones de vida y de trabajo, luchando hombro a hombro por mejores salarios y respeto a todos nuestros derechos, ya que muchos hemos caído en el error de aprobar que al nica se le pague menos por ser extranjero.
También, debemos hacer unidad con nuestros hermanos de clase cuando el gobierno recorta en salud, educación y programas sociales, los trabajadores inmigrantes como nosotros pagan impuestos y aportan a la seguridad social, pero son los empresarios quienes no pagan miles de millones a la seguridad social y programas sociales.
Debemos luchar inmediatamente por tumbar la Ley de Migración, por una amnistía general y trámites migratorios gratuitos para que ningún trabajador sea considerado como ilegal, igualdad de salarios entre nacionales y extranjeros, por un acceso libre de las personas extranjeras a los servicios de salud de CCSS, a la educación pública y la ayuda social cuando se necesite.
Es por eso que ese 1 de mayo los actos del Partido de los Trabajadores, están abiertos a la participación de los trabajadores nicaragüenses, ya que es un día de lucha para la clase trabajadora y ese día no podrá estar completo sin la participación del sector que sufre las peores condiciones de explotación en el país.