Editorial Sindical

Este 26 y 27 participemos de la huelga y exijámosle a las dirigencias verdaderas banderas de lucha contra el gobierno

El Bloque Unitario Sindical y Social Costarricense (BUSSCO) lanzó un llamado de dos días de huelga que deja sin contestación los principales ataques de Solís y no contempla ninguna de las reivindicaciones centrales de los trabajadores públicos. Es urgente que las bases le exijan a sus dirigencias discutir en asambleas los ejes de convocatoria y la preparación para que no se convierta en otra huelga sin resultados.

La huelga se convoca en el marco de una gran ofensiva del gobierno, los partidos políticos de la oposición y los empresarios contra toda la clase trabajadora y expresará la resistencia de los empleados públicos a los ataques contra sus conquistas laborales. Como Partido de los Trabajadores nos sumamos y llamamos a todos los trabajadores a hacer lo mismo.

Sin embargo no es posible dejar pasar el hecho de que, con excepción de la exigencia de retiro del proyecto de Ley sobre la Educación Dual, las dirigencias están llamando a la huelga con unos ejes tan amplios que no colocan ningún contenido claro, no cuestionan en nada los ataques del gobierno, ni le plantean exigencias concretas.

Algunos ejemplos. Frente a la ofensiva que ejecuta el gobierno contra las convenciones colectivas, que involucra dictámenes como el DAJ-AE-237-15  del  MTSS, que elimina cualquier convención colectiva que no sea renegociada en el plazo de un mes, los convocantes oponen una débil “defensa de los derechos laborales de la clase trabajadora costarricense”.

Ni siquiera porque la ANDE se encuentra negociando una Convención Colectiva propia, se atreven a salir con una consigna clara de “defensa de todas las convenciones”, ni hablar de presionar en las calles para favorecer la posición de los trabajadores de la educación en dicho pulso.

El llamado coloca la necesaria lucha contra los proyectos de ley del salario único que aún no entran al plenario legislativo, mas deja pasar la aplicación de dichos proyectos expresada en los ataques a las convenciones.

Tampoco se dice nada en el llamado sobre los recortes que el gobierno de Solís y los rectores vienen pactando contra el presupuesto universitario (FEES). Apenas una débil llamado a defender una “educación pública, gratuita y obligatoria”

Se habla sobre la necesidad de combatir el problema fiscal con un “alto a la evasión, elusión y al fraude fiscal”, pero sin ninguna exigencia de indagatorias y sanciones por los Panama Papers y sin oponerse al aumento en el impuesto de ventas (IVA) que el gobierno alista para cobrarle la crisis al pueblo trabajador. Ni hablar de una lucha por cobrarle más impuestos a los ricos y empresarios que permite acabar con la crisis de los servicios públicos y conservar las conquistas laborales plasmadas en las convenciones colectivas.

En apariencia las dirigencias sindicales levantan el tono de sus protestas al convocar una huelga de dos días. Sin embargo es claro que sus consignas son más conciliadoras que nunca con el gobierno, en el momento donde este ataca más al pueblo.

Desde el Partido de los Trabajadores llamamos a todos los trabajadores del sector público a sumarse a la huelga con verdaderas banderas de lucha contra el gobierno y a exigirle a las dirigencias la convocatoria a asambleas democráticas para discutir las exigencias al gobierno para esta huelga y las que se vienen.

Fortalecer la huelga y las banderas de lucha desde las bases

De aquí al 26 de Abril es vital que exijamos los permisos para convocar a asambleas de espacios de base y fortalecer allí nuestra participación en la huelga, así como definir nuestras banderas.

Lo primero que es necesario ubicar que el gobierno de Solís representa la principal amenaza contra los trabajadores. Ni Guevara, ni el mismísimo PLN son los principales responsables de los ataques a los salarios y recortes en los presupuestos públicos. Es el gobierno PAC, a quien los trabajadores debemos llamar a cuentas.

Lo segundo, el ataque que el gobierno encabeza es el puntal de una política de todos los partidos burgueses y de los empresarios mismos para mantener los grandes negocios en el marco de la crisis económica y fiscal por la que pasa el país. Los sindicatos del sector público necesitan partir de oponerse a esta política y partir de la necesidad de unificar al pueblo trabajador, sector público y privado,  para que sean los ricos los que paguen por la crisis que provocaron y no los trabajadores.

La victoriosa huelga de Exportaciones Norteñas en Santa Fe de Los Chiles, que conquisto derechos laborales y pago de liquidaciones de ley para los trabajadores,  nos ha marcado el camino a todos los trabajadores, públicos o privados, solo mediante exigencias claras y métodos de la clase trabajadora como la huelga y los bloqueos, seremos capaces de resistir la ofensiva del gobierno y los patrones.

¡Por una huelga preparada para derrotar los ataques del gobierno y la legislativa!

¡Exijamos asambleas democráticas en nuestros sindicatos para definir la agenda de lucha!

 ¡En defensa de todas las convenciones colectivas!

 ¡Ni recortes ni IVA!  ¡Que la crisis la paguen los ricos y no los trabajadores!