El pasado 12 de setiembre, Daniel Ruiz, militante del Partido Socialista de los Trabajadores Unificado (PSTU), sección de la Liga Internacional de Los Trabajadores (LIT-CI) en Argentina, fue preso por orden de la Policía Federal. Su encarcelamiento responde a la persecución que se lleva a cabo de parte de Mauricio Macri a luchadores sociales por participar el pasado 18 de diciembre en una gran movilización frente al Congreso Nacional contra la Reforma Previsional que ese día dejó una suma importante de heridos y detenidos por el enfrentamiento de los manifestantes con la policía. Daniel Ruiz fue acusado de participar en esta movilización además de ser cómplice de que Sebastián Romero, también militante del PSTU-A no haya sido capturado aún. A Romero además, se le acusa de haber participado en la movilización y de lanzar morteros contra la policía que reprimió la movilización de millares.
¿Quién es Daniel Ruiz?
Daniel Ruiz es hijo de una familia obrera de la zona petrolera de la Patagonia en Argentina. Desde muy joven se convirtió en activista social en la ciudad de Comodoro Rivadavia. Desde finales de los 90 e inicios de los 2000, Daniel fue parte del movimiento de piqueteros de cortes de ruta y de accesos a fábricas luchando por condiciones de trabajo dignas. Desde esa época se convierte en militante de la LIT ingresando a la sección en Argentina. Antes de ingresar al gremio petrolero, trabajó en un frigorífico y en el área de construcción. Cuando empieza a ser petrolero, trabajó en boca de pozo, con temperaturas debajo de cero y en medio de los fuertes vientos de la Patagonia.
Al tiempo, fue electo delegado de base, hasta que se convirtió en un reconocido dirigente obrero en la zona, no sólo de este gremio, sino de diferentes conflictos y luchas donde llevó solidaridad y organización contra la patronal y la burocracia sindical. Este proceso lo llevó a convertirse en un destacado dirigente del PSTU-A y de la LIT-CI.
Criminalización de la protesta social
América Latina en su conjunto está viviendo un ascenso de las luchas sociales producto de los ataques impuestos por el imperialismo a cargo del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Ante el ascenso de las movilizaciones en muchos países del continente, los gobiernos neoliberales apuestan a desmovilizar mediante la represión y la persecución de activistas. Ejemplo de esto se vive en la región Centroamericana donde tanto en Honduras, como Nicaragua, el índice de detenciones y ejecución a líderes políticos asciende año tras año. Dirigentes estudiantiles, campesinos, indígenas y obreros son perseguidos debido a su papel en las luchas. El caso de Berta Cáceres en Honduras, así como de cientos de estudiantes en Nicaragua con la dictadura Ortega-Murillo, son sólo un ejemplo de la batalla contra la criminalización de la protesta social que se debe impulsar. Esta situación se ubica en el cono sur de América, donde casos como el de Sebastián Romero y Daniel Ruiz evidencian la política de persecución política de los gobiernos de turno, en este caso de Macri, que desean contener el ascenso de las masas.
Son estos gobiernos neoliberales los que impulsan las llamadas leyes antiterrorismo, muchas veces apoyadas e impulsadas por gobiernos Castro-Chavistas como en Venezuela o Brasil, que lo que busca es reprimir a quienes se oponen a sus planes de ajuste; y donde no sólo son perseguidos y enjuiciados ante la ley burguesa, sino en algunos casos, ejecutados por ser causantes de actos “terroristas”.
Alto a la persecución de luchadores políticos
Desde el Partido de los Trabajadores y la Liga Internacional de los Trabajadores, exigimos un alto a la persecución de luchadores en el marco de procesos de ascenso en las luchas. Además, exigimos la liberación inmediata de cientos de activistas que en sus países han sido acusados de terrorismo por el hecho de salir a combatir la crisis y los ataques imperialistas. Exigimos la inmediata liberación del compañero Daniel Ruiz del PSTU-A y la LIT y el cese a la persecución de Sebastián Romero. Hacemos un llamado a miles de activistas en toda Latinoamérica a combatir en las calles los planes del imperialismo y la criminalización de la protesta social. Además, invitamos a construir el partido revolucionario de la clase trabajadora que sirva de herramienta para que gobiernen los trabajadores y no los gobiernos neoliberales.