Mujeres

Por la vida de las mujeres, ¡salgamos a las calles!

En las últimas semanas un alto número de femicidios impactó al país, con 7 brutales asesinatos entre los últimos días de febrero y el mes de marzo. Y aunque cada caso es muy distinto, muchas de estas mujeres eran menores de 30 años de edad, provenientes de zonas rurales y que vivían en condiciones de pobreza.

El peso de la dependencia económica

Acabar con relaciones machistas y violentas en ningún caso es fácil, es una batalla contra nuestras propias experiencias en la sociedad machista en la que hemos sido formadas, contra un contexto que nos juzga y contra un sistema que no logra brindarnos protección básica. Pero cuando se trata de mujeres pobres o trabajadoras, implica además lidiar con la desigualdad salarial, la falta de empleo, de vivienda, educación o salud.

Lamentablemente son muchas las historias de mujeres que, dependiendo económicamente de sus parejas, permanecen en esas relaciones al no contar con mecanismos de apoyo para poder pagar su propio alquiler, para poder costear los gastos escolares de sus hijos o para solventar sus necesidades más básicas de alimentación. Por eso los inadecuados o carentes servicios de apoyo contra la violencia, influyen de manera poderosa sobre la vida de las mujeres, ya que al haber una dependencia económica con sus agresores, el no contar con acceso a empleo, con albergues o acompañamiento legal, pueden marcar la línea entre la vida y la muerte de esas mujeres.

¿Qué falla?

No solo fallan los servicios de atención inmediata, con las insuficientes leyes y medidas para atender la violencia, lo que falla fundamentalmente es el capitalismo, que nos condena a las mujeres a vivir en condiciones de opresión.

Es ese capitalismo el que nos necesita oprimidas para explotarnos aún más, justificando la violación de derechos laborales, el condenarnos a trabajos más precarios, peor pagados y con una doble carga laboral, al imponernos también las labores domésticas y de cuido.

Por eso, aunque reconocemos la imperiosa necesidad de luchar por mayores recursos, más leyes y mayores mecanismos de protección para combatir la violencia machista, no podemos dejar de lado que esta lucha es contra todo ese sistema capitalista.

Y es por eso salimos a exigir al gobierno medidas contundentes contra la violencia machista, pero también contra todas aquellas políticas que empobrecen y condenan a las mujeres a la precariedad, porque forman parte de un todo.

Nuestra exigencia al actual y el futuro gobierno

Muchos sectores advirtieron que en esta segunda ronda electoral apoyaron al PAC con su voto, pero que esto no constituía un cheque en blanco, ya que saldrían a exigir y denunciarlo cuando fuera necesario. Pero esas denuncias y esas exigencias no debieron cesar en la coyuntura electoral, porque ha sido precisamente bajo el gobierno del PAC, que se han dado estos terribles femicidios, con estadísticas que no han logrado bajar y que inclusive han aumentado cuando se ha tratado de denuncias.

En su discurso de triunfo, Carlos Alvarado poco o nada se refirió al tema de la violencia machista y los derechos para las mujeres, pero si fue muy enfático en recordar que su compromiso es con la aprobación de una reforma fiscal, que permitirá garantizar los pagos de la deuda y mantener los beneficios de los grandes empresarios. Pero no puede haber un alto a la violencia y un fin a la desigualdad, mientras a las mujeres se nos condena a la pobreza, como ocurrirá con ese proyecto.

Hoy lo que está en discusión es qué orden de importancia tienen la vida de las mujeres. Por eso le exigimos al gobierno del PAC, que ante la ola de femicidios, declare emergencia nacional de manera inmediata. Esta declaratoria, no solo sería para reconocer la gravedad de la situación que enfrentamos, sino que le permitiría hacer uso de los recursos del Estado para atender esta emergencia. Y para ello exigimos que suspenda los pagos de la deuda, e invierta ese dinero en trabajo, educación y vivienda como medidas para el combate a la violencia.

Por eso es necesario unificar las luchas de toda la clase trabajadora, y salir a las calles como lo hicimos mujeres y hombres el pasado 8 de marzo, para exigir medidas inmediatas de combate a la violencia y un alto a las políticas de ataque contra la clase trabajadora.

¡Contra los femicidios, declaratoria de Emergencia Nacional YA!

¡No más plata para la deuda, inversión en trabajo, vivienda y servicios para combatir la violencia!