Rodrigo Chaves y sus cuerpos policiales no dan tregua a cientos de familias campesinas. Poco les importó navidad y año nuevo, la consigna es clara: barrer las tomas de terreno para garantizar los intereses del agronegocio y los terratenientes.
De forma concreta, se presentaron dos desalojos en los meses de diciembre y enero en los asentamientos de La Guaria y Monteverde. En el primero, se vieron afectadas más de 150 familias y además con la detención del dirigente Hugo Sandoval Vargas. La policía, armada hasta los dientes, destruyó cultivos, casas, cercas y reprimió a mujeres, niños y adultos mayores. En la actualidad, el INDER les ha dado la espalda porque la única respuesta es la represión.
En el caso de Monteverde, asentamiento ubicado en la comunidad de Cristo Rey, quienes sufrieron desalojos fueron 67 familias. Es la continuidad de un largo ataque, puesto que antes habían entrado a la finca e hirieron de bala a Marvin Cantón Blandón.
Lo más grave en este proceso de lucha es que en la finca ya hay maquinaria de un empresario de la piña preparado para sembrar ese cultivo devastador del medio ambiente y generador de multimillonarias ganancias para los imperialistas.
Se demuestra una vez más que al gobierno solamente le interesa asegurar el derecho a la tierra a los grandes ricos, en lugar de hacerlo en favor de familias pobres que no tienen otra forma de ganarse la vida.
A casi dos años del gobierno de Rodrigo Chaves, el agro sigue empobrecido, los productores en quiebra y se profundiza la política del reparto desigual de la tierra. Cada vez más se ve cómo los mejores terrenos quedan en manos de unos pocos ricos.
Por eso, ante este ataque el camino es la lucha y la independencia del gobierno y los ricos.