Un estudio presentado recientemente por la Universidad de Costa Rica comprobó la presencia de agroquímicos en el agua de 10 pozos y nacientes, así como de 22 ríos y quebradas de las zonas de Pital, Venecia, Aguas Zarcas y otras comunidades donde existen piñeras.
Con los estudios se determinó que el agua de esas comunidades hay presencia de plaguicidas como bromacil, ametrina y diuron, los cuales son altamente tóxicos para las personas; incluso el bromacil es prohibido en el país.
Muchas de las aguas que contienen bromacil están siendo consideradas como potables y consumidas por personas.
El gobierno tiene la información y calla
Según el informe de la UCR desde el año 2015 se informó al gobierno de la situación de esas aguas contaminadas y de lo peligroso que es para los seres humanos que las consumen, pero las autoridades se mantuvieron en silencio, no informaron a las comunidades ni tomaron medidas contra esas empresas.
El Ministerio de Salud y el Servicio Fitosanitario del Estado tienen 3 años de conocer que las personas de esas comunidades están consumiendo agua envenenada y han dejado que esa información quede en secreto, para que las personas no se alarmen y para que las piñeras sigan generando ganancias tranquilamente.
Para los ricos la plata vale más que las vidas de nuestras familias
El gobierno y los empresarios piñeros saben que nos están matando son sus agroquímicos, posiblemente ellos ya estén tomando agua embotellada para no padecer cáncer, mientras los trabajadores y la gente pobre de la región ni siquiera sabe del peligro al que se están enfrentando.
Para los ricos lo más importante es tener ganancias de sus negocios aunque eso significa matar poco a poco a cientos de miles de personas como está pasando actualmente en la Zona Norte; es muy posible que si ese estudio se hace en Upala, Los Chiles y Guatuso tendrá los mismos resultados.
Es urgente que desde las comunidades y los propios trabajadores de las piñeras se tomen acciones para proteger el agua que consumimos.