Este artículo busca explicarle a una amplia capa de compañeros y compañeras que persigue nuestro partido en su esfuerzo por renovar sus estructuras electorales. Presentamos nuestro análisis de la situación nacional y las nuevas posibilidades que se abren para construir nuestro partido.
1. Nuestro análisis de la situación política global.
Vivimos una etapa de profunda complejidad política a nivel global. Las crisis políticas no se limitan a una región, sino que se extienden por todo el planeta. Las guerras en Ucrania, Palestina, Líbano y Siria son muestra de un mundo en tensión permanente. Al mismo tiempo, asistimos a una crisis generalizada de las democracias burguesas, donde el avance de discursos de ultraderecha, como los de Trump, Bukele y Chaves, busca capitalizar la desesperanza de las familias trabajadoras. Estos proyectos políticos promueven la destrucción de lo público los servicios sociales, atacan los derechos de la clase trabajadora y favorecen iniciativas que van en contra de los derechos sociales y humanos.
En centroamericana las dictaduras de Ortega y Bukele son un recordatorio de la gran crisis del sistema y las salidas autoritarias del empresariado para controlar a las masas trabajadoras.

2. ¿Por qué necesitamos el Partido de la Clase Trabajadora (PT)?
Este escenario mundial también afecta a Costa Rica. En nuestro país, la clase rica se disputa el control político por medio de dos sectores principales: uno liderado por Rodrigo Chaves y otro representado por los partidos tradicionales como el PLN, el FA, el PAC y el PUSC. Aunque se presentan como proyectos distintos, todos comparten un mismo objetivo: preservar los intereses de las élites económicas. Ningún gobierno reciente ha representado una mejora para la clase trabajadora. Con Chaves, el PAC-FA, el PLN o el PUSC, la vida de las familias trabajadoras ha seguido deteriorándose.
En este contexto, la inscripción del PT se vuelve crucial. No se trata solo de quién gobierne, sino del sistema que defienden. Todos estos partidos, en última instancia, protegen los intereses de la clase empresarial, permitiendo que se apropien de la riqueza generada por la clase trabajadora. Frente a esta situación, el PT busca ser una herramienta política de la clase trabajadora. Necesitamos que las obreras y los obreros tengan su propia voz y no depender de figuras financiadas por los ricos, que solo hablan en nombre de las masas para luego traicionarlas.
Por eso, ante la complejidad política nacional, se hace urgente la construcción de un campo obrero independiente, que discuta cómo resolver los problemas de la pobreza, el desempleo y la violencia, desde un programa de clase y promoviendo una sociedad socialista donde quienes producimos la riqueza podamos decir en qué se gasta, y no vaya a las cuentas de empresarios, familias ricas y grupos económicos.
Este esfuerzo debe partir de un programa elaborado por la clase trabajadora y otros sectores oprimidos que también sufren bajo el orden capitalista.
3. El problema democrático
Las elecciones, tal como están diseñadas hoy, son una farsa. Los fondos de las campañas se entregan después de finalizadas, por lo que quienes logran competir con ventaja son los que reciben grandes financiamientos de empresarios y bancos. De esta forma, los ricos deciden quién puede ganar diputaciones y puestos de poder, mientras la clase trabajadora queda excluida de este proceso.
A esto se suma la exclusión de miles de trabajadores y trabajadoras nicaragüenses que viven, trabajan y pagan impuestos en Costa Rica, pero no tienen derecho a votar. Esta es una muestra más de la desigualdad que permea el sistema político actual.
A pesar de estas limitaciones, debemos hacer el esfuerzo de llevar candidaturas propias con un programa propio. No podemos seguir apoyando proyectos que se presentan como «alternativos» pero que en la práctica responden a los intereses empresariales. Necesitamos una organización política que sirva a la clase trabajadora, y eso solo puede lograrse con una participación directa y activa de personas de la clase trabajadora en la construcción de sus propias alternativas.
4. ¿Cómo seguir apoyando?
Para fortalecer el proyecto del PT, la participación de todas y todos es fundamental. Se puede apoyar a nuestro partido de las siguientes formas:
- Sumándose a las células de militancia cotidiana: Estas células son espacios de discusión y acción colectiva donde se construyen propuestas, se debaten temas de interés y se organizan las tareas de la militancia.
- Apoyando al partido con un aporte económico. Esto se puede hacer mediante un aporte mensual. Las contribuciones permiten sostener la lucha política y avanzar hacia la independencia económica del partido.
- Participando en actividades políticas mensuales: Estas actividades son esenciales para debatir y definir las tareas políticas del partido. La participación activa fortalece la organización y permite que las decisiones sean colectivas y democráticas.
- Colaborando con la inscripción de nuevas cantonales: Este esfuerzo nos permite extender la presencia del PT en todo el país. Cada nueva cantonal que se inscribe representa una conquista de la clase trabajadora frente a la exclusión política.

Construyamos el Partido de la Clase Trabajadora.
Inscribir el PT es un paso esencial para que la clase trabajadora tenga su propia herramienta de lucha política. No podemos esperar que quienes se benefician del sistema capitalista resuelvan los problemas que este mismo sistema genera.
Les invitamos a ser parte de esta construcción colectiva. Sumarse al PT no es solo un acto de apoyo, es una declaración de lucha por una sociedad más justa, donde la riqueza que producimos se distribuya de forma equitativa y los derechos de las trabajadoras y trabajadores sean garantizados, es decir un paso hacia un gobierno obrero, campesino y popular.
¡Avancemos en la construcción de esta herramienta obrera! Su participación es la fuerza que nos impulsa. ¡Adelante con el Partido de la Clase Trabajadora!