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La visita de Chaves a EE.UU.: ¡Nada que celebrar! ¡A luchar contra el imperialismo!

El pasado 29 de agosto, el presidente de los Estados Unidos Joe Biden recibió a Rodrigo Chaves. La reunión tuvo como resultado un pacto con 3 ejes principales: migración, seguridad y comercio de semiconductores. El gobierno presenta este acuerdo con bombos y platillos, en realidad Chaves garantizó la profundización de nuestra dependencia y sumisión al imperialismo estadounidense. 

Migración: Costa Rica como frontera externa de Estados Unidos

El acuerdo en materia de migración resideen el compromiso de ambos gobiernos de fortalecer las acciones para cumplir los objetivos de la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección, cuya principal función es impedir que los grupos migrantes no deseados por el país del norte lleguen a territorio estadounidense reteniéndolos y repatriándolos desde Costa Rica o desde alguno de los demás países de la región latinoamericana y caribeña.

Esta política supuestamente ofrece “oportunidades” a las personas migrantes para que realicen tránsito a EEUU por vías legales y “seguras”, en vez de tomar el riesgo de las vías informales. Sin embargo, lo anterior no es exacto, porque, para optar por la vía formal y migrar a EEUU legalmente, hay que cumplir requisitos que son imposibles para la gran mayoría de migrantes. Se trata, entonces, de una política para excluir a miles de  personas trabajadoras empobrecidas.

La guerra contra el crimen organizado: la importación de una sangrienta estrategia ya fracasada

El acuerdo en materia de seguridad se enfoca en fortalecer la militarización de las fuerzas policiales costarricenses con la donación de 24 millones de dólares para hacerle la guerra al narcotráfico, la cual es una estrategia que ya ha sido aplicada en otros países (como México) y que ha demostrado no ser efectiva, todo lo contrario ha empeorado la violencia social y política.

Desde el PT afirmamos que un verdadero combate al narcotráfico pasa por 1) el levantamiento del secreto bancario, para frenar el “blanqueo” o “lavado” de dinero; 2) la legalización de las drogas suaves, para golpear el mercado narco; 3) la reversión de las privatizaciones de servicios públicos como puertos o transportes, porque se ha demostrado que cuando se convierten en negocios privados terminan al servicio del narco (el más claro ejemplo es APM Terminals en Limón); 4) la autodefensa popular para resistir las agresiones de los narcos y sus fuerzas armadas, dado que no se puede confiar ni en la policía ni en los ejércitos de la burguesía, que antes de perseguir al narco le hace la guerra al pueblo pobre; y 5) la inversión en educación, salud y trabajo para el acceso universal de los pueblos y el tratamiento de la adicción como un problema de salud pública.

Costa Rica como una pieza económica en la guerra comercial de EE. UU. contra China

El último de los acuerdos es el que ha generado más “bulla” por parte del gobierno costarricense que anuncia que traería más inversión, empleo y crecimiento económico en beneficio de nuestro país, en el marco de Ley Chips de EEUU, una ley que le permite al Departamento de Estado estadounidense explorar oportunidades de inversión en otros países para garantizarle la cadena de suministros de semiconductores a la economía gringa y, de esa manera, continuar la guerra comercial contra China al impedirle que los países latinoamericanos le vendan o compren determinadas tecnologías al país asiático y al usar esas tecnologías con fines militares o de espionaje militar o comercial.

Así, por más que el presidente Chaves se empeñe por celebrar este acuerdo como una oportunidad económica para el país, lo cierto es que, para el gobierno gringo, Costa Rica no es nada más que una pieza económica en su guerra comercial contra China.

Para el gobierno estadounidense Costa Rica no es un pueblo soberano, sino un tapón de migración o un tornillo para la guerra.

Lejos de ayudar a la soberanía tecnológica del país, el acuerdo Chaves-Biden refuerza nuestra dependencia tecnológica del imperialismo.

Por una política antimperialista que rompa nuestra sumisión a los EEUU

Desde el PT, creemos que es necesario rechazar y combatir estos acuerdos como parte de una lucha por una verdadera independencia nacional en Costa Rica y el resto de la región. Pero no podemos confiarles esta lucha a nuestros gobernantes ni a las élites dominantes detrás de ellas, porque no se cansan de demostrarnos que están dispuestas a pactar primero con el Imperialismo gringo y dejarnos detrás a los pueblos latinoamericanos cada vez más sin recursos, sin soberanía y sin libertad. Tampoco podemos confiarles esta lucha a los partidos, gobiernos e intelectuales “progresistas” de la región (como el Frente Amplio en Costa Rica), que, a pesar de sus retóricas “rebeldes” ante EEUU, no denuncian estos acuerdos y se quedan en silencio observando cómo EEUU refuerza su posición en nuestros países. Esta lucha solo puede ser realizada por movimientos populares independientes de la influencia de las burguesías y el reformismo que comprendan que la lucha por la independencia nacional en América Latina es, también, la lucha por la construcción del socialismo, para liberarnos del yugo estadounidense y cualquier yugo y poner nuestras riquezas en servicio de nuestros pueblos y de la revolución internacional.

Para ello, necesariamente debemos alzar las siguientes consignas:

  • ¡Desconocer los acuerdos actuales, pasados y futuros de los gobernantes con el imperialismo yanqui, que nos pone a servicio de sus intereses!
  • ¡No al pago de la deuda pública ilegítima interna y externa!
  • ¡Abajo el TLC con EEUU!
  • ¡Abajo las dictaduras aliadas al imperialismo en nuestra región!
  • ¡Unidad del movimiento obrero y popular en Centroamérica por una verdadera independencia!
  • Por la reconstrucción socialista de la Federación Centroamericana.