Mujeres Nacionales

Madres “venden números” y pagan mensualidades en CEN CINAI La Rita, ante presupuesto insuficiente

Imagen con fines ilustrativos

Pococí, 15 mar, (SocialismoHoy.com) – “Desde hace 14 años voy al CEN CINAI, y eso está cada vez peor. Cada mes tengo que hacer una fila larguísima. Ahora voy solo por mi niña de 4 años. Como está baja de peso, recibe cuatro paquetes de leche en polvo al mes, que para hacerla rendir tenemos que echarle mucha agua, y entonces sale muy ralita. Además, es de muy mala calidad, hay que colarla para quitarle toda la ‘bozorola’ que trae. Ah, y no sirve para los recién nacidos porque les da mucho cólico”.

La realidad plasmada en las palabras de Mirna Carrillo, madre de tres hijos, expresa el abandono total de parte del Estado hacia miles de mujeres trabajadoras que deben acudir a estos centros de atención sumamente deteriorados.

Ella va al CEN-CINAI del distrito de La Rita, cantón de Pococí, donde asisten mujeres de Barrio Nájera, El Prado y La Rita Centro, comunidades pobladas  en su mayoría por jefas de hogar. Los 17 de cada mes debe hacer una fila que a veces alcanza los 300 metros, aunque se considera “afortunada”: tiene el número de tarjeta 510 de quién sabe cuántas mujeres más.

Superado el calvario de la espera, lo que sigue no es alentador. La institución exige una enorme cantidad de requisitos para poder ser beneficiario del paquete de alimentos a las familias, otro de los servicios que brindan.

Mirna cuenta que se entregan, para todo un mes, cuatro bolsas de arroz,  cuatro de frijoles, cuatro aceites y cuatro latas atún, además de seis espaguetis, solo a los niños que están muy bajos de peso. Lo que comúnmente ocurre es que se les da con cierta facilidad la leche, pero a la mayoría se les niega el paquete de alimentos.  Ella conoce a una madre de cuatro niños en evidente estado de desnutrición, pero que se les niega esa ayuda.

Tomando la leche en las cantidades apropiadas, esta alcanza solo para dos semanas, y algo similar sucede para los paquetes de alimentos, que solamente reciben 15 niños de los más de mil que acuden al CEN CINA La Rita.

Otro de los servicios que deben brindar estos centros, según su página web, es el de comidas servidas.  Se trata de “alimentos preparados y entregados diariamente en los establecimientos; se ofrece desayuno, almuerzo y merienda de la tarde. Los alimentos se brindan con base a un menú planificado y servidos con buenas prácticas de manufactura”[1].

Mirna Carrillo alega que por la lejanía de las otras comunidades, solo se benefician, en la práctica,  quienes viven en La Rita centro. Para el resto de mujeres que lo necesitan, lo ideal sería que en esos barrios se abrieran comedores con todas las condiciones, pero el camino del gobierno es otro: seguir desfinanciando la institución.

En 2014, se dio a conocer que los diputados preparaban un recorte de 377 mil millones al presupuesto nacional de 2015, que afectaría el ya lamentable funcionamiento de los CEN CINAI. Jerarcas del Ministerio de Salud levantaban su voz porque se reduciría la ayuda a las familias, la inversión en infraestructura e incluso se daría el cierre de establecimientos. Finalmente, el brutal recorte no fue aprobado, sin embargo, el presupuesto asignado actualmente no es suficiente para cubrir las necesidades de una creciente población en situación de pobreza.

Mirna recuerda que antes, cuando asistía por su segundo hijo, debía pagar 250 colones al año por un carnet; ahora, el monto subió a mil. Además deben pagar una contribución de mil colones al mes por cada niño.

Pero la carga económica no termina ahí: cada cierto tiempo están obligadas a vender tres números por niño.  Para mantener el hogar, el único ingreso que percibe su familia es el de su esposo, obrero de la construcción que puede pasar meses en paro, y cuando consigue trabajo gana menos del salario mínimo.

Ahora imaginemos la carga que esto representa para una madre soltera que debe velar por la subsistencia de 3 o 4 hijos. Es evidente la carga económica si cada uno de ellos recibe apoyo del CEN CINAI, al pagar la contribución mensual y vender números por cada uno de ellos.

Mientras el Estado desfinancia programas sociales como los CEN-CINAI, los que realmente mantienen el sistema son los mismos usuarios, algo que ya ocurre con la educación pública, donde son los padres de familia quienes deben hacer bingos y rifas para mantener la educación de sus hijos.

“Yo culpo al gobierno por lo que está pasando, porque la atención no llena nuestras necesidades. No es culpa de los trabajadores del CEN CINAI, ellos hacen lo que pueden. Imagínese que en este hay apenas tres personas (dos voluntarios y una que reparte la leche) para tanta gente. Por eso necesitamos organizarnos, para combatir la miseria que recibimos del gobierno”, concluyó Mirna.

Nosotros, como PT, hacemos eco de la denuncia de nuestra compañera militante: el gobierno prefiere garantizar los intereses y privilegios de los empresarios antes de apoyar  a la mujer trabajadora. Por eso exigimos que se aumente el presupuesto destinado a los CEN CINAI para brindar los alimentos necesarios, mejorar la infraestructura y contratar más personal, todo esto en beneficio de las familias trabajadoras y en especial a las mujeres jefas de hogar.

Esta reivindicación, como todas las conquistas que hemos logrado, solo se puede obtener y consolidar mediante la organización, lucha y movilización de la clase trabajadora.

[1] http://www.cen-cinai.go.cr/index.php/servicios/nutricion-preventiva