Por: Juventud PT
La negociación del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) para el próximo año (2021) empieza a darse entre el CONARE y el gobierno de Carlos Alvarado. En el marco de la declaratoria de emergencia nacional, además de la crisis social profunda que se vive en Costa Rica y el mundo, el panorama en el que se llevará a cabo esta negociación, no es nada alentador.
En un contexto de recortes constantes a las instituciones estatales, las universidades públicas están en el blanco de las y los diputados en esta ocasión. Así, en el año 2019, la Asamblea Legislativa creó una comisión que se encargó de analizar los gastos que hacen las universidades públicas con el presupuesto que les es otorgado por el estado. Recientemente, en el mes de mayo, dicha comisión publicó su dictamen donde resume los principales ataques que planean convertir en proyectos de ley para, según ellos, “regular” el accionar universitario.
Como se ha venido dando años atrás el FEES tiene muchos enemigos, entre ellos el mismo CONARE, quien, con su política traidora, ha aceptado que año con año el presupuesto se vea aún más reducido; asimismo, las federaciones estudiantiles han tenido un papel importante en contener a un movimiento estudiantil cada vez más dormido. Tanto los rectores como las dirigencias estudiantiles fueron cómplices de la represión policial sufrida por estudiantes de la UNA y la UCR durante la lucha que se dio el año 2019, cuando se dio un ascenso muy importante en defensa de las universidades públicas por los ataques orquestados por el gobierno de Alvarado y su Ministra de Hacienda, Rocío Aguilar.
Es entonces que, aunque estos sectores tengan un discurso por la defensa de las universidades, no están dispuestos a enfrentar de manera coherente la política de recortes y la defensa de la autonomía universitaria, pese a que cuentan con el respaldo de la comunidad universitaria. Por lo tanto, no confiamos que vayan a dirigir una lucha real contra los ataques que se vienen en camino.
¿Nuevos o viejos ataques a las universidades?
El dictamen que sacó esta comisión legislativa, plantea principalmente que las finanzas del estado deben primar sobre la autonomía universitaria, y que, si deja de ser sostenible, según su criterio, se debería considerar la posibilidad de cerrar universidades públicas.
Además, plantean que a lo interno de cada administración universitaria deben revisarse los altos salarios que tienen algunos funcionarios, para poder garantizarse su sostenibilidad. En este caso, tenemos acuerdo que existe una minoría de funcionarios con elevados salarios, sin embargo, es una discusión que debemos dar a lo interno de nuestras instituciones y no dar pie a recortes a una amplia población trabajadora de las universidades que no tiene altos salarios.
Estas son sólo dos de las conclusiones que pueden derivarse en proyectos de ley que atenten directamente con la autonomía universitaria. Recordemos que ya en el año pasado, el Ministerio de Hacienda, por medio de Rocío Aguilar, intentó girar alrededor de 70 mil millones de colones del FEES a fondos de capital, significando un recorte importante para el funcionamiento normal de las universidades. Aunque este giro no se terminó de dar, fue un intento fuerte de violentar la autonomía diciéndole a las universidades en que deben gastar su presupuesto.
Aparte de este primer ataque al FEES proveniente de la asamblea legislativa, se suma el hecho de que pronto viene una nueva negociación para el presupuesto de las universidades públicas del 2021, la cual, en medio de una declaratoria de emergencia nacional, donde el gobierno ha instado a que las instituciones den de su presupuesto para cubrir la emergencia, y donde cada vez más se aplican mayores ataques a las condiciones de vida de la clase trabajadora, creemos que se dará en condiciones muy desfavorables para nosotros. El gobierno presentará sus razones de por qué es necesario seguir recortándole a las universidades, y esto con el único propósito de hacer crecer el presupuesto destinado a pagar la deuda.
La organización y la lucha como tareas centrales
Estos ataques que se vienen, sólo podrán revertirse si la comunidad universitaria de las cinco universidades estatales, se organizan, mediante un plan de lucha, para defender a fondo el FEES. En este caso no solo están en juego unos cuantos millones de colones menos, está en juego la autonomía universitaria, y hasta mantener activas sedes y recintos de algunas universidades, así como carreras que, según los mismos diputados de la comisión legislativa, hoy no son útiles, entre ellas las ciencias sociales.
Es por esto que, tanto el movimiento estudiantil como las y los funcionarios, tenemos la gran tarea de fortalecernos de manera independiente de las rectorías y las federaciones encabezadas por las juventudes del PAC y del FA, además de levantar nuestro propio plan de lucha para asegurar un mejor presupuesto.
Debemos desconfiar del gobierno y exigir el cese al pago de esa deuda usurera y el cobro de impuestos a los grandes empresarios. Sin esto, sólo se está garantizando más miseria a la clase trabajadora y al pueblo en general, y no garantizando mayor acceso a la educación superior pública y a mejores condiciones de vida para la clase trabajadora.
La lucha que comenzamos el año pasado, cuando se radicalizaron los métodos mediante las tomas de edificios o los cortes de ruta, nos dejaron lecciones importantes. El movimiento estudiantil es capaz de despertar, organizarse y luchar por las universidades, y no permitir más recortes, siendo un polo de lucha importante.
Hacemos un llamado a toda la población estudiantil de las cinco universidades públicas, asociaciones de estudiantes, colectivos, a estudiantes identificados como Frente Autónomo Interuniversitario, partidos políticos de izquierda, además a todo el sector de trabajadores y trabajadoras universitarias, a sumarse al Frente Interuniversitario de Lucha por el FEES, impulsado por estudiantes y miembros del SINDEU (UCR). Hoy más que nunca la más amplia unidad de acción, la organización y la lucha, mediante métodos radicalizados, podrá frenar los ataques que vienen.