El miércoles 28 de febrero 39 diputados de los partidos PAC, PRN, PUSC, PLN y la alianza evangélica aprobaron enviar a vía rápida la reforma de impuestos propuesta por el gobierno en el proyecto de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas. Esta votación de la vía rápida lo que pretende es agilizar la aprobación de la ley para finales del mes de abril.
Las diputaciones del Frente Amplio pese a decir estar en contra de la reforma y no votar la vía rápida, salieron unos días después presentando 48 mociones al proyecto de ley del gobierno, sin plantear modificaciones y ni siquiera mencionar un cambio respecto al IVA y los impuestos al consumo que son los que atacan de primero a la clase trabajadora.
Las mociones presentadas se dividen en seis bloques:
-Impuestos más progresivos.
-Lucha contra la evasión y la corrupción.
-Contención del gasto.
-Parar abusos a exoneraciones.
-Reactivación económica.
-Protección de la inversión social.
Como podemos ver, el Frente Amplio al presentar estas 48 mociones demuestra una política cada vez más alejada de los intereses del pueblo y la clase trabajadora. Por un lado, en ningún momento plantea cambios respecto al IVA, que es un impuesto al consumo, es decir un impuesto que ataca directamente a las personas que compran, un impuesto directo al pueblo y a los que menos tenemos. Las mociones se centran en introducir algunos mecanismos para enfrentar la evasión y tasar a los bancos y los lujos (salarios, vehículos, herencias), las cuales nos parecen correctas, pero completamente insuficientes ante la crisis fiscal del gobierno. Por otra parte, el Frente Amplio a pesar de decir estar en contra de la reforma, lo que hace es intentar modificar algunos puntos de la ley, pero en ningún momento llama al pueblo a salir a luchar contra la propuesta de reforma fiscal más regresiva que se ha intentado aprobar en la última década. Una vez más prefieren continuar apoyando al gobierno del PAC y sus acuerdos con la derecha neoliberal que salir a denunciar y enfrentar la gran oleada de ataques para la clase trabajadora y pobre que vienen con la aprobación de la reforma fiscal. (Salarios, convenciones colectivas, pensiones, impuestos al consumo).
En el PT venimos denunciando el papel conciliador del Frente Amplio en la Asamblea Legislativa y su apoyo a las políticas del gobierno de Luis Guillermo Solís. Creemos que cada día el Frente Amplio se aleja más de los principios y las políticas de la izquierda. En los últimos 10 años se profundiza el giro a la derecha respecto a la salida fiscal para el país, cada día se acercan más a los acuerdos de la derecha neoliberal y se alejan de los intereses del pueblo trabajador.
Mientras que José Merino en el 2009 presentaba una moción para tasar un 17% al impuesto sobre la renta de las zonas francas, en la campaña electoral del 2010, en “Las 12 propuestas para salvar al país” planteaban la reducción del impuesto de ventas del 13% al 10% y eliminar el régimen de concesión de obra pública, y en 2010 José María Villalta presentó una reforma fiscal progresiva; hoy el partido Frente Amplio no solo dejó todas estas propuestas de lado, sino que apoya abiertamente medidas como el cambio del impuesto de ventas al IVA y conservar el 13%.
Desde el PT hacemos un llamado al Frente Amplio, a los sindicatos y las organizaciones sociales y políticas a llamar a un gran paro nacional y organizar la lucha contra el plan fiscal del gobierno y la derecha neoliberal para frenar en las calles la ola de ataques montados en la Asamblea Legislativa.
Comprendemos que para acabar de una sola vez con la crisis fiscal del gobierno lo que debemos de hacer es detener de inmediato el pago de la deuda pública, cobrarle impuestos a los que más tienen, es decir las grandes empresas multinacionales que no pagan impuestos en las zonas francas y eliminar las concesiones de obra pública, que son solo negocios corruptos, lo que nos permitiría construir carreteras por menos costo y dando empleo a miles de personas.
Solamente luchando en las calles contra la reforma del gobierno es que podremos garantizar que la crisis del gobierno la paguen los ricos, los grandes evasores y los negocios corruptos y no el pueblo trabajador.