29 mar (SocialismoHoy.com) – Las pésimas condiciones sanitarias, económicas y sociales en Alto Telire han sido foco de atención de la prensa, luego de la muerte por desnutrición de una niña de tan solo 27 días de nacida.
Este acontecimiento pone en evidencia el abandono total del Estado hacia todas las poblaciones indígenas, dejadas a su suerte en las manos del narcotráfico, la represión y la pobreza.
Pobreza y miseria: el pan de cada día en Alto Telire
En Alto Telire, como casi todos los asentamientos indígenas del país, abundan penurias de todo tipo. Hay poca tierra para trabajar y ningún apoyo para desarrollar los cultivos. Se alimentan más que todo de animales silvestres (venados, saínos, etc.) y pocos cultivos de yuca y plátano.
De ahí se deriva la hambruna existente en el lugar, aunque la ministra y el gobierno digan que hay desnutrición crónica. La falta de vías de comunicación genera en la zona escases de alimentos de la canásta básica. A esto le sumamos que su dieta básica la componen yuca, banano y alguna proteína de vez en cuando, si la caza va bien.
En la última visita que hicieron los médicos se constató que tres de cada cuatro niños atendidos no alcanza el peso ideal para su edad. Si no es hambruna ¿qué será entonces?
Los 1.700 pobladores de Alto Telire reciben atención en salud tres veces al año. Cada visita se extiende durante dos semanas. Esto lamentable que solo reciban atención médica tomando en cuenta que la población está más propensa a sufrir enfermedades.
«Es una zona montañosa, fracturada, con ausencia de infraestructura vial, telecomunicaciones, o comercio. La escolaridad máxima es de cuarto grado’, describió Mauricio Solano Corella, director del Área de Salud Talamanca, de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
La Caja es la única institución del Estado que ingresa a este territorio regularmente para llevar un servicio básico como es la atención de salud”[1].
Ante tal desamparo y miseria, muchos lugareños caen en las manos del narcotráfico, el cual se aprovecha de lo alejado de la zona para trasegar y cultivar drogas.
La entidad que ingresa con más frecuencia es la Fuerza Pública, con sus operativos antidroga que consisten, casi siempre, en destruir cultivos de marihuana.
En el 2015, el Ministerio de Seguridad Pública erradicó 1,7 millones de plantas de marihuana, mientras que en el 2014 fueron unas 800.000, en operaciones en las montañas de Talamanca[2].
Gobierno incapaz de solucionar los problemas de comunidades indígenas
La postura del gobierno, mediante la viceministra de la Presidencia Ana Gabriela Zúñiga, fue de negar que en la zona hubiera desnutrición, sino que es un tema de salud y acceso a la política social.
La única acción concreta hasta ahora fue una recolección de víveres; de ahí en más solo promesas. “Desde finales de 2014 hemos asumido la situación en Alto Telire, con visitas de la presidenta de la Caja, de mi persona, personeros del MEP, de seguridad pública. En esta etapa hemos encabezado algunas acciones dispersas, pero en esta segunda queremos facilitar el acceso a los educadores que tienen que caminar cuatro o cinco días para llegar a Alto Telire. Ver si hay posibilidades de que la Caja incremente las visitas a la zona; vamos a ver si existe la posibilidad de concretar un proyecto productivo en el largo plazo para que las personas puedan generar su propio alimento”, explicó la funcionaria[3].
Estas declaraciones muestran que la población indígena no es prioridad para el gobierno de Luis Guillermo Solís, y una vez más no se diferencia en nada de los gobiernos del PLN y el PUSC.
Este gobierno prefiera seguir pagándole una millonada a los altos ejecutivos del Estado, construyendo un lujoso edificio legislativo; prefiere dejar que los empresarios sigan sin pagar impuestos , pero no toma acciones contundentes para apoyar a las comunidades indígenas, dotándolas de buenos servicios de salud, educación, o tierra para trabajar.
Lo único que recibe son migajas en materia de ayuda social, y garrote por parte de la policía, que la emprende contra estas poblaciones pero se muestra sumamente permisiva contra los “peces gordos” del crimen organizado. Si han llegado a ser parte de la estructura de estas bandas criminales es por la falta de oportunidades y el abandono de parte del gobierno que no le interesa procurar otras formas de subsistencia.
Por una salida de clase para los pueblos indígenas
Desde el Partido de los Trabajadores consideramos que para mejorar la calidad de vida de la población de Alto Telire y demás territorios indígenas es necesaria una reforma agraria que otorgue tierra para trabajarla. Exigimos además apoyo técnico para la producción, dotar de insumos agrícolas y capacitaciones.
Esto debe ir ligado con la defensa de la soberanía alimentaria. Los habitantes de Alto Telire deben tener las facilidades de garantizarse la producción para la subsistencia y también tener la capacidad de producir para el mercado interno. Esto solo se puede lograr exigiéndole al Estado que rompa con los acuerdos de libre comercio que hoy por hoy defienden y protegen los intereses de los productores imperialistas.
Para acabar con la represión y el narcotráfico urge legalizar la marihuana, así se pone punto final a ese gran negocio montado detrás de su comercialización ilegal que hoy es una realidad en cualquier rincón del país. En lugar de gastar millones en el fallido combate a las drogas, se podría invertir ese dinero en mejorar la salud y la educación en la zona.
Finalmente exigimos al Estado que cobre impuestos a las transnacionales bananeras instaladas en la provincia de Limón y renacionalice los puertos para invertir en el desarrollo de infraestructura vial, construcción de Ebais, escuela y colegio, así como contratación de personal para sacar esta comunidad del abandono y la pobreza en la que se encuentra hoy.
[1] http://www.nacion.com/nacional/derechos-humanos/Escasez-diario-cientos-indigenas-Telire_0_1549245142.html
[2] http://www.nacion.com/nacional/Narcotrafico-hambre-indigenas-Alto-Telire_0_1546045413.html