Recientemente, el Gobierno ha venido implementando un plan fiscal de carácter agresivo a los derechos más básicos de la clase trabajadora. Bajo la línea de querer cobrar la crisis fiscal a los pobres, servicios como la educación resultan más deteriorados que en años anteriores.
Organismos neoliberales internacionales atentan contra la educación pública
Acompañado a los planes de recortes implementados por el Gobierno PAC, se encuentra la orientación de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos): incluir al Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) dentro del presupuesto del 8% del Producto Interno Bruto (PIB), que se le debe destinar a la educación pública. Esto en los hechos es una maniobra para recortar la educación. Según la constitución política se debe destinar 8% del PIB para la educación, este mandato constitucional no incluye el presupuesto del INA. En este momento ni se ha garantizado el 8% (actualmente se destina cerca del 7,6% en educación) y de acuerdo a realidad educativa encontramos un encadenamiento de problemáticas en cuanto a nuestras condiciones de estudio, tanto desde el inacceso a la educación como problemas en becas, infraestructura y calidad educativa. Meter al INA va a significar reducir la actual inversión en educación.
De este modo, valdría la pena cuestionarse las implicaciones que ha tenido y sigue teniendo la política de austeridad en financiamiento a derechos como la educación. Hemos visto algunos ejemplares de lucha estudiantil que han tenido como centro problemático el desabastecimiento de recursos económicos hacia la educación.
Citemos, por ejemplo: la huelga estudiantil del pasado 7 de abril en el Liceo Napoleón Quesada. Esta levantó la exigencia de la remodelación de las instalaciones del colegio, que datan de 1955 y tienen una orden de insalubridad desde el 2017 por parte del Ministerio de Salud. También está la protesta estudiantil de CINDEA San Antonio, Satélite Llano Bonito, a principios de abril. En esta lucha la exigencia fue la rehabilitación del transporte, tras 7 meses de que se les haya suprimido este servicio. Dicha suspensión ha provocado que estudiantes deserten ya que han debido recorrer distancias de hasta más de 20 km en taxi y son una población de recursos económicos bajos. Asimismo, tenemos el ejemplo de la reciente protesta de estudiantes de la UTN, en la sede central, exigiendo depósitos de becas que tienen más de un mes de atraso y que resulta insuficientes para que los jóvenes puedan sostener su permanencia en la Universidad. Otro ejemplo fue el cierre del colegio por parte de los estudiantes de Batan durante cinco días a inicios de abril, exigiendo la destitución de la directora por las malas condiciones del colegio y varias irregularidades financieras.
Desde la Juventud del Partido de los Trabajadores apoyamos los distintos embriones de lucha y de organización estudiantil que se han venido desarrollando. Consideramos que la única alternativa para que los hijos de la clase trabajadora podamos acceder a una educación realmente pública, de calidad y regionalizada, es luchando de forma unificada contra todas las medidas neoliberales que ha implementado el actual Gobierno PAC en complicidad con el FA, quienes traicionan la lucha y la organización estudiantil, con su actuación no solo desde el Gobierno, sino desde la FEUCR como agente aliado al Gobierno y a las autoridades educativas.
Sigamos el ejemplo de la juventud en Nicaragua
Frente a los planes de ajuste neoliberales que lleva a cabo este Gobierno que se pinta como progresista, es necesario seguir el ejemplo de los jóvenes nicaragüenses, quienes hoy encaminan un proceso de lucha histórico contra la dictadura de Ortega, una dictadura que implementa recomendaciones de organismos imperialistas como el FMI y que no dista de las directrices que imperan en la política educativa en Costa Rica, como la actual orientación de la OCDE acogida por este Gobierno.
Los estudiantes de varios sectores del país han empezado a luchar por mejorar sus condiciones inmediatas de estudio, este es un paso fundamental. La tarea es unificar estas luchas contra la raíz del problema, el desfinanciamiento de la educación pública por parte del gobierno.