Por: Juventud PT
Los recortes que se vienen ejecutando de parte de los poderes ejecutivo y legislativo a instituciones estatales empiezan a reflejarse en las becas de las y los estudiantes de las universidades públicas.
Esta semana, se dio a conocer que, en la Universidad de Costa Rica (UCR), los grupos artísticos y culturales conformados por profesores y estudiantes no contarán con suficiente presupuesto para el debido funcionamiento en el segundo semestre que recién inicia, lo que ocasionará el cese de labores de encargados de grupos de diversas áreas del arte en sedes como Occidente, además de no otorgar becas a estudiantes de sectores vulnerables por participación en estos grupos, que son siempre, por otro lado, los más olvidados por la administración universitaria.
Agregado a ello, esta misma semana, se dio a conocer un importante recorte de becas en estudiantes de la Universidad Técnica Nacional (UTN), a quienes se les estaría rebajando en un 50% la beca que cubre alquileres, servicios, alimentación, entre otros, de estudiantes que sólo cuentan con ese ingreso para seguir estudiando.
Una semana fue suficiente para demostrar que las universidades públicas son uno de los blancos fáciles de los ataques más fuertes del gobierno, ataques a los que suman las rectorías de las universidades (CONARE), quienes complacen con el afán de mantenerse del mismo lado del gobierno, contribuyendo así, sea cual sea el discurso con el que defiendan sus acciones, a mantener intactos los privilegiados de los grandes empresarios del país representados en la UCCAEP y en Horizonte Positivo.
Ante esta situación, desde la Juventud del PT, creemos que los ataques que ha venido promoviendo el gobierno del PAC, en complicidad silenciosa del Frente Amplio, representan un duro golpe para la clase trabajadora y para la juventud del país a quienes se les vienen cerrando cada vez más las puertas para una vida digna. Jóvenes de sectores sociales socioeconómicamente vulnerables que hoy derriban muchos obstáculos para poder seguir estudiando carreras universitarias, son despojados de su única fuente de ingresos ocasionando deserción y llevándolos a vivir un duro panorama en el marco del 24% de desempleo en el que está actualmente Costa Rica.
Lo que se vive en las universidades públicas en estos días es el inicio de fuertes ataques. El recorte de 48 mil millones del presupuesto para el cierre del 2020 es efectivamente el causante de los recortes en las becas y del funcionamiento de grupos culturales, pero además son la antesala para que la negociación del FEES 2021 no tenga un crecimiento real, sino que siga siendo ajustado y hasta bajando.
La comisión de enlace entre el CONARE y el gobierno llegó a un acuerdo que siguen poniendo en riesgo el funcionamiento de las universidades públicas para el siguiente año. Según se comunicó por parte del presidente de la FEUNA, Noel Cruz, el acuerdo se firma con un presupuesto igual al del 2020 más un crecimiento ajustado a la inflación, pero que en los hechos significa recibir ₡490.114,006 millones en lugar de ₡515.909,48, además el uso del superávit de las instituciones para gastos corrientes como becas, la presentación de solamente un 95% del presupuesto corriente, dejando un 5% para el fin del 2021, esto debido a la situación crítica que vive la economía del país, lo que no garantiza que sea reintegrado al uso corriente de las universidades, ya que la intención del gobierno y del comité de enlace es reunirse nuevamente al finalizar el primer semestre del 2021 y hacer una valoración de las finanzas.
Esta negociación, por otra parte, vulnera aún más la capacidad de las universidades públicas para planificar sus acciones sustantivas (docencia, investigación y acción social) a lo largo del tiempo, dado que se está creando un peligroso antecedente que consiste en que el presupuesto para las universidades públicas ya no se negociará ni cada 5 años (algo que no se cumple desde el 2010, a pesar de ser exigido en la Constitución Política), ni cada año (como se venía haciendo en la pasada década 2010-2019), sino, más bien, ¡cada semestre! Las universidades, en estas condiciones ya no podrán planificar, dado que los giros presupuestarios pueden cambiar de un semestre para otro.
Es claro que la población universitaria será la más afectada con este tipo de acuerdos que además son firmados a nuestras espaldas. No existe ningún espacio de debate, elaboración o discusión interna que garantice la participación de profesores, estudiantes y trabajadores en la toma de decisiones sobre el presupuesto universitario. Las rectorías y algunas federaciones estudiantiles son cómplices de cada uno de los ataques que hace el gobierno de Alvarado.
El papel que deben tomar las federaciones y asociaciones de estudiantes es la conducción del movimiento estudiantil para combatir la embestida neoliberal que vivimos. De no ser así, pronto veremos mayor deserción en estudiantes, más cierre de cupos en cursos, mayor cantidad de giras que no se hacen por falta de presupuesto para transporte, además del cierre de grupos artísticos a lo interno de todas las universidades. Si el movimiento estudiantil y de trabajadores continúa dormido, no habrá manera de defender las conquistas que tiene la U pública en Costa Rica. Urge que las bases estudiantiles y de trabajadores se sumen a luchar por la defensa de nuestras universidades.
¡Luchemos por un crecimiento real del FEES!
¡Retomemos la negociación quinquenal!
¡No más recortes ni ataques a nuestras condiciones de estudio!
¡Por federaciones estudiantiles combativas y al servicio de las luchas estudiantiles y de la clase trabajadora!