Socialismo Hoy - Periódico Oficial del Partido de la Clase Trabajadora
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¿Tiene derecho la base obrera a opinar sobre las ganancias de Dos Pinos?

Este febrero de 2025, el sindicato UDECO en la empresa Dos Pinos realizó una gestión ante el Ministerio de Trabajo para colocar urnas de votación en la empresa con el objetivo de que quienes trabajan en la planta de producción en El Coyol de Alajuela decidan si apoyan o no un movimiento de huelga. El objetivo de ese llamado a huelga es exigir mejoras básicas en sus condiciones laborales, como subsidio de alimentación en el comedor de la empresa, lavandería de uniformes, casilleros y baños adecuados, así como un apoyo educativo para los hijos e hijas del personal.

Esta acción del sindicato plantea una discusión fundamental: ¿tienen derecho las y los obreros a opinar sobre la forma en que se invierten las ganancias que producen con su trabajo?

¿Cuánta riqueza produce la fuerza obrera en Dos Pinos?

Las manos operarias de la fábrica de Dos Pinos generan un valor anual de más de 1.400 millones de dólares, distribuidos de la siguiente manera:

Valor distribuidoMonto (millones de dólares)Porcentaje del total (%)
Pago de impuestos40,82,9 %
Cargas sociales60,84,3 %
Salarios119,08,4 %
Pago a proveedores internacionales156,411,1 %
Donaciones1,70,1 %
Pago a entes cooperativos1,20,1 %
Traslados a los socios de la Cooperativa409,729,1 %
Pago a proveedores locales620,944,0 %
Total valor económico distribuido1.410,4100 %
Fuente: Reporte de sostenibilidad Dos Pinos 2023 (p. 45).

En Dos Pinos, como en cualquier empresa, después de cubrir los costos básicos, se genera un excedente de valor, el cual se distribuye en tres aspectos centrales: salarios, ganancias para los dueños (socios) y pago de impuestos.

Del detalle del valor producido en Dos Pinos se desprende que en 2023 se generó un excedente de $569,5 millones de dólares, pero con una distribución profundamente desigual:

  • Para salarios se destinaron $119 millones (20,9 % del excedente).
  • Para impuestos, apenas $40,8 millones (7,2 % del excedente).
  • Para los 1275 socios, $409,9 millones (71,9 % del excedente).

Esto evidencia que la mayor parte del excedente se destina a los dueños de la cooperativa, mientras que las 5.843 personas trabajadoras reciben una fracción menor, y la sociedad en su conjunto apenas recibe un pequeño porcentaje a través de los impuestos que financian educación, salud, vivienda e infraestructura. Se debe tomar en cuenta que los salarios en la fábrica de Dos Pinos no superan los 400 000 mil colones al mes.

Dimensionar la parte del excedente que va a los asociados

Para entender la magnitud del dinero que se quedan los socios, es importante señalar que la suma de 409,9 millones de dólares corresponde a un pago adicional a los ingresos que ya reciben por la venta de leche y otros productos a la cooperativa. Estos ingresos ya están contemplados en la categoría de “Pago a proveedores locales” en la tabla anterior.

Este monto extra no proviene de su trabajo en sus lecherías y fincas, sino del excedente generado por el trabajo humano en la planta productora. En otras palabras, es riqueza creada en la fábrica, por la fuerza de trabajo de las y los obreros, pero que se destina mayoritariamente a los asociados.

Dentro de este grupo, algunas personas reciben mucho más que otras, dependiendo de la cantidad de acciones que posean. Sin embargo, en promedio, cada una de esas 1.275 personas recibe más de 27.000 dólares mensuales.

¿Cuánto representa en términos prácticos el excedente de los socios?

Si pasamos esos 409,9 millones de dólares a colones, obtenemos una cifra cercana a ¢208.512.235.950 (doscientos ocho mil millones de colones). Esta cantidad es difícil de dimensionar sin hacer comparaciones. Por ejemplo, con ese dinero cada año se podría:

  • Construir dos hospitales como el recientemente inaugurado Monseñor Sanabria en Puntarenas.
  • Levantar cuatro estadios como el Nacional de La Sabana.
  • Comprar 20 equipos de fútbol como el Deportivo Saprissa, incluyendo su estadio.
  • Construir 4.500 viviendas de 50 millones de colones cada una.
  • Adquirir 6.500 Toyota Hilux modelo 2025.

¿Quién decide sobre esta riqueza?

En Dos Pinos, como en todas las empresas, las manos obreras que operan las máquinas y transforman las materias primas en productos con mayor valor generan un excedente enorme. Sin embargo, la decisión sobre cómo se usa esa riqueza queda en manos de los dueños, que usualmente optan por destinarla a sus cuentas personales y acumular más riqueza individualmente.

Si bien Dos Pinos, por ser una cooperativa, publica sus números, en la mayoría de las empresas esta información se oculta bajo secreto bancario, impidiendo que trabajadoras y trabajadores conozcan la realidad de la distribución del excedente y puedan cuestionarla.

¿Qué plantea el sindicato UDECO?

En el fondo, lo que UDECO busca es que las manos que producen la riqueza a puedan decidir si una mayor parte del excedente se destina a mejorar sus condiciones de trabajo en lugar de concentrarse en las ganancias de los socios. Es posible que las peticiones que hoy tiene el sindicato se puedan satisfacer con $1 o $2 millones de dólares, que en general no haría “ni cosquillas” a las ganancias generales de los patronos.

Es evidente que este modelo de distribución desigual del excedente no es exclusivo de Dos Pinos, sino que se replica en todas las empresas. En algunos casos, la acumulación de riqueza en pocas manos es aún mayor, como sucede en las fábricas ubicadas en zonas francas, que generan productos de alto valor de mercado sin pagar impuestos en absoluto.

El punto central del debate es si las manos obreras que generan esta enorme riqueza tienen o no derecho a opinar sobre su distribución. Es decir, si pueden exigir que una mayor fracción del excedente se destine a mejorar sus condiciones laborales o, incluso, si se debería destinar un mayor porcentaje al pago de impuestos para fortalecer los servicios públicos esenciales que benefician a toda la sociedad, como hospitales, escuelas, transporte público y otros sectores fundamentales.

En el Partido de la Clase Trabajadora consideramos que esta discusión debe darse en todas las empresas del país, ya que la forma en que se distribuye la riqueza que producimos como sociedad es clave para acabar con las penurias a las que nos empuja el capitalismo.

La discusión sobre el excedente que genera el trabajo obrero en las empresas es fundamental para plantear seriamente si una nueva sociedad es posible a partir de una distribución distinta de la riqueza que producimos.

La base de una sociedad socialista real se sustenta en que, con la clase obrera en el poder, el excedente podría destinarse completamente a salarios e inversión social. En ese modelo, no existirían excedentes acumulados por los socios, pero sí recibirían lo que les corresponde por su trabajo, aporte de productos y demás contribuciones.

La lucha por una sociedad donde el excedente generado en la gran industria deje de alimentar cuentas privadas de unas pocas personas y, en su lugar, se invierta en beneficio de la sociedad en su conjunto, marca el inicio de la construcción de una sociedad socialista, libre de miseria, opresión y explotación.

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