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Un gobierno de los ricos contra la clase trabajadora

La clase trabajadora del país vive una situación cada vez más crítica, mientras el gobierno hace todo lo que puede para salvar a un pequeño grupo de súper ricos a los que representa.

Ministros como el de Trabajo Steven Núñez montados en carros oficiales custodiados por policías de tránsito que pagan con su vida la bravuconada del gobierno; otros como el Vice Ministro de Hacienda Nogui Acosta con una gran deuda por no pago de sus impuestos e incluso otros como Edna Camacho, ex responsable del equipo económico y nombrada representante del país en el Banco Interamericano, cuyo cónyugue se ve involucrado en millonarios casos de estafa y evasión de impuestos a través de Corporación Aldesa S.A. Es este tipo de gente la que opera desde el gobierno para garantizar negocios de unos pocos, mientras nos declaran a la guerra a trabajadores públicos y privados.

En las filas del pueblo trabajador sufrimos todos los días el desempleo, el aumento en el costo de la vida y duros ataques contra nuestros derechos laborales. La situación llega al extremo de la trata de personas para ser explotadas en las piñeras o de filas kilométricas en las ferias de empleo a las que miles llegan con la esperanza de conseguir un trabajo. Dos mundos enfrentados, el de una minoría de ricos protegidos por el Gobierno, la Asamblea, los Tribunales y la Policía contra las amplias necesidades de la clase trabajadora.

Mientras el pueblo clama por más vivienda, trabajo, precios bajos o aumentos salariales el gobierno reduce la inversión y sigue endeudando al país con préstamos que no paran de crecer. La situación fiscal y la economía del país apuntan a seguir empeorando, los de arriba lo saben y por eso no pierden ni un segundo en lanzar duros ataques como el intento de arrebatarnos el derecho de huelga.

Necesitamos una huelga contra las leyes de los ricos

Para poder detener los ataques al derecho de huelga y las demás medidas anti obreras del gobierno solo tenemos la lucha de la clase trabajadora. Desde el PT siempre hemos insistido en que no basta con votar, que tenemos que organizarnos para luchar y hoy no hay más camino que el de la movilización contra las leyes de los ricos.

Ni en las leyes ni en las instituciones encontramos respuestas a nuestras demandas. El ejemplo a seguir es el del pueblo francés con los Chalecos Amarillos o el del pueblo de Ecuador que lucha con bloqueos y sublevaciones en todo el país contra las medidas del gobierno. Los empresarios vociferan contra los sindicatos y los bloqueos porque saben de la fuerza y el impacto que pueden causar, por eso nos llaman a respetar sus leyes para que no paralicemos el país ni hagamos huelgas.

Lamentablemente hoy en la empresa privada sufrimos una dictadura patronal que impide los sindicatos y la lucha organizada de los trabajadores. En el sector público donde sí hay sindicatos, las dirigencias sindicales se arrodillan al gobierno y nos abandonan a nuestra propia suerte con acciones aisladas, de unos pocos días y cada sector por separado (municipales, salud, educación, etc.). En momentos en que deberíamos estar al frente de la huelga más grande que haya protagonizado el país en muchos años lo que hay es un silencio muy grande en la mayoría de los sindicatos y una espera angustiante que nos podría llevar a sufrir grandes derrotas en los próximos días.

Por un programa de lucha para la clase trabajadora

Desde el PT defendemos la necesidad de unificar las luchas y todo el malestar que hay en el país contra el gobierno. Según diversas encuestas, más del 90 % de la población está molesta con el gobierno, siendo este el peor calificado en décadas. Ese repudio debe expresarse en las calles y recoger el malestar del pueblo trabajador en un programa de lucha que atienda nuestras demandas más urgentes.

Hoy es imprescindible que los trabajadores del sector público salgamos a la lucha, rebasando a las direcciones traidoras y que nos tienen postrados. Pero no solo para oponernos a las leyes anti huelgas o al rebajo en nuestros salarios, sino para reivindicar las demandas por trabajo y mejores condiciones de vida para toda clase trabajadora del sector privado.

Es necesario salir a luchar sin ninguna confianza en las instituciones del gobierno, impulsando la democracia de la calle con bloqueos y manifestaciones que paralicen el país.Instituciones comola Asamblea o los Tribunales son antros de corrupción donde solo se defienden los intereses de los grandes empresarios. Por eso nuestro llamado es a confiar solamente en las fuerzas del pueblo movilizado en las calles. 

Para fortalecer la movilización necesitamos también nuevas direcciones sindicales en el sector público que sean democráticas y de lucha. Las actuales dirigencias sindicales como la de Albino Vargas en ANEP o la de Honestidad en APSE son un freno a la movilización popular, una y otra vez se niegan a unificar las demandas de todo el pueblo y renunciaron hace tiempo a una lucha decidida contra los ataques del gobierno.

Desde el PT planteamos la necesidad de construir sindicatos combativos y de luchar contra las direcciones sindicales traidoras en el sector público, pero también rechazamos que grupos empresariales como la Cámara de Construcción pidan la disolución de sindicatos como la ANEP o pretendan enjuiciar a Albino Vargas. Somos los trabajadores los que tenemos que ajustar cuentas con los traidores y por eso decimos ¡fuera manos de los empresarios de nuestras organizaciones!

Para reivindicar las necesidades del pueblo necesitamos luchar por trabajo y salarios dignos frente a las políticas de desempleo y miseria laboral que imponen las cámaras empresariales y el gobierno. Hoy toda la clase trabajadora debe unirse para luchar por aumentos generales de salarios y la reducción de la de la jornada laboral sin reducir los salarios para que haya más trabajo para todos.

La situación de la clase trabajadora sigue empeorando con el IVA y los recortes impulsados por la Reforma Fiscal aprobada en diciembre pasado, medidas que nos llevan a padecer de un costo de vida cada vez más alto y a tener peores servicios públicos en instituciones como la CCSS. Por eso debemos luchar ¡Por la derogación del Plan Fiscal: abajo el IVA, la regla fiscal y los recortes del gobierno!

Desde el PT llamamos a luchar contra la Ley Anti Huelgas (Proyecto 21.049), la Ley de Empleo Público y los proyectos de flexibilización laboral. Impulsamos el  derecho a sindicatos y a huelga para toda la clase trabajadora del país.

Nuestra lucha debe ser por una huelga general de trabajadores públicos y privados para enfrentar los ataques del gobierno. Para impulsar estas acciones, es necesaria la unidad del sector público y privado que impulsen este plan de lucha mediante la movilización en las calles y una huelga general que paralice el país.

Frente a los graves problemas de falta de inversión, recortes públicos y gran endeudamiento estatal planteamos la necesidad del no pago de la deuda pública que consume el presupuesto y una auditoria popular para demostrar los intereses corruptos y los grandes negocios detrás de la deuda. Hoy la mayor parte del presupuesto nacional se va en pagar a banqueros y especuladores que extorsionan al país mediante préstamos con altas tasas de interés. Si nos quitamos de encima este lastre que son los usureros de la deuda podemos tener más recursos para garantizar trabajo, techo, salarios y demás derechos para toda la clase trabajadora.