Por: Joel (Juventud PT)
El proyecto de Ley Marco Empleo Público ha llevado a la movilización en las calles de diversos sectores de empleados públicos, entre ellos, las rectorías de las Universidades Públicas (agrupadas en el CONARE) y la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (FEUCR), quienes han caído en un llamado tibio a oponerse al proyecto, además de solicitar a diputados ser excluidos de la iniciativa.
La FEUCR, en particular, hizo un llamado a que se impulsase una reforma responsable desde una perspectiva de mejora de los servicios públicos y no de cobro a los grandes evasores.
Pero resulta sumamente penosa, la posición de las demás federaciones estudiantiles (FEUNA, FEITEC, FEUNED y consejos universitarios de la UTN), que se han posicionado en contra de las movilizaciones y exigiendo que las rectorías de las respectivas universidades garanticen una reforma del empleo público a lo interno de estas.
Nuestra posición
Desde el inicio de estas movilizaciones, como Juventud del PT, nos pronunciamos en contra de ese proyecto de ley en su conjunto, porque consideramos que representa un fuerte ataque a los derechos legítimos de los empleados del sector público que estos mismos han ganado gracias a la lucha en las calles a lo largo de la historia del país.
Este proyecto, en vez de eliminar los verdaderos privilegios de una minoría en ese sector (principalmente altas autoridades de las instituciones del Estado que gozan de muy altos salarios junto con otros beneficios), golpea los salarios y las condiciones de trabajo de funcionarios medios y bajos, muchos de los cuales pueden tener una vida “digna” gracias a los componentes salariales “adicionales” que hoy se pretenden eliminar – siendo que, por otro lado, una importante cantidad de empleados en el sector tienen salarios apenas “ajustados a lo necesario” y viven en permanente inestabilidad laboral. En suma, no es un proyecto que venga a solucionar los verdaderos problemas de desigualdad salarial en el sector público, ya que deja intacto a quiénes ganan muchísimo, mientras que le baja salarios a quiénes ganan “más o menos bien” y a quienes ganan “mal”.
Las ambigüedades de la FEUCR
En este sentido, estamos de acuerdo con la FEUCR en que la reforma de empleo público que se necesita debe orientarse hacia la mejora de los servicios públicos (lo cual implica una mejora también en las condiciones de los y las trabajadoras que hacen funcionar las instituciones que brindan esos servicios). Sin embargo, consideramos que una reforma de ese tipo no puede ser impulsada por la Asamblea Legislativa y el Gobierno.
Este llamadono es sorpresivo. ALTERNATIVA (del Frente Amplio) y PROGRE (del PAC), los partidos federativos que han controlado la FEUCR durante los 8 años, nos han mostrado en repetidas ocasiones durante sus gestiones que no están dispuestos a denunciar directa y decisivamente los intentos de desmantelamiento del Estado impulsados por la Asamblea Legislativa y los gobiernos del PAC con un llamado a manifestarnos en las calles hasta que se garanticen verdaderas victorias. La historia reciente ha demostrado el rotundo fracaso de esta estrategia, y las Universidades Públicas han visto sus presupuestos reducirse año tras año por actos arbitrarios del Gobierno que violentan en la práctica la autonomía financiera universitaria y que hacen caso omiso al mandato constitucional de destinar el 8% del PIB a la Educación Pública mediante el presupuesto nacional.
Por otro lado, consideramos que la defensa de la autonomía universitaria debe situarse en el marco del intenso conflicto de clases que se vive en Costa Rica durante los últimos años. En ese conflicto, la clase dominante (el gran empresariado extranjero y local), y las élites políticas que le sirven a ella, han tomado la ventaja respecto a la clase trabajadora y a los sectores populares con la aprobación de la Reforma Fiscal en el 2018 y de la ley anti-huelgas en el 2019, con los avances en la negociación del empréstito con el FMI a inicios de 2021, así como con otras medidas antipopulares y empobrecedoras. Las Universidades Públicas, entonces, deben proteger su autonomía para posicionarse en ese conflicto no únicamente en defensa de las mismas universidades, sino también, con el mismo ímpetu y hasta más, para luchar por los derechos de toda la clase trabajadora del sector público y del sector privado, para apoyar con todos los esfuerzos necesarios la lucha campesina, y para acuerpar todas las demás luchas de los sectores explotados y oprimidos en la sociedad.
Sobre las demás federaciones (FEUNA, FEITEC, FEUNED y UTN)
Estas federaciones se opusieron al llamado a la movilización contra el proyecto de ley, condicionando a que las rectorías garanticen una reforma de empleo público interno.
Consideramos que este condicionamiento es una excusa de los partidos que controlan esas federaciones (partidos muy cercanos al gobierno y hasta a las cámaras empresariales) para fortalecer en la opinión pública el discurso de odio contra los trabajadores del sector público de los partidos políticos de los ricos y de las cámaras empresariales. En primer lugar, porque no tiene sentido lógico pedirles a las rectorías que garanticen una reforma del empleo público en las universidades precisamente cuando se le quiere quitar a las universidades su autonomía para realizar ese tipo de cambios de manera independiente – por lo cual tendría más sentido llamar a defender la autonomía para luego realizar esas reformas. En segundo lugar, porque esas mismas federaciones, en el pasado reciente, han demostrado a todas luces que prefieren alinearse con el Gobierno, la Asamblea Legislativa y el gran empresariado en sus ataques al pueblo trabajador en vez de sumarse a las filas del movimiento social-popular para luchar en conjunto contra las políticas empobrecedoras y anti-populares (por ejemplo, la FEUNA hizo un llamado muy similar al actual durante la huelga contra la reforma fiscal del 2018, aunando así al discurso anti-trabajadores del sector público).
El último acto que demostró que esas federaciones están de lado de los ricos y de sus marionetas políticas en el plan de empobrecer al pueblo trabajador para enriquecer aún más a los ricos, fueron las recientes declaraciones que brindó el presidente actual de la Federación de Estudiantes del Instituto Tecnológico de Costa Rica (FEITEC) al periódico La Nación. Allí, el presidente de la FEITEC reproducía de nuevo el discurso de que antes de apoyar cualquier acto de manifestación en las calles, la rectoría debía garantizar una reforma salarial a los salarios altos a lo interno del TEC.