Juventud

Virtualización durante la pandemia del COVID-19 atenta contra una Educación Pública de calidad

El pasado 13 de abril se reanudaron las clases tanto para primaria, secundaria y la mayor parte de estudiantes de educación superior (Universidad de Costa Rica). El proceso impulsado por el MEP y la rectoría de la UCR ha dejado en evidencia las carencias que la población tiene para afrontar la educación por medio de la virtualización.

Tanto estudiantes, profesores y padres de familia, han realizado diferentes denuncias sobre como este proceso obstaculiza el desarrollo adecuado de la educación en alumnos de todos los niveles.

Para nadie es un secreto que más allá de lo que plantea el gobierno como discursos motivacionales que apelan a dar el máximo esfuerzo y a la “mística docente” (misma que han pisoteado cada vez que pueden con severos ataques a las condiciones laborales y de vida), este proceso se presenta como una iniciativa impuesta, atropellada, sin tomar en cuenta la realidad docente ni de los estudiantes, desde primaria hasta la universidad pública.

Virtualidad: un experimento que aumentará la exclusión

Más allá de la ambiciosa propuesta de virtualidad del MEP, la realidad es muy distinta si le echamos un vistazo a las desigualdades sociales de un sistema educativo cada vez más excluyente.

No habían pasado ni dos días cuando la misma plataforma para acceder a los contenidos colapsó, creando un caos desde el inicio. En el caso de la UCR, la primera semana de clases tuvo mucha incertidumbre sobre la cantidad de estudiantes que no lograban conectarse a los cursos debido a la carencia de herramientas tecnológicas (computadora o acceso a internet), y que posiblemente desertarían de continuar el semestre.

La realidad del estudiantado público no coincide con estos planes fantasiosos, por la simple y sencilla razón de que más de la mitad de hogares costarricenses no tiene computadora y 215.000 carece de Internet, según datos recolectados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) en el 2019. Un 30% de los encuestados aseguró que no tenía por su elevado costo.

Sobre la conexión a internet, se tienen datos muy engañosos. En el mismo estudio del INEC se dice que en 2018, 3 de 4 hogares costarricenses estaba conectado a internet. Esto a simple vista puede verse como un factor positivo en comparación con 2010, donde esta condición la tenían apenas 1 de 4 hogares. Pero pasa que el 40% de esa gran cantidad de hogares con Internet lo hace mediante teléfono móvil, con una señal y manejo de datos de poca calidad que no alcanzan para cumplir con las exigencias de la virtualización que plantea el MEP.

El fracaso de la virtualidad se da no solo por imponerlo sin ninguna planificación, sino obviando el contexto cotidiano de la educación pública costarricense en el que 511 centros educativos de primaria y secundaria no tiene acceso a internet y el 67% de ellos tiene una conexión a una pobre velocidad de 10 Mbps[1].

Si bien es cierto el 84% de estudiantes de primaria tienen una computadora (la cantidad de estudiantes por computadora es de 6,3 en comparación con 30 de hace 10 años), esto no sirve de mucho por la débil conectividad y la pésima infraestructura; prueba de ello es que la misma ministra afirmó que hay alrededor de 600 centros educativos con órdenes sanitarias. En suma, tenemos estudiantes con computadoras (de igual manera, la mayoría de centros educativos no posee la cantidad necesaria), pero por los mismos problemas de conectividad e infraestructura no se les enseña a usarlas, lo cual vuelve este proceso de virtualidad aún más difícil para los sectores más pobres de la población.

Sin internet de calidad en casa y en escuelas o colegios, sin computadoras en los hogares y con pocas condiciones en las aulas para aprovechar los recursos tecnológicos, el gobierno y la administración de la UCR está preparando las condiciones para una exclusión en masa, que ya de por sí aqueja al sistema educativo. En 2018, para educación primaria y secundaria “1.542 no regresaron a las aulas luego del receso de medio ciclo, 2.8% más que en 2016, cuando 1.302 alumnos decidieron desertar”[2]. En el caso de la universidad pública, el número de renuncias a cursos en este primer semestre, puede ser bastante elevado.

La educación pública debe estar al servicio de la clase trabajadora

Las debilidades de la virtualización se da gracias al desfinanciamiento sistemático de la educación pública gracias a las políticas neoliberales impulsadas por los gobiernos de turno (PLN, PUSC, PAC-FA), a quienes no les interesa crear las condiciones para que las y los estudiantes hijos de obreros, indígenas y demás sectores explotados accedan a las nuevas tecnologías. Cabe recordar que para 2020 los diputados aprobaron el presupuesto más bajo en los últimos 7 años (6,92% del PIB, muy lejos del 8% que exige la Constitución).

La virtualización responde a la ejecución de leyes por parte de personas que viven desconectadas del contexto de los profesionales de la educación y de la realidad de pobreza y desigualdad del país. Creemos necesario que tanto el MEP como las universidades públicas, garanticen las herramientas necesarias para que las y los estudiantes de todos los niveles puedan desarrollar el ciclo lectivo de la mejor manera. Ya la UCR empezó a dar los primeros pasos, entregando tabletas con conexión a internet a una gran cantidad de estudiantes que no tenían [3].

Así como hemos venido levantando la consigna de cuarentena para todos con salario completo porque primero está la vida del pueblo pobre antes que las ganancias, también creemos que imponer el curso lectivo a toda costa mediante la modalidad virtual sin existir las condiciones para llevar a cabo dicha enseñanza en línea, atenta contra la educación pública.  

Referencias

[1] https://www.crhoy.com/nacionales/solo-el-30-de-los-centros-educativos-tiene-buena-conexion-a-internet/

[2] https://www.teletica.com/199201_desercion-escolar-en-costa-rica-preocupa-a-comision-de-la-unesco

[3]https://www.ucr.ac.cr/noticias/2020/05/08/la-ucr-distribuye-las-primeras-tabletas-entre-estudiantes-de-todo-el-pais.html