Por Alejandro Cedeño, profesor de secundaria. Militante del PT y de la tendencia A Lucha
Este 10 y 11 de agosto. El Sindicato APSE tiene su asamblea general donde el punto central será la presentación de su informe de labores.
Actualmente, el sindicato lo dirige la tendencia Honestidad, hoy encabezada por Ana Doris González. La tendencia lleva varios años en el poder, y ha encabezado un proceso de derrotas que han causado una desmoralización en las bases, ello ha conllevado a que el poder de la tendencia vaya en aumento, llevando a la burocratización del sindicato, hay hechos puntuales que lo demuestran:
La ley antihuelgas, la reforma fiscal por ejemplo, han cercenado el mecanismo de huelga y deteriorado las condiciones de vida de los trabajadores de la educación, la deposición de la huelga se dio con acuerdos firmados a espaldas de las bases, sin consulta previa por parte de la dirigencia con diputados.
Han abandonado las asambleas de presidentes de base nacionales definidas por estatuto. Han enfocado su política en buscar mesas de diálogo con el Gobierno, en vez de discutir articulación de las luchas con diferentes grupos sindicales, políticos, comunales y estudiantiles, lo que ha llevado a derrotas como lo fue el pago de zona de mejor desarrollo.
Cuando las bases han salido a la calle, ha sido sin respaldo de la dirigencia: el año pasado en la movilización por problemas de pago contra el MEP y el Gobierno de Chaves, más bien la dirigencia dio persecución a dirigentes sindicales apsinos que encabezaron esa lucha.
En la última gran movilización callejera por presupuesto del 8% del PIB por educación, la dirigencia sindical no movió un dedo por la convocatoria, nuevamente las bases fueron las que salieron a las calles.
Queda demostrado como la dirigencia actual de honestidad abandonó las banderas de lucha. Presentará un informe de labores en condiciones antidemocráticas, en un lugar pequeño, donde han habido denuncias de cientos de bases de escuelas y coles de todo el país, con problemas de acreditación de designados, que fueron electos en sus instituciones pero que por «arte de magia» no aparecen en la lista definitiva, violentado el derecho político democrático de su elección.
La dirigencia encabezada por Ana Doris González afirma que esa lista es la definitiva y ya no se puede hacer nada. Como queda demostrado, a la dirigencia le interesa la menor discusión política posible, en una asamblea meramente protocolaria, que no arma políticamente a la afiliación ni ayuda a la clase trabajadora a enfrentar los desafíos qué se viven en educación y en las condiciones de vida de la clase trabajadora.
Ante ese panorama, desde las bases debemos organizarnos como ya lo han hecho antes, articulando a otros sectores, en asambleas de base, denunciado la burocratización del sindicato y la antidemocracia, que nos arme para luchar contra el Gobierno y su agenda capitalista: la ley antihuelgas, la reforma fiscal, la ley de empleo público, ¡por 8% del PIB para educación y contra la deuda usurera!
