En mayo del presente año, luego de dos meses de pandemia, fue anunciada una invitación formal de parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Esto fue celebrado por varios sectores de la burguesía nacional y sus representantes del gobierno.
Aún quedan pendientes, pero el Gobierno de Carlos Alvarado ha avanzado en la agenda para entrar. A mediados de Julio se publicó un estudio de esta entidad internacional, alabando el ajuste que ha realizado el gobierno y todavía agudizando sus recomendaciones. Son la diligencia de recortar el gasto público, las políticas de austeridad, haber aprobado leyes regresivas como El Combo fiscal y el fiel pago de la deuda; las características que resalta la OCDE. Destaca la “sugerencia” de cobrar un impuesto a los aguinaldos y a las Cooperativas. Tanto la OCDE como el Gobierno están en la misma página de cobrarle la crisis al pueblo, sin tocar las grandes riquezas.
Para nosotros todas estas políticas que le promueve la OCDE, son un claro atentado contra el bienestar de la clase trabajadora. Un ataque pensado en complacer a las instituciones del imperialismo y acelerar la colonización de nuestro país y la región. Además, pertenecer a dicha institución representa un altísimo costo económico para los países miembros, lujo que no podemos darnos en esta crisis. Por otro lado, la experiencia de países latinoamericanos como Chile y México muestran que estar en la OCDE no ha traído mayor desarrollo para el pueblo.
Desde el Partido de los Trabajadores defendemos otra salida de la crisis. Para vencer la pandemia debemos dejar de pagar la deuda y girar ese presupuesto a las instituciones que están en la primera línea contra el virus. Deben cobrarse fuertes impuestos a las grandes riquezas y repartir ese dinero para poder costear una cuarentena con salario pago. Para esto necesitamos independencia de los organismos internacionales del imperialismo: romper con el TLC, las políticas del FMI y las recomendaciones de la OCDE.
