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Nuevo Ministro de Hacienda designado por el Banco Mundial

Rodrigo Chaves, Ministro de Hacienda. 26 de noviembre de 2019. Foto tomada de presidencia.go.cr

Por: Jessica Barquero

San José, nov (Socialismo Hoy) – El economista Rodrigo Chaves, entrará a asumir el cargo de Ministro de Hacienda luego de que la Contraloría General recomendara sancionar a la exministra Rocío Aguilar por pagar bonos de la deuda sin contar con contenido presupuestario.

Chaves tiene 27 años de trabajar en el Banco Mundial (BM) y fue director de la oficina de Indonesia, una de las más grandes de esa entidad.

El presidente Alvarado ha manifestado que no conocía a Chaves y que se “lo recomendaron como tantos otros nombres”, pero la elección de un puesto tan estratégico no es casualidad. Chaves viene de uno de los principales organismos financieros a nivel mundial que utiliza el endeudamiento externo como un instrumento para someter a los deudores. Su llegada se da en un momento en que el déficit fiscal del país se proyecta en 6,3% del PIB.

En el país, el BM presionó por la aprobación del Plan Fiscal y ha hecho un llamado a las economías latinoamericanas a que aumenten los ajustes fiscales, revisen el gasto público mediante recortes y reestructuren el empleo público.

Estas políticas impulsadas durante décadas por el BM, son las que hoy están enfrentando los pueblos en las calles en distintos países de Latinoamérica. Esas movilizaciones tienen en común que estallan por medidas que buscan garantizar ajustes fiscales, en Ecuador con la eliminación del subsidio al diesel y la gasolina; en Chile con el alza en las tarifas del transporte; en Nicaragua con las reformas al sistema de seguro social. Han sido la gota que ha derramado el vaso luego de años de recortes y políticas de ajuste contra los pueblos.

La designación del nuevo Ministro de Hacienda indica ser la continuidad de la política del gobierno de pasar la crisis fiscal a la clase trabajadora mientras mantiene una posición complaciente con los grandes evasores. La clase trabajadora debe prepararse para hacer frente a su política como lo han hecho el resto de países latinoamericanos, con la movilización y lucha en las calles.