Centroamérica Internacionales

Solo la movilización democrática puede impedir un nuevo retroceso autoritario

El 25 de junio se llevaron adelante las elecciones en Guatemala- El  proceso electoral se produce en medio de fuertes ataques a las libertades democráticas como la proscripción de tres candidatos a la presidencia, así como un retroceso notable en la lucha contra la corrupción, la perdida de la autonomía universitaria, el cierre de “El Periódico” y la condena a seis años de prisión al periodista Rubén Zamora, según informa la BBC: “cerca de 40 operadores de justicia que trabajaban en casos relacionados con corrupción y una veintena de periodistas que los investigaban acabaron detenidos o bien eligieron salir de Guatemala para evitar la cárcel”[1]

Las elecciones lanzaron un resultado inesperado para la oligarquía guatemalteca y fueron un reflejo distorsionado del hartazgo de la población con el “pacto de corruptos”[2] y con el autoritarismo de Giammattei. Las elecciones tuvieron 40% de abstención, 17% de votos nulos y 7% de votos en blanco, es decir una gran protesta pasiva y activa de la ciudadanía.

El primero lugar lo ganó Sandra Torres, política tradicional, que recibió el 15% y de segundo y con mucha sorpresa el Movimiento Semilla, liderado por Bernardo Arévalo que obtuvo 12%, con un fuerta apoyo en las ciudades y las clases medias. Nadie esperaba este ascenso de Semilla que dejó fuera a varios partidos de derecha importantes.

La oligarquía guatemalteca, no acepta ningún tipo de democratización e impugna las elecciones. La corte de Constitucionalidad (máximo tribunal del país) controlado por los partidos tradicionales de derecha ordena al TSE suspender la oficialización de los resultados electorales. Los objetivos son claros: evitar el pase a segunda ronda de Árevalo, pues seguramente ganará las elecciones[3] o debilitarle y “robarle” alguno de los 23 diputados.

Quienes defendemos el socialismo en Centroamérica sostenemos que es fundamental defender cualquier avance democrático frente a la reacción, es fundamental la defensa del derecho del pueblo guatemalteco de elegir el presidente que quieran. Para lograr eso es necesario derrotar con la movilización popular las caducas instituciones del régimen: la corte de constitucionalidad, el sistema de partidos, el tribunal electoral, etc.


[1] https://www.bbc.com/mundo/articles/cw8ld1799d3o

[2] Pacto de corruptos es como en Guatemala se le llama al conjunto de redes, partidos, etc. que se utilizan para  realizar  delitos y garantizar impunidad.

[3] Sandra Torres concentra en ella el voto antipolítica, pese a haber pasado a segunda ronda en dos ocasiones fue derrotada  por  Jimmy Morales y Alejandro Giammattei. Se supondría que cualquiera que pase a segunda ronda la podría vencer.